✨Heartbeats Love✨ (Fanfic BTS)

Capitulo 2.

Después de haber pasado por esa situación y con mucha rabia, Aixa se dirigió hacia el apartamento, aunque internamente rogaba por no llegar. En cada semáforo rojo trataba de pensar en el pretexto que le diría a su amiga para evitar que se molestará con ella, sabía que en parte habla sido su culpa por descuidada pero no quería parecer una irresponsable y mucho menos perder su confianza.

Durante todo el camino estuvo tan metida en sus pensamientos que el tiempo se hizo demasiado cortó y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba frente a la morada. Decidida pero aun muy asustada bajo del vehículo y observó el golpe por última vez antes de entrar.

Una vez dentro y a primera vista no vio a nadie, la dueña de la camioneta parecía no estar por lo que sintió mucha tranquilidad, misma que se esfumó cuando escuchó que su voz provenía de la cocina, al parecer si estaba pero hablaba por teléfono.

Aixa no sabía que hacer por lo que los nervios se apoderaron de ella por completo, por dentro se estaba debatíendo entre si salir y llevar el coche a un taller y pagar con su dinero o hablar directamente con Ellie.

Finalmente optó por la primera opción, aunque un poquito tarde pues justo en el momento en que su mano se poso en el picaporte para abrir la puerta, la chica apareció.

— Aixa, por fin llegas, te estuve esperando una eternidad ¿Por qué tardaste tanto?.— le cuestionó una vez la miro.

— Ehhh..y-y-yo..— la chica comenzó a tartamudear.

— Bueno, olvídalo. Como vi que no llegabas me adelante y fui por los equipos quirúrgicos, libros y también por el calzado.

— ¿Entonces ya no vamos a salir?..— preguntó la castaña. Por dentro deseaban que le dijera que no pues con ese pretexto le pediría la camioneta prestada y así la llevarla al taller sin que ella se enterará.

— No, por ahora no.— la rubia la miro y notó su comportamiento extraño— ¿Estás bien?

— Si, si. Estoy bien.— le respondió rápidamente.

— Ok, ¿dónde están los víveres?.

La chica de pelo castaño palideció al escuchar eso. Había olvidado los víveres en el coche y ahora tendrían que ir por ellos, lo que significaba que su rommie vería el desatroso golpe.

— ¿Los víveres?. Los perdí.— hablo con rapidez.

— ¿Cómo que los perdiste?.— confundida— ¿Dónde?

— ¿Dije "Perder"?. No, me confundí, quise decir que están en el coche. Voy por ellos.

— Vamos, te ayudo a traerlos.

— ¡No!..— suelta un grito que hace a la rubia retroceder del susto.

— ¿Que te pasa? ¿Por qué gritas?. Casi me matas de un susto.

— Perdón, no fue mi intención, tú quédate aquí yo voy por las cosas.

— ¿Segura que estás bien?..—se acercó a ella— Te estas comportando de forma extraña sin mencionar que estas muy pálida; ¿te paso algo?.

— Si, no te preocupes, solo estoy un poco mareada, tal vez me dió aire, pero en unos minutos estaré bien.— afirmó con seguridad mientras se sentaba en el sillón.

— Bueno, quédate aquí. Meto las cosas a la cocina y vengo contigo, ¿ok?.— se levantó y salió de la casa.

El estómago de Aixa estaba completamente revuelto por tantas emociones que por un momento inconsientemente asintió pero casi de inmediato abrió los ojos como platos y salió detrás de su amiga.