Cap. 6: Lluvia

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Las nubes inundaban el cielo dejando poca luz que el sol dejaba ver y pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer de aquellas nubes grises, todos los estudiantes entraron a las instalaciones de la escuela tratando de mojarse lo menos posible, corrían lo cual es ilógico ya que de todas formas las gotas de lluvia mojarían su ropa que consideraban algunos de ellos finas, como si no se pudieran meter a una secadora o colgar su ropa en su casa al terminar la lluvia, solo es agua.

Jimin ahora se encontró en la cafetería en la misma mesa que el día anterior solo que ahora estaba lleno, el rubio estaba tan concentrado en sus pensamientos que nisiquiera le importaba si se sentaban ahí, constantemente los demás trataron de llamar la atención de este chico pero solo hacia un suspiro hondo mirándoles con unos ojos de desprecio para después mirar la ventana que dejaba ver las gotas que caían del cielo nublado y se dejaban caer hacia el suelo.

- Jimin - el chico que estaba sentado a su lado trató de llamar su atención como fuera, pero jamás debió llamar su atención ya que para Jimin era la gota que derramaba el vaso.

- Dejen de estar jodiendo - con gran enojo y desprecio hacia los demás tomó su mochila para cargarla sobre sus hombros y dirigirse al salón donde le tocaba su siguiente clase.

Para su gran sorpresa aquel chico de piel pálida y pelo castaño estaba sentado en uno de los asientos con sus audifonos puestos y mordiendo una pluma color negro que ahora se posaba sobre su labio inferior, su mirada ocasionalmente se posaba en la gran ventana que se encontraba en aquel salón mientras leía un libro de alguna materia. Solo ellos dos se encontraron en aquel salón en absoluto silencio, pero para ninguno era incómodo ya que uno de ellos apenas notaba que estaba acompañado de aquel rubio con sus audífonos y jugando tiernamente con su gran suéter, Ambos se inundaron en sus pensamientos y ya no notaron más la compañía incómoda que ambos tenían. Su última conversación no terminó muy bien así que era muy incómodo para ambos.

- ¿Por qué huiste? - dijo sin levantar su mirada y aun viendo dicho libro cambiando delicadamente una de las paginas y dejando su pluma sobre la pequeña mesita frente a el.

- No lo se - fingió no tener interés en tal tema que el pálido proponía, para el chico rubio los nervios y la vergüenza lo comían vivo.

- Okey - tragó saliva ya que no era la respuesta que esperaba, devolvió la pluma a su boca pero no tocaban sus dientes solo acariciaba sus delicados y rositas labios haciendo que el rubio tragara con dificultad.

La incomodidad junto con el silencio absoluto quedaron ahí ninguno de los dos tenía la valentía suficiente para acabar con el silencio absoluto en el salón de clases, el silencio era tan absoluto que se podía escuchar cada mínimo movimiento incluyendo sus respiraciones que una que otra vez se convertían en suspiros incomodos, para suerte de ambos no pasó mucho y los estudiantes entraron acomodarse en alguno de los asientos que se encontraron disponibles.

El pálido y el pequeño rubio solo se dedicaban miradas ocasionales solo cuando los estudiantes estaban lo suficientemente distraídos como para no prestarles atención y evitar la pena de que todos les griten como si de una pareja se tratara. Pasaron solo algunos minutos y se escucho un gran estruendo fuera de las instalaciones educativas, empezó una lluvia muy fuerte con relámpagos fuertes haciendo que los estudiantes se exaltaran al escuchar un fuerte trueno que fácilmente podía verse por la ventana, Jimin se moría de miedo y quería ir a buscar consuelo a los brazos de aquel pálido que parecía no tener miedo por el gran trueno que a todos los estudiantes les había exaltado, el rubio por contrario apretó sus pequeñas manos y sus ojos tratando de no actuar como los demás.

Su pecho dolió al recordar aquellas tardes en su habitación que se abrasaban mientras escuchaban el sonido de las gotas de lluvia cayendo al suelo con unos cuantos fuertes truenos que podrían ver por la ventana, pero decidían no verlos para evitar que el rubio se asustara aun mas, el consuelo de los brazos del contrario lo mantenían tranquilo, estar a su lado era como estar en un campo con una temperatura agradable, con nada de ruido que les permitiera escucharse con facilidad, ni una sola voz criticando el amor que se tenía, y sin relámpagos, un lugar tranquilo donde ambos añoraban estar.

Sus pensamientos no duraron mucho ya que un trueno más fuerte de lo normal se hizo presente provocando el grito desesperado de muchos de los estudiantes y una falla eléctrica que asustó a mas de uno.

- ¡Suéltame imbécil! - dijo el chico de piel pálida a su amigo quien se había asustado demasiado y saltó hacia el enrollándolo con sus brazos.

- Yaya no te enojes tampoco - el chico de pelo negro rapidamente se aparto de su malumorado amigo, a quien tampoco le gustaban los relampagos pero sabia bien como restarle importancia a lo que estaba pasando.

El rubio recordaba una y otra vez con rencor lo dulce y amable que era Yoongi con el, ninguno de los dos era tan valiente como para soportar ruidosos truenos pero uno le daba confianza al otro, estando juntos nada alrededor importaba mas que ellos, mas que su amor.





CUATRO AÑOS ATRÁS...






- ¡Yoongi ya déjalo! - gritaba Jimin desesperadamente al ver al chico que estaba siendo golpeado por el anteriormente nombrado, la nariz y boca de aquel chico sangraban, parecía que moriría en cualquier momento, perdía demasiada sangre.

El pálido hizo una expresión de odio pero a final obedeció y dejo a aquel chico tirado en el suelo lleno de sangre preocupando a los demás espectadores incluyendo a Jimin, por otro lado el pálido no mostro ningún síntoma de compasión por aquel chico que no podía pararse del suelo, lagrimas salían por sus ojos pero muy en el fondo todos sabían que se merecía esa paliza.

- No vuelvas a molestar a mi novio de esa manera o de ninguna otra si no quieres provar mis puños de nuevo - le tiro una patada para después volver con el chico rubio quien mantenia una expresión de preocupación, ya que no estaba muy convencido de que lo que hizo su novio estaba bien, aunque a la vez se le hizo lindo que Yoongi se preocupara y lo defendiera sin pensarlo mucho.

- Debes aprender a defenderte Jiminnie - dejo salir de sus labios ya que estaban algo lejos de la gran multitud mientras entrelazaban sus dedos caminando juntos sin algún rumbo fijo.

- No siempre los golpes son la respuesta - hizo puchero mientras bajaba su cabeza mirando el pequeño caminito pavimentado

- Casi siempre son la respuesta, yo te enseñare a defenderte Park

Esa fue la última palabra que el pálido dejó salir de sus labios, estaba convencido de que su novio debía aprender a pelear, a ser rudo para que nadie lo volviera a molestar de nuevo. Lo que no sabía es que el futuro lo enseñaría a defenderse de una manera nada amable. En el futuro sus ojos reflejarían el odio hacia las personas, su expresión dejarían ver el dolor que alguna vez lo hicieron sentir. Sentiría como su corazón está en mil pedazos dentro de él.

Jimin había llegado a su límite después de ver como su vida se derrumbaba en cuestión de segundos, su corazón latía con fuerza al ver caer lentamente a la persona que amaba al suelo, gritaba desesperadamente el nombre del chico mientras lo movía y dejaba caer pequeñas lagrimas de sus ojos al no escuchar una respuesta.

No sabía que la tortura y el dolor llegarían junto con la ambulancia que atendía el auxilio que el mismo solicitó. No sabía como una noticia podía ser tan dolorosa y tan despiadada para su débil corazón en ese entonces. No tenia ni idea del dolor que podría sentir sin alguna herida física y que se pudiera ver a simple vista en su cuerpo.

"Despierta Min Yoongi"

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Continuará....
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Un pasado sin ti «yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora