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Mire el reloj de la pared, eran las 5.30 pm. Se me hacía tarde si es que quería llegar a tiempo y arreglarme. Jugaba con mis dedos ansiosa buscando cualquier excusa para irme, para mi mala suerte nada pasaba entonces me arme de valor y terminé por hablar.

-Oigan chicos, me voy.- Dije tomando mis cosas evitando la mirada del castaño. - Se me hace un poco tarde.

Escuche a los chicos decir que estaba bien pero el castaño tomó mi mano.

-¿Quieres que te lleve?- Dijo Steve

-Vendrá a hacer pijamada a mi casa.- Salió Nancy del cuarto de su novio.-  ¿no te acordabas mensa?

-Si la pijamada- Dije obvia.- perdón, se me pasó.

-Pensé que iriamos hoy a la fiesta, Nancy ira también.- Hablo Steve cruzándose de brazos.

-Pues si pero nos alistaremos juntas, por dios Steve ni que te la fuera a robar, trata de disimular al menos.

Steve rodo los ojos y hablo.
-Estas loca.-

No entendía porque Steve a veces era así, se supone que le gusta Nancy y de repente tenía estas contestaciones, suspire dándole palmaditas a Steve

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No entendía porque Steve a veces era así, se supone que le gusta Nancy y de repente tenía estas contestaciones, suspire dándole palmaditas a Steve. •Y aunque tuviera una mínima sospecha de otra cosa, tenía que borrar esa idea.•

Después de despedirnos de todos salí con Nancy y caminamos hasta perder de vista la casa de los Byers.

-Bien, cada quien a su casa y nos veremos en la fiesta antes de que llegue Steve. ¿Ok?

Asentí y nos despedimos con un abrazo cada quien tomando su rumbo. Camine con rapidez a la parada de autobús para tomar uno que me llevara directo a casa, así ahorraría tiempo.

Cuando llegue a casa, abrí la puerta dejando mi bolsa en el perchero, pude ver como mi mamá estaba en la cocina.

-Ah...que bueno que llegas.- Hablo dejando de hacer lo que sea que hiciera. - te recuerdo que no es hotel esta casa.

Asentí cansada- Aja.

-Voy a salir, como la señorita no avisa si vendrá temprano o no, no hice comida.

-No te preocupes por eso.

-No me esperes despierta y tienes prohibido salir.-Tomo su bolso.- Deje dinero para que pidas algo de comer.- salió sin despedirse.

Ignore lo que dijo y me metí a la cocina por un vaso de jugo, me fijé en la mesa viendo el supuesto dinero que dejó y solté una carcajada al ver que solo dejó 5 dólares, rendida ante la tonta acción de mamá, miré el reloj.

Kairos. ▪︎//Billy Hargrove.  (corrigiendo) (resubiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora