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Las bromas suelen ser fáciles y muy rápidas cuando claramente hablamos sobre las que ya son muy usadas para todo. Pero también existen bromas que llevan cierto tiempo de preparación, y en ese tiempo, tú nunca podrías adivinar que se está preparando tal broma.

Bueno, hoy Eddie estaba teniendo una de esas bromas.

Frente a él, Steve Harrington se reía sin ninguna pena, simplemente se reía del miedo que había sentido el rizado con todo eso que había pasado.

No estaba enojado, tampoco triste, más bien, se encontraba de cierta forma feliz.

Aquella sensación de que el idiota de Harrington había vuelto lo hacía sentir bien, así tuviese que estar pagando las consecuencias.

—Debiste ver tu cara Munson, casi te mueres de terror ahí mismo.

Sonreía en su interior, porque aunque Eddie supiera que él había tenido la culpa de todo, no iba a dejar las cosas así porque sí. Después tomaría cartas en el asunto, pero por ahora, necesitaba estar tranquilo con el castaño.

—¿Quieres que te suelte? —preguntó con una sonrisa. Eddie asintió. —Está bien, ya lo haré.

Comenzó por desatar sus tobillos, después continúo con las muñecas que al sentirlas liberadas sintió un gran alivio pues empezaban a dolerle, y por último, quitó el pañuelo de su boca.

—Estás loco.

Steve miró sentado al rizado, hace unos días el malestar por no hablarle lo había atormentando.

—Necesitaba una venganza muy buena. Después de lo que ocurrió con Nancy, definitivamente no podía dejarlo así. —extendió su mano para ayudar a Eddie a ponerse en pie.

—Debió ser difícil para ti no poder hablarme por dos semanas.

—No sueñes Munson, pero sin duda valió la pena.

Un golpe fue a dar al hombro de Steve que inmediatamente se sobó éste.

—¡Auch!

—Eres un idiota Harrington.

Salieron del cuarto hacia la sala mientras seguían platicando.

Eddie Munson jamás habría permitido que le gastaran una broma de ese modo, ni mucho menos que salieran vivos para contarlo. Pero Steve era diferente al resto, sin dudas.

Dos semanas sin cruzar palabras, dos semanas sin siquiera mirarse, había sido duro para Eddie aunque no lo admitiera. Pero lo bueno era que sabía que su amistad no se había perdido, después de todo.

Cuando dieron las 12 de la noche, la puerta del camper se abrió dejando ver a Wayne con un par de compras en las manos.

—Eddie estoy aquí, traje un poco de tu... —su vista se dirigió a los dos jóvenes que dormían sentados en el sillón de su casa. Su sobrino recargaba su cabeza en el hombro del castaño, cosa que hizo sonreír al mayor, ya que Eddie siempre hacía eso con todo mundo. —Bueno, por lo menos volviste Steve.

Entró a su cocina y después de haber cenado tranquilamente, fue a la habitación del menor y tomó una cobija de su cama. Se acercó a los dos chicos y los cubrió con ésta.

—Descansen chicos.

Y se dirigió a su recámara.

Después de haber tenido una larga plática sobre cómo había planeado el castaño toda la broma, los dos habían terminado dormidos, sin darse cuenta de ello, al fin y a cabo ya era muy tarde.

—Harrington. —movió su brazo no muy suavemente. —Garrapata castaña...

Steve tomó la mano del rizado antes de que volviera a moverlo.

—No me vuelvas a llamar así, piojo con pelo.

—Sé más original. —rodó los ojos.

—¿Qué quieres Munson?

—Que te vayas de aquí, ¿ya viste la hora qué es?

Sus ojos viajaron al reloj que se hallaba colgado arriba del televisor.

—Son las siete, aún es muy temprano.

Volvió a tomar la cobija y se cubrió con ella.

—Harrington, son las siete del siguiente día, idiota.

—Si, y eso qué tie...¡Mierda, mi trabajo! —se puso de pie empujando al rizado en el camino.

—¡Oye!

Steve buscaba con la mirada su suéter, no tanto porque tuviese frío, de hecho, seguían en verano, pero lo que en realidad busca a eran sus llaves.

—Hola Steve.

—Buenos días Wayne. —pasó por su lado, el hombre se encontraba cocinando el desayuno.

—¿Desayunas?

—Por supuesto.

Entró a la habitación del azabache y encontró en la cama la sudadera.

La tomó y sacó de allí las llaves mirándolas como si de un tesoro se tratase. Las besó después.

—En serio que eres muy raro.

El castaño volteó para mirar al rizado recargado en la puerta y con una sonrisa burlona en sus labios.

—Cállate.

—Si no te conociera juraría que perfectamente podrías ser Roger Taylor dedicándole “im in love with my car” a tu maldito auto.

—¿Quién es Roger Taylor?

El menor rodó los ojos.

—Ya está el desayuno.

En época de verano, Wayne preparaba waffles casi todos los días como desayuno para Eddie, nunca supo el porque de aquello, pero no tenía problema alguno.

El rizado iba sentado en el asiento de copiloto en el auto de Steve, después de que éste se ofreciera a llevarlo al instituto. No le quitaba nada de todos modos, a las 9 entraba a su trabajo.

Al llegar Munson estuvo por bajar del auto para poder entrar, pero en un movimiento rápido, el castaño se lo impidió cerrando con seguro la puerta. Cosa que intrigó a Eddie.

—¿Qué ocurre Harrington?

—¿No vas a despedirte de mí?

El azabache irguió las cejas.

—Si, bueno, gracias por traerme. —y volvió a intentar salir, aunque ésta vez, Steve lo tomó del brazo.

—Despídete bien.

Y cerrando los ojos se acercó a él con la clara intensión de darle un beso.

—¡Vete al carajo idiota! —lo alejó con una mano y por fin pudo salir quitando el seguro.

Comenzó a caminar en dirección al edificio mientras escuchaba las risas del castaño.

—¡Nos vemos en la tarde!

Eddie volteó para levantar el dedo medio en dirección a Steve.

Caminó hasta llegar a la entrada topando casualmente con Dustin.

—Hey, Henderson.

—¡Eddie!, ¿cómo estás hermano?, veo que Steve ya te gastó la broma, ¿no?

—Sí, de hecho no puedo creer que... —su rostro volteó al más bajo. —¿Cómo mierda sabes que me hizo una broma?

El chico miró a todas partes como una clara muestra de querer buscar una salida.

—Ah, yo, no sé pero...debo irme porque, me...¡Están esperando! ¡Adiós Eddie!

—¡Henderson vuelve acá!





★★★

Yo lamento haber tardado tanto pero tuve una terrible gripe y un tremendo bloqueo. 😔👎🏻

De igual forma, disculpen.

-Cecé 💗

Verano Del 84 || Steddie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora