cap 1

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—¡Oh, no, no, no, no, no! —murmuró Sakura con incredulidad mientras
observaba a sus tulipanes color rosa, blanco y amarillo ser arrancados brutalmente
de la tierra.

Se alejó del escritorio de la computadora y salió enfurecida hacia la
puerta principal. Ella iba a matarlo, esta vez no había duda de ello.
Después de cinco largos años de tonterías juveniles él por fin había llegado
demasiado lejos.

Su compañera de habitación no había sido siquiera capaz de
molestarla tanto, incluso cuando pasó por su período de seis meses sin bañarse o sin
usar desodorante para “salvar el planeta”.
Hace cinco años había estado orgullosa de comprar su primera casa a la
madura edad de veinticuatro años.

Había trabajado fuertemente para comprar su
casa de ensueño, un rancho de un nivel con dos recámaras. La experiencia de ser
propietaria de su casa era mejor que cualquier cosa que pudiera haber imaginado.
Pasó incontables horas eligiendo la combinación perfecta de colores para
cada habitación, limpiando, organizando y asistiendo a cada venta de garaje en un
radio de 48 kilómetros, tratando de transformar la madera y el yeso en un
verdadero hogar.

Nada de ese trabajo podría incluso comenzar a compararse con
las incontables horas que pasó con su césped y jardín. Con innumerables ampollas,
cortes, picaduras de abeja y dolores de espalda, ella convirtió su aburrido patio en
un paraíso.

Su alegría duró cuatro meses. Fue entonces cuando él se mudó a la casa de
al lado. Al principio estaba emocionada de tener un vecino, uno que no era anciano
y bueno, malhumorado. Todo su placer terminó en el momento en que conoció a
Sasuke Uchiha.

Durante los primeros diez minutos de su llegada se había apoyado en su
buzón de correo, derramado envolturas de comida rápida desde su auto en la
propiedad de ella, la cual rápidamente se desplazó sobre su inmaculado césped y
orinó en el viejo y grande árbol de roble en su jardín delantero con una tímida
sonrisa y un encogimiento de hombros en su horrorizada dirección.

El hombre era un bárbaro.
Por los siguientes cinco años, él volvió su pintoresca vida una pesadilla. No
estaba segura de cómo una persona lograba tomar tanto control sobre su felicidad,
pero él lo hizo. Con los años ella trató con municiones de paintball decorando la
ropa colgada en su tendedero y al lado de su casa, música fuerte, fiestas, dos veces
encontró gente desnuda tratando de trepar la cerca para bañarse desnudos en su
piscina, borrachos jugando baloncesto a las tres de la mañana, mujeres lanzando
ataques histéricos en su césped delantero y a veces en el de ella cuando el idiota se
negaba a salir y tratar con ellas.

Lo que lo hacía peor era que ambos trabajaban en la misma escuela
secundaria privada, en el mismo departamento, en aulas y plazas de aparcamiento
contiguas. No pasó mucho tiempo para que él convirtiera su trabajo y casa de
ensueño en una pesadilla. En el trabajo tenía que tratar con sus constantes
“prestamos” de cosas de su espacio como papel, lápices, libros y hasta su escritorio una vez.

Él parecía creer que era el hombre más encantador en la tierra y no tenía
ningún problema en utilizarlo para salirse con la suya, dejándola a ella con trabajo
adicional y responsabilidades mientras que él llegaba a ser el despreocupado
maestro.

No le tomó mucho tiempo darse cuenta de que tendría que aguantarse
eso en el trabajo. No había forma de que a su edad pudiera conseguir un trabajo
mejor. Había tenido suerte al aterrizar en este. Así que la única opción que le
quedaba era mudarse.

Después del primer año trató de vender su casa, sin éxito. Cada vez que un
posible comprador estaba alrededor él los espantaba sólo por ser Sasuke. Abandonó
la idea de vender su casa durante los siguientes dos años y la retomó de nuevo el
año pasado, cuando él agarro un palo de golf y le disparó a tres de sus ventanas.

EL VECINO INFERNAL (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora