☕︎ Capítulo 12 ☕︎

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La cita con Levi había resultado muy bien. El castaño se encontraba más que feliz, pero el azabache no se había aparecido ese día para trabajar.

Así que estaba bastante preocupado.

-Erwin, ¿Y Levi? -Preguntó dudoso desde la puerta de la oficina del recién nombrado.

-Ah, dijo que se encontraba indispuesto.

El castaño se sentía bastante culpable. El azabache se había pasado de frío el día anterior por su culpa.

-¿Sabes dónde vive?

-¿Para qué quieres esa información? - Curioseó divertido.

-Digamos que tengo parte de la culpa de que se encuentre mal...

-Está bien. Esta es su dirección -Rió mientras le entregaba un papel con la dirección del pelinegro.

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Ding - Dong 🔔

-¿Quién es? -Exclamó un somnoliento azabache mientras se estiraba y abría la puerta.

-Jeje, hola -Saludó avergonzado.

-¿Qué haces tú aquí?

-Erwin me dijo que te encontrabas indispuesto y decidí venir a verte -Respondió mientras se rascaba la nuca.

-Pasa -Dijo para después darle la espalda y sentarse en el sillón.

-Emm, no sabía muy bien qué tenías. Así que compré de todo un poco. -Admitió mientras dejaba la bolsa sobre la península de la cocina y comenzaba a mostrar su contenido. -¿Te gusta la Jalea? Te compré compresas, paracetamol, un termómetro por si no tienes, también unas compotas. ¿Quieres que te cocine? Espera. -Dijo mientras comenzaba a toquetear el rostro y las manos del azabache. -Parece que tienes fie-

El azabache se paró rápidamente del sillón y se acercó al moreno.

-Eren, cálmate -Dijo mientras tomaba las manos del castaño y las bajaba lentamente.

-Pero tienes fiebre...

-Estoy bien. Solo necesito descansar.

-Perdón, todo ésto es mi culpa.

-No. No es tu culpa.

-Aún así, déjame cuidarte.

-No es necesa-

El castaño hizo caso omiso a las palabras del azabache y lo cargó entre sus brazos.

-¡E-espera! ¡¿Qué haces?!

-Te llevo a tu habitación.

-Bájame, soy pesado -Atacó mientras ponía sus manos sobre el pecho del castaño e intentaba liberarse del agarre.

-¿Subestimas mi fuerza? -Desafió.

-No es así -Musitó mientras rodeaba sus brazos y escondía su rostro en el cuello del castaño.

Y así si más, el moreno se encaminó hacia la habitación del pelinegro.

-¿Cuál es?

-La de la derecha -Señaló apuntando con el dedo sin levantar la cabeza.

-Pero me estás apuntando la de la izquierda...

-Perdón, es la de la derecha.

-Pff.

Una vez entraron a la habitación, el castaño depositó suavemente al azabache sobre la cama, lo arropó y cerró las cortinas, prendió la lámpara que se encontraba sobre la mesita de noche y se paró para ir a buscar las compresas. Pero el azabache lo detuvo, mientras lo agarraba de la polera.

-No te vayas...

-T-tranquilo, voy a buscar algo.

-Está bien, anda. Pero más te vale volver.

Definitivamente el pelinegro no se encontraba consciente...

Después de que Levi comió y le bajó consideradamente la fiebre. Eren se dispuso a limpiar y dejar reluciente aquel lugar. Había notado que el azabache era bastante pulcro con ese tipo de cosas, así que pensó que se sentiría mejor una vez despertara y todo estuviera ordenado.

-Eren...

-¿Sí?

-Gracias -Dijo mientras le tomaba la mano y la acariciaba suavemente.

-No es nada -Musitó mientras sonreía y depositaba un pequeño beso en la mano del pelinegro.

-¿Y por qué no en la boca?

-¿Seguro que te bajó la fiebre?

-Yo pregunté primero.

-No sé cómo responder...

-¿Con un beso?

-Cuando estés más consciente lo vas a recordar y te vas a enojar.

-¿Y qué? -Dijo mientras atraía al castaño hacia él.

Sus bocas estaban a tan solo unos cuantos centímetros. Pero no, el castaño no podía dejarse llevar. El azabache estaba vulnerable y no podía aprovecharse de eso.

Cuando sus bocas estuvieron a punto de juntarse, el castaño puso su dedo sobre la boca del pelinegro y sonrió.

-No puedo -Musitó mientras se paraba rápidamente y arropaba una vez más al pelinegro.

-Eso no se hace.

-¿Qué cosa?

-Dejar con hambre a una persona enferma.

-Pff. Me tengo que ir -Respondió divertido.

-Entonces vete, ¿qué esperas? -Dijo molesto mientras le daba la espalda al castaño.

-Te encanta manipularme, ¿no es así?

-Ya vete, estoy cansado -Dijo mientras levantaba la mano en señal de despedida.

Muak.

-¿Feliz?

-Yo dije en la boca, no en la mejilla.

Las orejas del azabache estaban coloradas.

-Jajaja, adiós.

-Tsk.

𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂́

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𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂́...✍︎

Cántame al oído ﹙𝐄𝐫𝐞𝐫𝐢﹚ ִֶָ︕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora