EL SECRETO DE SU MIRADA

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EL SECRETO DE SU MIRADA

La mesita de luz de nuevo, el sol tenue reflejándose en el cuero percudido del álbum familiar. Luisa revé las fotos una y otra vez; Luisa, en la playa de Santa Teresita, tomando sol con su panza de cinco meses apuntando al firmamento; su marido Jorge, al costado, con el mate en mano. Luisa en las montañas de Córdoba, con sus pelos al viento y su hija Rebecca de cinco años, de la mano, con un vestidito floreado y unos zapatitos rosas haciendo juego; en su cara se dibujaba un ligero puchero infantil. Rebecca en su primer día de escuela, con su guardapolvo impoluto y su mochila cuadrille, sonrisa enmarcada. Rebecca en su comunión, con una túnica blanca, sus manos entrelazadas de las que pendía un rosario, seriedad en su rostro. Rebecca, en su último día de primaria, de la mano de un amiguito, sonrisa que resaltaba la blancura de sus dientes. Rebecca, en sus 15 años, bailando el vals con su vestido blanco, de la mano de su padre, ambos sonríen. Rebecca, con la cara pintada de huevo y harina, último día de la secundaria, su amigo, al costado, festejando con ella. Rebecca y su amigo, en el viaje de egresados, nevaba ese día. Rebecca, en una instantánea, en el colectivo, yendo a cursar su primer trimestre en la facultad de medicina, sonreía, sus ojos brillaban. Rebecca, en el rosedal, abrazada a su novio, Juan. Rebecca, en el cumpleaños de su padre, sentada en el sillón de la sala, observando por la ventana, mirada perdida. Rebecca, en una fiesta, con un grupo de compañeros, despeinada, con sus ojos fijos en el piso, sus amigos sonriendo; Rebecca en un almuerzo, con su amigo de toda la vida, ambos con el entrecejo fruncido, mirada iracunda. Rebecca, en una foto instantánea, saliendo de la facultad, una noche de invierno, mirando hacia atrás; Rebecca, en otra instantánea, durmiendo en su cama, enrollada entre las sábanas. Foto de Rebecca en folleto, con la leyenda "se busca paradero de jovencita, estatura mediana, tez blanca notificar en la comisaría sexta de Wilde". Rebecca, en papel fotográfico, boca arriba, ojos cerrados, desnuda, cuerpo pálido, herido, sobre mesada de acero, con una gran "y" cocida a carne viva en su pecho inerte. Recorte de diario con foto de Rebecca, a color, en Clarín, con un titular "Encuentran a mujer acuchillada en las orillas del Riachuelo, todavía se desconoce la identidad del presunto asesino".

Luisa cierra el álbum, lo apoya en la mesita de luz hasta el otro día, hasta que el crepúsculo gravite en su ventana de nuevo y ella vuelva a ojearlo. Así todos los días, en esa eterna condena.

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