Feelings | Steddie.

003 : Call

| Do i wanna know? - Arctic Monkeys. 

Después de salir de la escuela, Steve había llegado a su hogar. A su casa, mejor dicho. 

Cómo siempre, no había nadie en el oscuro y solitario lugar. Sus padres no lo llamaban, no sabían nada de él, no intentaban comunicarse con él, con su hijo. La familia perfecta Harrington, se estaba yendo a la mierda. 

Pero eso a Steve ya no le importaba. En ese momento solo le importaba la conversación que tuvo con Eddie en el último receso. Eso era lo que le hacía sentir aliviado, cómodo. La imagen del rostro angelical de Eddie no salía de su cabeza, y vale la pena destacar que fue su primera interacción en la que Eddie no lucía enojado o reacio a hablar con él y eso, eso lo ponía muy feliz. Quizás su relación con ese indomable pelilargo podría mejorar. 

Pero aún sentía que había desperdiciado una oportunidad para ser amigo del chico, y la ansiedad lo consumía. "Y si voy a su casa? No Steve, que idiota." pensaba. 

Tenía que quitar pronto de su mente la imagen de Eddie mirándolo fijamente con esos ojos brillantes que le parecían preciosos. Cada vez que pensaba en él, una sensación magnífica y extraña a la vez se hacía presente en todo su cuerpo. 

Necesitaba verlo otra vez. 

Se le había ocurrido la excusa perfecta para ello. 

Meanwhile Eddie...

Eddie se encontraba recostado en su cama, intentando procesar lo que le había pasado.

"Y si se acercó a mi por pena?" "Y si fue una broma?" pensaba.

Pero luego recordaba los preciosos ojos marrones con los qué Steve lo miraba, esos ojos dominantes llenos de sinceridad. 

No sabía que hacer, solo pensaba en Harrington. Pensaba en su cabello, en sus hombros anchos, en su cuello, sus manos, su perfil, sus labios rojos, todo de él. Sus mejillas ardían mientras jugaba con sus manos. 

Pasó en su cama mirando al techo por unos 10 minutos aproximadamente, cuando el teléfono sonó. 

Su tío trabajaba a esas horas y todos sus conocidos sabían, así que la llamada era para él. 

Extrañado, contestó. 

- Hola? 

- Eddie? Hola, cómo estás? 

La voz de Harrington.

- Steve? Cómo conseguiste el número de...mi casa? 

- Eso es cosa mía. 

Eddie sonrío bobo, le encantaba la actitud insoportable que tenía Steve a veces.

- Bien, grandote. Qué querías?  

- Quieres ir a una fiesta? 

- Qu- Qué? Estás jodiendo, verdad? 

- No, es en serio. Conoces a Tina, verdad? Ella dará una fiesta en su casa y dijo que lleváramos un acompañante... Ya sabes. - Steve estaba emocionado. - Quieres ir conmigo? puedo ir a buscarte. 

- Qué extraño. Harrington está invitándome a una fiesta. 

- Por favor, Eddie. Tommy y Carol no irán. 

Al pelilargo le resultaba muy extraño el hecho de que esa llamada y esa fiesta hubieran sido tan espontáneas. Había visto a Tina repartir folletos para su fiesta, pero no se imaginaba que Steve querría ir con...él. 

- No me importan esos idiotas... - Eddie lo pensó una vez más antes de tomar la decisión que podría arruinar su día. - Bien, iré. 

- Genial! pasaré por ti a las... 7:00. Es una cita. 

Después de decir esas palabras, Steve cortó la llamada. Las emociones de Eddie eran cómo una montaña rusa y las mariposas se hacían presentes en su estómago. 

En qué momento había sucedido? nadie sabía, pero le gustaba. 

Ahora tenía que pensar en qué mierda ponerse para ir a una fiesta. 

Fué a su habitación, encendió un cigarrillo y lo puso en su boca. Abrió las puertas de su armario y se quedo allí mirando durante un largo tiempo. 

- Harrington hijo de puta. 

Se decidió por unos Jeans negros con roturas en las rodillas, una camisa negra simple y su chaqueta de cuero. Sin hacer falta sus anillos, obviamente. Eran las 6:30, había perdido más de 10 minutos eligiendo ropa, así que debía apresurarse. Apagó el cigarrillo y salió de su habitación. Pero antes de eso, guardó la cajetilla en los pantalones que planeaba ponerse.

Fue al baño a tomar una ducha caliente. No dejaba de pensar en las últimas palabras de Harrington : Qué carajos le iba a decir cuando se vieran? De seguro se trabaría en cada palabra que saliera de su boca mientras los nervios lo comen vivo, ¿Por qué a Steve le resultaba tan fácil coquetearle a alguien? Dios. 

Un rato después, salió de la ducha y el agua recorría todo su cuerpo. La toalla rodeaba su cadera y su cabello, goteaba. No pensaba secárselo, le daba mucha pereza. Se puso la ropa y se perfumó. Eso ya era arreglarse para él, si en las mañanas antes de ir a la secundaria, con suerte iba despierto. Se puso sus anillos, sacudió su cabello y salió del baño. Dejó todo como estaba en su habitación y le dejó una nota a su tío pegada en la puerta de la habitación de este : "Salí con un amigo, volveré tarde". 

7:00. El timbre sonó.  

- Mierda. - susurró antes de abrir la puerta. 

Harrington y su estúpido auto estaban afuera. 

- Hola, Munson. Nos vamos?  

- Son las siete en punto, carajo. 

Steve se apoyó en el marco de la puerta y miró a Eddie de pies a cabeza. 

- No pierdo el tiempo. - Harrington tenía una mirada coqueta que hizo que a Eddie se le diera vuelta el mundo. 

- Ya vámonos.