Hypnos observaba detenidamente cómo la figura, evidentemente agotada de Aquiles, que se desvanecía lentamente, alejándose entre la bruma y la oscuridad de la monumental puerta del Castillo Heinstein.
Soltando un silencioso suspiro, mirando por el rabillo del ojo, como los largos oscuros cabellos, se movían en un movimiento ondeante. A pocos pasos, Thanatos, se cruzaba de brazos, recostando su espalda en la prominente columna de piedra, que se encontraba casi a su costado.
—Atheno realmente lo capturó —Rompió el silencio, con un tono indiferente en su voz. Hypnos inhaló profundamente, tensado su cuerpo—. Podríamos ir personalmente a rescatarlo. Después de todo, Atheno se encuentra rodeado únicamente de humanos.
Hypnos retorno la mirada hacia el frente, frunciendo el ceño, cruzando sus brazos sobre su pecho, sin dejar de mirar los extensos terrenos llenos de árboles, que en medio de la bruma parecían una aparición fantasmagórica.
—No nos resultaría favorable —Rompió su silencio tensando su quijada—. ¿Te has preguntado por qué, el señor Hades no ha intentado escapar, aun estando rodeados de humanos? Atheno no los expondría al peligro. Lo más probable es que Atheno haya levantado una barrera.
—Razón por la cual, Aquiles tuvo dificultades para encontrar la presencia del señor Hades.
Con un ligero movimiento, Hypnos asintió.
"Es impresionante verte tan tranquilo, a pesar de... la situación."
Dejando libres sus brazos, comenzó a caminar por la misma dirección en la que Aquiles había desaparecido, sin dejar de mirar el vasto terreno. Caminando sin rumbo fijo entre los follajes de colores cálidos del bosque lo rodeaban.
—¿A dónde vas, Hypnos?
Ignorando las palabras de su hermano, Hypnos continuó alejándose lentamente, con pasos ligeramente vacilantes.
"Hades prisionero de Atheno. Es imposible que Atheno no reconozca lo que siente. Sin embargo, también es imposible que Hades, no odie más a Atheno."
Hypnos continuó descendiendo sin rumbo fijo, sus ojos mirando a la nada, en ese instante sus pensamientos iban dispersándose, alimentando una inquietud que va creciendo en su interior. Levantando la mirada al débil resplandor plateado de la luna, que escasamente traspasaba las espesas ramas y hojas de los follajes, en su interior, algo se estremecía, erizaba su cuerpo comenzando a consumirlo con un lento sufrimiento y aún con esa retorcida sensación, mantuvo su indiferente rostro, y comenzando a fundiéndose paulatinamente en medio de la oscuridad.
Las cortinas oscilaban con lentitud agitadas por la brisa nocturna.
Su ceguera lo había obligado a volverse más alerta de cada insignificante ruido, y de cualquier efímera sensación. Con su cosmos restringido, no tenía la suficiente fuerza para romper las ataduras de sus adoloridas manos.
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El Cautiverio de la Oscuridad
FanfictionPor fin se encontraban frente a frente. Po fin, en esta era, Atheno había logrado llegar a los Campos Elíseos, donde por fin podía enfrentarse cara a cara a Hades, el dios del Inframundo. Sin saber que un repentino ataque traicionero, pondría en mar...