Capitulo 14.

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Años atrás...

Era un 21 de marzo y la pequeña Elizabeth de tan solo siete años, justo cumplidos aquel día, se encontraba sentada y muy cabizbaja en uno de los columpios que su padre había mandado a construir para ella en un rincón de aquel enorme jardín que tenían en su casa. Eran ya más de las diez de la noche y la niña aún tenía la esperanza de que su progenitor cruzará por aquel umbral y le diera el regalo que tanto le había prometido, pero en si, no era el obsequio lo que anhelaba, si no el ver a su papá, ya que en todo el día no se había dignado a aparecer y los días pasados tampoco lo había visto mucho.

Elizabeth, entra a la casa. Ya está empezando a enfriar y no quiero que te enfermes, el lunes tienes escuela y por ningún motivo quiero que faltes.— esa voz era perteneciente a su madre.

Papá, papá, ¿no ha llegado?.— preguntó una muy ilusionada niña.

No y no creo que ya venga. Ya van a dar las 11:00, de seguro se le atravesó una cirugía, cómo sea, ya mañana lo verás. Obedece y entra.

Pero mami, yo quiero esperarlo aquí.

— ¡MÉTETE A LA CASA!.— la mujer soltó un fuerte grito que hizo estremecer y a la vez asusto a la niña, la cuál por el miedo obedeció de inmediato.

Ella entró corriendo y se fue directo a su habitación, una vez dentro cerró la puerta e inevitablemente se hecho a llorar en su cama, abrazando con fuerza un oso de peluche que estaba a su alcance. No entendía el porque últimamente sus padres estaban tomando esa actitud con ella y se preguntaba si había hecho algo malo ya que su mamá la regañaba y le gritaba por todo, así hiciera una mínima cosa o olvidará algo sin importancia siempre terminaba siendo regañada sin motivo alguno, mientras que cada vez que intentaba acercarse a su padre para mostrarle algo o simplemente para querer pasar tiempo con él, este siempre le decía que no tenía tiempo, que estaba cansado o simplemente trataba de darle por su lado sin poner la más mínima atención.

Sus lágrimas resbalaban por sus mejillas, unas tras otra y estás se intensificaron aún más cuando escucho gritos provenientes por parte de su madre, de seguro su padre ya había llegado y se armaría una pelea, cosa que la asustó demasiado pues no era la primera vez, así que rápidamente optó por esconderse en su armario.

¿¡Dónde estabas, Mariano!?

El hombre en un ligero estado de ebriedad y completamente desarreglado, soltó su sacó, se sentó en el sillón tocándose la frente con frustración.

Que pregunta tan estúpida. Soy cirujano,¿dónde creés que estaba, en el circo haciendo trapecismo?, obviamente estaba en el hospital, trabajando.

No me quieras ver la cara de estúpida que no la tengo, imbécil. Hace más de cinco horas llame al hospital y me dijeron que saliste a las 3:00, son las 11:00 y apenas vas llegando y mira nada más en qué estado, das asco.

Bueno, si.— se levantó y se dirigió a una vitrina dónde tenía más licor— Saliendo de ahí me fuí con Jun-Ho a un bar y nos tomamos unos tragos. Lo necesitaba, Esther, la presión en el hospital es mucha y una vez al año no hace daño, tengo derecho a desahogarme.

Con Jun-Ho, perfecto.— toma el teléfono y teclea— Si, ¿ estoy hablando a la casa de la familia Min?.— la persona al otro lado asiente- Si, me podría hacer el favor de comunicarme con el señor Jun-Ho.

✨Heartbeats Love✨ (Fanfic BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora