03: La adolescencia está llena de hipocresía.

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Hasta donde Shinichiro entendía, nadie tendría razones para asesinar a Naoto, era un estudiante ejemplar, hijo de un policía, parte de una familia de apariencia perfecta. Familia que ahora estaba seguramente, ahogándose en dolor por su inesperada pérdida.

Y es que, Shinichiro sabe muy bien que si algo así le sucediese a Manjiro, jamás se lo perdonaría. Buscaría al culpable hasta que la vida se le fuera en ello. Porque a pesar de que el rubio fuese un tanto problemático, no podría vivir sin su hermano menor.

Kokonoi entró al aula, colgando la llamada que había interrumpido su sesión de preguntas de manera tan abrupta.

— Seguimos igual que ayer, estos niños son como mafiosos. —se quejó Shinichiro, pellizcando el puente de su nariz. Hajime pudo notar lo estresado que se encontraba Sano, ya que se sentía bastante comprometido a darle un cierre a la familia Tachibana. Así que, esperando que Shinichiro se concentrara un poco le enseñó la información recién recibida. — ¿Qué es esto?

— Me acaba de llegar. —fue lo único que dijo Hajime, guardando sus delgadas manos en los bolsillos de su chaqueta.

Shinichiro revisó, lo que parecía ser el expediente de un chico de dieciocho años, de apariencia corpulenta y mirada amenazante.

— ¿Minami Terano? —Shin parecía ensimismado ¿de dónde había salido este tipo? ¿Cómo carajos parecía mayor que él? — Abuso y agresión a un menor, conducta agresiva y obscena.

—Sí, es conocido como South. Tiene solo dieciocho años, ha abandonado la escuela el año pasado. Vive cerca del parque, en un complejo departamental. —Kokonoi se sentía asqueado, de solo pensar que este tipo podría haber estado acosando a Naoto.

— ¿por qué no sabíamos nada de él? —indagó Shinichiro. Le parecía extraña toda la situación.

— Se ha mudado de la casa abrigo en la que vivía. Y no había notificado sobre su lugar de residencia, por eso los de abuso infantil no lo tenían registrado. —respondió Kokonoi, Shinichiro sintió una pequeña punzada en el pecho antes de preguntar.

— ¿Qué hizo? — Shinichiro se dejó de rodeos, quería saber si el chico representaba peligro para los estudiantes.

— ¿Además de tocarle el paquete a un niño de trece años? Intentó abusar de él, teniendo en cuenta que tiene comportamientos agresivos, y una denuncia por violencia física por parte de uno de sus excompañeros de clase. —Hajime explicó todo con una mueca de asco ¿Cómo alguien apenas mayo de edad podría haber hecho tanto daño?

— ¿le metió mano a un niño y salió bajo fianza? —Shinichiro se sintió impotente, Kokonoi suspiró, sabiendo que a Sano no le hacía ni una pizca de gracia la situación.

— El hecho se dio cuando Terano aún era menor de edad, además de que se dudaba del testimonio del chico. —mientras hablaba, Kokonoi comenzó a acomodar en una carpeta lo poco que pudo anotar de los testimonios de los estudiantes.

— Deberíamos citarlo. —fue lo que respondió Shinichiro.

— El chico no presentaba signos de agresión sexual. Si citamos a este chico sin tener nada que lo relacione... —Hajime se interrumpió a sí mismo. Sabía lo que decía, no era buena idea citar a un tipo así, sin pruebas contundentes que lo ligaran a la investigación.

— Ya lo sé, contratará a un abogado. —la voz de Shinichiro pareció más un suspiro que otra cosa.

— Si damos un paso en falso justo ahora, se perdería la única oportunidad de hablar con él. —los ojos rasgados de Kokonoi se encontraron con el abismo ónix de la mirada de Shinichiro. Sano solo suspiró y respondió con un vago "déjame pensarlo"

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