Kairos se refiere a los momentos cruciales, delicadamente perfectos: la fugas oportunidad de tiempo y lugar que crea la atmósfera oportuna para la acción las palabras o el movimiento.
"¿Puedes quedarte?...solo por esta noche"
"Ya es tarde para eso...
Abrí los ojos, todo estaba oscuro a mi alrededor estaba mareada y tenía un fuerte dolor en el costado de mi cabeza, estaba desorientada y cuando traté de alzar mi mano me di cuenta que estaban atadas al igual que mis pies.
Trate de recordar bien lo que habia pasado, entonces recapitule lo importante Billy era un huésped. Tratamos de salvarlo pero todo se fue a la mierda, me dieron un golpe fuerte en la cabeza y ahora estoy aquí.
Básicamente eso...
Novia mis manos intranquila tratando de desatarlas sin éxito alguno, lo más que había logrado fue desatar un poco mi pie izquierdo pero no era de mucha ayuda porque no sabía ni siquiera donde estaba metida. No veía absolutamente nada.
¿Qué tal si ya estaba muerta y aún no lo aceptaba?
Escuche el ruido de la puerta de un auto, me quede quieta y escuche unos pasos acercarse. ¿Estaba en una cajuela? Se abrió la cajuela y era él, cerré los ojos al contacto con la luz.
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-Por fin despiertas.- Hablo él- ¿Cómo estás dormilona?
No podía hablar, tenía una cinta en la boca.
-¿No planes contestar?- Hablo burlón.- Pero si tú nunca sabes quedarte callada..._____
Nego cruzado de brazos burlón, me tomó por la cadera y me levanto como si fuera un costal de papas, por más que forcejeaba era inútil. Era la fábrica abandonada, me asegure de ver a todos lados buscando a donde huir.
Lo único que veía era árboles y más árboles, sin un alma a quien pudiera pedir ayuda.
Al entrar llegó un olor a mi nariz asqueroso, como a carne podrida, el rubio bajo las escaleras y me dejó recostada en el suelo mojado.
-Te tengo una sorpresa.- Hablo mientras dejaba un beso en mi frente.- Lo hice por ti...me deshice de tus problemas cielo...como te lo prometí.
Paso una mano por mi mejilla y yo cerre los ojos lagrimeando un poco, mi respiración era acelerada. Tenía miedo, ¿De qué hablaba?
El rubio se levanto, acomodo mi cabello detrás de mi oreja mientras quitaba la cinta de la boca y me obligo a mirar lo que tenía enfrente, había gente formada...como poseída, un gran ejército de personas con los ojos en blanco y un aspecto putrefacto, con la piel pálida y varias heridas.
Trague saliva nerviosa, era como una película de terror, pero lo peor se cruzó frente a mis ojos cuando entre todas esas caras irreconocibles estaba la de mi mamá, negué frenéticamente llorando al verla ahí.
