—¿Acabas de gruñir? —preguntó Hidan, riendo.
Sasuke arrancó sus ojos del trasero en retirada de su pequeña saltamontes y
le frunció el ceño al hombre.
—No. —Pero lo hizo. Oh maldición, lo hizo. Había estado imaginándose
quitándole el glaseado a sakura a lametazos de unas cien maneras diferentes desde que ella se lo había ofrecido.
Lamer glaseado de una mujer era una simple fantasía y una que había
soñado hacer por años, pero no había encontrado a la mujer correcta con quién compartirlo. No había ninguna duda de que podría haberle pedido a cualquiera de las incontables mujeres con las que había dormido en el pasado que viviera con él, esta pequeña fantasía pervertida antes, pero nunca se sintió lo suficientemente cómodo con ninguna de ellas.
Con sakura…No había nada sobre lo que nopudiera hablar con la mujer. De hecho, le
había mencionado esta fantasía apenas la semana pasada. Después de que juguetonamente, lo tentara por al menos una hora sobre ello, juró que lo dejaría lamer cualquier cosa que quisiera de su cuerpo. En cualquier momento. Treinta segundos después estaba luchando por meter sus malditas piernas en sus pantalones y mentalmente haciendo una lista de compras cuando ella regresó a su habitación esbozando una sonrisa y llevando puesto un bikini de crema batida.
Podía haberla derribado al suelo y quitado a lametazos cada condenado
bocado cremoso antes de echarse al hombro a su saltamontes que reía tontamente y llevado al refrigerador donde procedió a ponerle todas las coberturas para helado que tenía para buen uso.
Dios, amaba a esa mujer.—¿Disculpa? ¿Me recuerdas? —preguntó una hermosa mujer con sedoso cabello azulado, sacándolo de sus pensamientos.
Sasuke la miró y frunció el ceño. No tenía ni idea de quién demonios era ella y a juzgar por la apreciativa mirada que Hidan le estaba lanzando a ella, a él le gustaría conocerla mejor.
—No, lo siento —dijo, tomando un sorbo de su cerveza.
Su coqueta sonrisa vaciló por un segundo, y después volvió con toda su
fuerza. Sin preguntar empujó la silla a su izquierda y se sentó, asegurándose de inclinarse hacia adelante lo suficiente para darle una vista de su generoso escote.
Estiró la mano para recorrer su brazo con los dedos solo para encontrar que
él la apartaba.—¿Puedo ayudarte? —preguntó, sintiendo que todo su buen humor se
esfumaba. No había ninguna duda de que esta mujer había visto a Sakura con él hace apenas unos minutos. Es curioso cómo había habido una vez en que encontraría el comportamiento agresivo de esta mujer halagador y probablemente
habría echado a su cita por ella, pero ahora estaba con sakura. Lo cabreaba sin fin el que las mujeres miraran a su pequeña saltamontes una vez y la descartaran como si no fuera nada.
—Bueno —dijo, prolongando la palabra mientras se movía en su silla,
dándole un mejor vistazo de sus pechos—, estaba allá con mis amigas y curiosamente tú eras el tema de conversación. Luego repentinamente estabas aquí y no pude evitar sentir que el destino me estaba diciendo que tú y yo deberíamos pasar una larga noche sin dormir en mi cama esta noche —dijo con voz ronca.
—Mierda —murmuró Hidan, tomando un muy necesitado sorbo de cerveza.—¿No estabas sentada con las amigas de Sakura? —señaló Naruto, sonando tan cabreado como él se sentía.
Ella se encogió de hombros ante el comentario de Naruto.
—Estoy sentada con mi amiga —enfatizó—. Nunca sería amiga de alguien tan fría como Sakura.
Con ese anuncio los tres hombres se rieron a carcajadas. Sakura era muchas cosas, ¿pero fría? Diablos, no.
Todavía podía ser un poco débil, pero sólo porque de verdad se preocupaba
por no herir los sentimientos de otras personas. Desde luego eso era algo en lo que necesitaban trabajar, pero estaba dispuesto a ignorarlo por ahora.
La mujer lo fulminó con la mirada mientras cruzaba los brazos por su
abundante pecho, lanzándole lo que probablemente era su mejor mirada de bruja.—Me pregunto cómo te sentirías si descubrieras que están jugando contigo
—dijo bruscamente.
—Oh, ¿y quién está jugando conmigo? —preguntó Sasuke, todavía riéndose.
—Sakura —dijo.
—Ahora puedes irte —dijo él, indicándole con la cerveza que se fuera.
Maldición, las mujeres verdaderamente podían ser brujas sin corazón. Hablando mal de su pequeña saltamontes por una oportunidad con él, era bajo.
Comprensible, pero bajo.
Ella inclinó la cabeza a un lado, estudiándolo.
—Oh, ¿en serio? ¿No crees que esté jugando contigo?
—Nunca pasaría —le dijo, indicándole de nuevo que se fuera. Incluso Hidan
se veía como si quisiera que se fuera y eso era decir algo. Normalmente el hombre no era tan selectivo con sus compañeras de cama y para él querer que una mujer fácil se fuera decía mucho sobre lo que sentía por Sakura. Sasuke supo que el hombre
estaba comenzando a ver a Sakura como una hermana sino, tendría que
abofetearlo.—¿Entonces por qué no ha dormido contigo todavía? —preguntó ella,
sonriendo con suficiencia.
Todo en él se congeló con la pregunta. Sus ojos giraron rápidamente hacia
sus dos amigos para ver que ambos hombres estaban mirándolo fijamente, claramente sorprendidos.
—No tienes ni idea en absoluto de qué demonios estás hablando —dijo
Sasuke bruscamente, tratando de ignorar el temor que comenzaba a levantarse.
Habían estado juntos por dos meses y ni una vez la había presionado o
cuestionado por su negativa a dormir con él. Incluso se contuvo durante esas veces en las que pensó que se moriría si no entraba en ella. Había asumido que sólo quería llevar las cosas con calma, asegurarse de que él no iba a ser un imbécil y la dejara cuando se cansara de ella.
De repente deseó haberle preguntado por qué no dormiría con él la primera
y única vez que sacó el tema en lugar de sólo estar feliz porque le diera una
oportunidad.
—¿Oh? Sucede que sé que no ha dormido contigo y no tiene planeado
hacerlo. Está jugando contigo ahora mismo. Según ella sólo no estás a la altura de sus estándares.
Hidan lo tomó a risa.
—Encanto, ve a tratar de engañar a alguien más. No sabes una mierda de lo que estás hablando.
Levantó una ceja perfectamente depilada hacia él mientras se ponía de pie.—¿No lo sé? Sé que no dormirá con él porque no está enamorada de él —
anunció triunfante, provocando que el aire en sus pulmones saliera volando.
—Cuando te canses de que jueguen contigo llámame —dijo ella, empujando una servilleta doblada hacia él.
Él apenas fue consciente de lo que Hidan y Naruto le dijeron a ella o de que Hidan tomaba la servilleta y la rompía en mil pedazos.
Sakura no lo amaba.
—Sasuke, no te ves muy bien, hombre —dijo Hidan, poniéndose de pie y
sentándose en el asiento que la bruja sin corazón acababa de desocupar. Tomó la jarra de cerveza y llenó el vaso de Sasuke—. Toma un trago —dijo él, empujando el vaso hacia él hasta que no tuvo otra opción que hacer justamente eso.
—Mira, no sé qué sandeces estaba escupiendo ella, pero sí sé que Sakura te adora completamente —dijo Hidan con voz reconfortante, dándole un susto de muerte. Hidan no intentaría tranquilizarlo a menos que fuera malo.—Él está en lo cierto —coincidió Naruto perfectamente—. Obviamente ella está tratando de comenzar alguna mierda para Sakura. Solo ignora sus estupideces.
No sabe de lo que habla.
Sasuke forzó una sonrisa.
—Quizá tengan razón.
Hidan resopló.
—Por supuesto que estamos en lo cierto. Cualquiera que haya estado
alrededor de ustedes dos los últimos dos meses sabe que no pueden quitarse las manos de encima el uno del otro.
Pero no habían hecho el amor, pensó Sasuke amargamente. Ella había hecho todo con él excepto eso y ahora Sasuke tenía una sensación de que la razón detrás de ello ya no era tan simple.
—¿Ordenaste alitas de pollo picantes? —preguntó Sakura, envolviendo sus
brazos alrededor de su cuello y poniendo un dulce beso en su mejilla.
Naruto le lanzó una mirada de “te lo dije” por encima de su cerveza.—No, todavía no —dijo él, bajando su cerveza para que pudiera tomar su
mano en la suya. Sus ojos salieron disparados más allá de Sakura a la mesa de mujeres que estaban mirando en su dirección y riendo. Su mandíbula se apretó casi
dolorosamente ante la idea de que Sakura jugara con él.
Por supuesto Sakura era inconsciente de todo incluyendo el cambio en su
humor.
—Bien, voy a ordenar algo en el bar entonces. Ahora regreso.
—Está bien —dijo Sasuke, incapaz de apartar los ojos de las mujeres riéndose de él.
Hidan y Naruto deben haber seguido la dirección de su mirada.
—No le digan esto a Sakura, pero la mayoría de sus amigas son unas brujas
—dijo Hidan, vaciando lo último de la cerveza en su vaso.
Normalmente él estaría de acuerdo con eso, pero ahora mismo tenía un mal presentimiento de que era el objeto de una broma. En realidad no podía evitar sentir que Sakura podría haber estado jugando con él todo este tiempo.
Solo había un modo de averiguarlo y esta noche tenía miedo de que
consiguiera sus respuestas de un modo u otro.—No eches esto a perder —dijo Naruto, sin duda interpretando correctamente la expresión de determinación en su cara—. No sé qué está sucediendo entre Sakura
y tú, pero esas mujeres claramente están queriendo joderla. Por favor no te jodas a ti mismo en el proceso.
Sasuke no contestó de inmediato. Vacío el resto de su vaso lentamente.
Finalmente, puso el vaso de nuevo en la mesa y se reclinó hacia atrás, permitiendo a sus ojos buscar a su pequeña saltamontes. Estaba en el bar riéndose por algo que Becky, la cantinera, le dijo.
No sabía qué demonios haría si descubría que su pequeña saltamontes estaba jugando con él, pero esta noche iba a averiguarlo.
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EL VECINO INFERNAL (Sasusaku)
Storie d'amoreHarta de ser la pusilánime más grande del mundo, Sakura decide que las cosas van a cambiar empezando por el enervante vecino que tiene mucho encanto pero no suficiente compostura. Lo que no esperaba era ser succionada hacia su mundo, pero Sakura ti...