Capítulo Doce.

1K 126 23
                                    

*Capítulo Dedicado A: Akari *

Toby POV.

Iba caminando con un paso despreocupado por la solitaria acera, para ser sábado por la noche, las calles estaban demasiado solas.

Al llegar a las orillas de la ciudad, logre apreciar el viejo bar al que solían venir Masky y Hoodie cuando querían olvidarse de todo.

"¿Por qué no?" Me pregunte mentalmente, dejando en un callejón mi bosal, mis googles y mi par de hachas antes de entrar al viejo bar.

Al entrar logre entender el por que de la afición del par a venir específicamente a este bar. Había chicas que te servían... Chicas que estaban muy buenas... Demasiado buenas...

Sin embargo, la que atrajo toda mi atención fue una castaña que se encontraba en la barra, sirviendo los tragos.

Llevaba puesto un traje de colegiala, que le dejaba a la vista una gran parte, claro que lo suficiente como para dejarle también su parte a la imaginación, de su bien formado trasero.

Sonreí de lado, mientras me acercaba a la barra.

Llevaba una blusa que dejaba a la vista su estómago totalmente plano y llevaba una bandeja, con la que llevaba las bebidas.

-Hey primor.- Le llamó un hombre de unos cuarenta años, que tenia fija su vista en su trasero, por extraño que pareciera, eso me hizo hervir la sangre.

-¿Que se le ofrece?.- Preguntó ella moviendo sus pestañas, con una mirada sensual.

-Sientate aquí primor.- Le indicó, palmeando sus piernas.

Pude ver la cara de asco de la chica.

Sin embargo, se sentó en sus piernas, a causa de que ese era su trabajo.

El hombre, no perdió tiempo y empezó a recorrer su cuerpo con sus asquerosas manos y depositaba repugnantes besos y mordiscos en su cuello.

Pude notar como apretaba los ojos y cerraba los puños, soportando el asco que debería sentir.

Ver que ese hombre la tocaba de esa manera, me hacia enfurecer, sin embargo no entendía el por que, tal vez por que yo prefiriera estar en su lugar.

Después de un rato de que el hombre saciara sus más bajos deseos, la dejo irse; y ella continuó como si nada.

Estuve ahí, hasta después de la media noche, cuando el bar estaba cerrando; sin embargo, yo buscaba con la mirada a la chica de castaña cabellera, y la encontré siendo llevada, por la puerta de atrás, por cuatro hombres, al callejón oscuro.

Eso de alguna extraña manera me hizo enfurecer y salí, siguiendo a los hombres. Al salir pude escuchar las voces de los hombres, diciéndole todas y cada y una de las sucias cosas que deseaban hacer con ella.

Sin embargo, la voz de ella no se hacia presente.

Me acerque al lugar donde había escondido mis armas y las saque, sin hacer ruido y me acerque al fondo del callejón, donde ningún sonido se hacia ya presente.

Me acerque aún más y vi a la chica, iluminada por la luz de la luna, sentada a horcajadas de uno de los hombres, pero no satisfaciendo sus más bajos deseos, si no, degollándolo sin consideración al último que quedaba con vida.

Abrí mis ojos como platos, al momento que levantaba su vista y dejaba su pesada mirada sobre mi, mostrando que no era cualquier castaña.

Si no, que era la castaña de Alejandra.

Sonrió, mostrando los dientes con una sonrisa burlona mientras hacia un ademán con sus dedos, que guardase silencio.

Al intentar acercarme a ella, desapareció sin más, dejando los cuerpos de los bastardos que la tocaron.

Without Feelings (Ticci-Toby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora