00: Después de todo.

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Gris. Así lucía el cielo ese día, como presagio de todo el caos que causaría, toda la mierda que le haría pasar a la pequeña familia Sano.

Hoy día el cielo se veía exactamente igual. Claro, a los ojos de Shinichiro. Había sido un año de demasiadas desgracias como para contarlas. Caminando hacia la entrada de aquella edificación, pensando seriamente, y preguntándose "¿Qué era lo que había hecho mal?".

Desde que su abuelo Sano Mansaku falleció, él se encargó de cuidar a sus dos hermanos pequeños, Emma y Manjiro. Teniendo de objetivo salir adelante con lo que podía, logró estudiar derecho, y ser Fiscal; nada mal, a su parecer.

Caminando por los grisáceos pasillos del edificio, dirigiéndose a la sala pudo notar que unas cuantas personas lo miraban sin disimulo alguno, e incluso algunos de ellos, tomándole fotografías.

¿Qué sucedió? Se preguntarán. Primero deben saber lo que sucede en el presente.

— Damas y caballeros, antes de empezar es mi deber recordarles que un proceso ante el gran jurado no es un juicio. —dictaminó aquel hombre de traje frente al mayor de los Sano. Señalando a su alrededor, continuó. — Como ven, en la sala no hay un juez ni abogados defensores. Estamos en un proceso de investigación al final del cual, se les pedirá que decidan si les he proporcionado pruebas suficientes para presentar una acusación formal.

Shinichiro suspiró, se sabía ese discurso de memoria. Lo había dicho demasiadas veces como para poder contarlas; le parecía simplemente absurdo ser él quien tuviese que escuchar aquellas palabras desde el lado contrario.

«Y una mierda, este tipo me está sacando de quicio» Pensó el pelinegro.

»— Si así lo consideran, podré llevar el caso al tribunal superior; por el contrario, si deciden que no ha lugar, el caso terminará hoy aquí. —continuó el hombre apoyándose en una de las mesas. — ¿Podría decirme su nombre completo? por favor.

Ese abismo en los ojos negros del Sano simplemente se consumía, no entendía como pudo haber llegado a esta situación.

— le he pedido que diga su nombre. —repitió el tipo. Shinichiro levantó la mirada con un deje de fastidio, y habló.

— Sano Shinichiro. —respondió Sano con seriedad.

— Díganos su profesión, por favor. —continuó el contrario caminando serenamente de un lado a otro.

—Fui fiscal auxiliar en este edificio durante 5 años. —Shinichiro suspiró, dándose cuenta de que el cielo se veía cada vez más gris, más oscuro.

— ¿Fue? —Indagó mancomunidad con curiosidad levemente fingida. —Entonces ya no trabaja como fiscal para este condado. ¿Es correcto?

—Sí, así es. —aclaró con desdén.

Le parecía una estupidez que aquel sujeto le sacase tema de conversación fingiendo no conocerlo, era totalmente irritante. Esa era la descripción perfecta para alguien como él; Taiju Shiba, un hombre enorme, con apariencia intimidante, y una extraña afición por la religión. Había estado buscando durante los últimos 6 años quitarle el puesto de fiscal a Shinichiro. Y vaya que lo había logrado.

— Señor Sano. Shin. Seguro sabe su derecho a acogerse a la quinta enmienda. —Cuestionó Shiba. Sano respondió con un vago "por supuesto". A lo que el más alto continuó. — Al que ha renunciado. ¿Correcto?

— Estoy aquí ¿no es así? —aclaró Shinichiro con un encogimiento de hombros.

—No me negará que es un poco insólito, dadas las circunstancias. —comenzó Taiju.

— No tengo ningún As bajo la manga, si es lo que insinúa. —cortó. Shiba solo sonrió con un asentimiento.

— Nadie estaba insinuando eso. —soltó levantando las manos en señal de inocencia.

— Desde luego que sí. —dijo Sano, tajante. — Yo también lo haría. —suspiró, encogiéndose de hombros. — Estoy aquí porque creo en el sistema. Y quiero que la verdad salga a la luz.

— Me gustaría saber cuál es esta verdad de la que habla. Me gustaría empezar leyendo una cita que ha sido publicada en un periódico del estado hace unas pocas semanas. —Taiju tomó una de las carpetas de la mesa detrás de él y leyó — "Se convirtieron en noticia nacional, objeto de fascinación para el conjunto de la NPR y el público de TMZ. Fueron tema de un famoso podcast, cientos de editoriales e innumerables artículos. Así que es fácil olvidar que hace menos de un año sus vidas eran tan irrelevantes como las nuestras ¿existe acaso la familia perfecta? Por supuesto que no. Pero la familia Sano era una familia feliz, y si había algo que verdaderamente los definía, era eso." —suspiró con cansancio.

»— No sé si estará de acuerdo ¿sería una descripción precisa de su familia, la mañana que asesinaron a Naoto Tachibana "feliz"? —cuestionó Shiba, sus ojos felinos posándose directamente en Shinichiro.

El sonido de una alarma resuena en su cabeza, como un recuerdo cercano de lo común que lucía esa mañana. A pesar de que las nubes grises fueran parte del paisaje.

— Sí. — Shinichiro solo se limitó a responder sin poder devolverle la mirada.

Él sabía, que recordar sería el doble de doloroso que meses atrás.


Nota: que se note que quizás no soy una genia escribiendo, pero esta shipp me inspira a sacarme fics de donde jamás pensé que saldrían.

me alargaría en esta nota, pero en realidad no tengo la más minima idea de que decir o hacer.

Si este apartado tiene algún error ortografico, por favor, diganmelo, y posteriormente lo corregiré.

Sin más que decir, Scar, out. 

He is InnocentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora