Solo nosotros dos

Capítulo doce

Leah

Hoy cumplo 21 años.

Mi cumpleaños no suele emocionarme, pero hoy es completamente distinto. Hoy es el primer cumpleaños que celebro sin mi madre.

Jane y James han venido por la mañana a verme. Han conseguido estar sin pelearse durante una hora, cosa que agradezco. Se han pasado solo para felicitarme porque los dos tienen cosas que hacer y vendrán por la tarde.

Así que ahora estoy paseando a Laika.

Realmente me encanta pasearla, me da paz. Estar con los auriculares, escuchando música y caminando tranquilamente es increíble. Hasta podría decir que es el único momento del día en el que dejo de pensar.

"History" de One Direction suena a todo volumen evadiéndome de mi alrededor. Esta canción me recuerda a mi madre. Recuerdo cuando era pequeña, un día que íbamos en el coche y me la puso. Me enamoré por completo del grupo.

Cuando llego a casa me encuentro a Alex tumbado en el sofá mirando una película mientras come unas patatas.

—Felicidades —le digo sonriendo mientras me acerco a él.

Se gira hacia mí y en su rostro aparece una sonrisa inmensa.

—Feliz cumpleaños, hermanita.

Me siento a su lado y me rodea los hombros con el brazo.

—¿Estás bien? —pregunta en un susurro, y no hace falta que diga más, sé perfectamente a qué se refiere con la pregunta.

—Mhm... —asiento —¿cómo estás tú?

—Bien, supongo —se encoge de hombros.

Yo simplemente lo abrazo, y nos quedamos así lo que me parece una eternidad hasta que de repente suena el timbre. Seguramente sea Jane. Camino hacia la puerta, pero al abrir me sorprendo.

—Felicidades —Ayden me sonríe y se acerca para abrazarme.

Yo tardo un momento en reaccionar, pero sonrío y cierro los ojos ante el contacto.

—Te has acordado —murmuro pegada a su pecho.

—Claro que me he acordado —replica indignado —. Y tengo un regalo.

Nos separamos y lo miro sorprendida.

—¿De verdad?

—Sí, pero ¿qué te crees?

—No lo sé, olvidarse de un cumpleaños es muy normal —pongo los ojos en blanco.

—Nunca me olvidaría de tu cumpleaños —se cruza de brazos.

Yo solo sonrío divertida, le hago un gesto para que entre y cierro la puerta detrás suyo.

—No es mucho... solo... —se pasa una mano por el pelo —cuando lo vi me acordé de ti.

—¿Estás nervioso? —sonrío burlándome.

—Cállate —me mira con mala cara —, tengo miedo de que no te guste.

—Ayden, me va a gustar sea lo que sea.

Entonces asiente y del bolsillo de su chaqueta saca una pequeña caja de un color azul muy oscuro con un lazo en medio de color plateado. Me lo acerca, lo cojo y empiezo a desenvolver el lazo. Cuando abro la cajita, dentro me encuentro con un pequeño collar plateado con una luna.

Sonrío inconscientemente.

—Ya sabes... me dijiste que te gusta mirar la luna —empieza a decir un poco nervioso y sin dejarlo terminar prácticamente me lanzo encima suyo y lo envuelvo en un abrazo.