Capítulo 4: Nota de Suicidio

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Dereck

Entré en la habitación del hotel empapado, resfriado y con el corazón hecho añicos.

Me tiré en la cama sin importarme que el agua humedeciera al colchón, básicamente sin importarme nada. Quise pensar seriamente en lo que me estaba pasando, analizarlo y tomar la mejor decisión, pero no pude siquiera recordar mi nombre, seguía en shock.

Cerré mis ojos y me quedé profundamente dormido.

Un par de fuertes golpes en la madera me despertaron molesto.

—Servicio a la habitación —Dijo una fuerte voz femenina.

— ¿Uhmm? —Respondí.

Fuertes golpes se escucharon y me levanté con gran dolor en todos mis músculos.

—¡Ya voy! —Grité a unos metros de la puerta, la abrí y dije —No lo quiero, largo. —La cerré de un portazo en la nariz a la chica y no hubo más molestias. Nunca antes había tratado mal a un extraño.

Fui hasta el sofá de la habitación y me senté ahí unas tres horas sólo repitiéndome las últimas conversaciones con ese hijo de puta.

¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Ahora qué haré? No tengo a nadie, literalmente.

No tengo el dinero suficiente para largarme sólo, no tengo ni el valor de hacerlo.

Mi pecho dolía como si cada bocanada de aire no sirviera de nada, mis ojos estaban rojos e hinchados por tanto llorar. Quería dormir y no despertar nunca.

Nadie me quería, ni siquiera yo.

Obviamente la escuela ya se fue al carajo.

Dios no me escucha.

¿Qué más me quedaba?

Sólo destruía la vida de las personas, la de mis padres, la de Kurt, la de mis amigos. Todos estarían mejor sin mí.

Así pasaron las horas en el reloj, hablando conmigo mismo.

Es malo tener piezas de un corazón roto sobre la mesa de una habitación hotelera y una mente capaz de distorsionar y deformar todos tus pensamientos bizarros. Definitivamente es malo.

Y si ni yo quiero estar cerca de mí, ¿porque seguir vivo? ¿Qué hay de maravilloso en respirar aire contaminado y romper el corazón de las personas?

Nada tiene sentido, sólo naces para morir. Todo lo que hay en medio de esos dos es espació vacío sin importancia. Recordé todo lo poco que sabía de nihilismo y todo cobró sentido.

¿Qué si eres buen chico?

No importa

¿Qué si eres el mejor de la clase?

No importa

¿Qué si amas a alguien?

...

Amar es lo más insignificante en la vida.

Miré toda la habitación, me sentí inseguro, estaba demasiado cerrado, la pequeña ventana no dejaba entrar bien la luz, apenas y podía mirarme a mí mismo en el espejo.

Soy un asco.

Estaba con el cabello un tanto grasiento y sucio, mi ropa arrugada olía a tierra y ni hablar de mis zapatos.

Me metí a la regadera y abrí la primera llave que vi, era la fría. Tardé unos minutos en darme cuenta que seguía vestido, me quité toda la ropa y la dejé en una esquina de la regadera.

Comencé a mirar mis brazos y mi torso, a medida en que lo hacía me sentí sucio. Recordé todo lo hice con Kurt aquella noche y culpa fue lo que mas me dio.

Different Love [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora