Estamos en esto juntos

Encuentros en el Callejón

Finalmente, llegó el día en que Pansy tenía programado ir al Callejón Diagon con su madre. Harry ya había decidido ir también. Quería poder vigilarla, en caso de que se presentara algún problema desconocido. Su deseo de protegerla era tal que ni siquiera pensó en ello, sus instintos lo guiaban una vez más. En este caso, sin embargo, la magia, y la magia del anillo de la familia Potter en particular, lo estaban impulsando a cuidar a Pansy. Era una pareja potencial, y había futuros posibles con ella como madre de la próxima generación de Potter, lo que significaba que Pansy debía ser protegida.

Sin embargo, Harry no estaba al tanto de esta capa más profunda de magia que lo llamó al Callejón Diagon ese día. Más que nada, solo quería volver a ver a su novia, incluso si tenía que actuar como si aún no estuvieran juntos. Por una vez, Harry se sintió como un adolescente normal, añorando a su chica en lugar de preocuparse por el peligro. Esto trajo una sonrisa a su rostro cuando Dobby lo transportó a un rincón tranquilo del callejón mientras estaba debajo de su capa. Todavía desconfiaba un poco de aparecer en público, pero sabía que Dobby se quedaría cerca si se requería una escapada rápida.

De todos modos, esta aparición pública sería un poco diferente de sus aventuras anteriores en el mundo mágico. Tenía un guardarropa real para una cosa, con ropa que le quedaba bien por primera vez en su vida. Tenía un nuevo par de anteojos por primera vez en varios años, y la receta actualizada ayudó mucho más de lo que hubiera pensado. También tenía un conjunto de contactos, pero no quería revelar ese pequeño secreto todavía. Por esta razón, tenía un segundo par de anteojos con lentes transparentes para cuando se sentía paranoico. Con todas las batallas por su vida en las que se metía, perder sus anteojos en medio de una de ellas era demasiado peligroso y Harry no estaba interesado en tratar de pelear mientras estaba casi ciego a cierta distancia.

El callejón estaba bastante ocupado, pero no tanto como el año pasado. Por supuesto, todavía faltaba casi una semana para la escuela, por lo que las prisas tempranas y tardías para obtener útiles escolares no estaban ocurriendo en este momento. Vio a algunos estudiantes con sus padres dirigiéndose a las distintas tiendas, pero Pansy aún no estaba entre ellos. Sin embargo, había una multitud reunida en Quality Quidditch Supplies, por lo que Harry se acercó para ver qué estaba pasando.

Allí, en la ventana, había una escoba nueva en un podio especial. Un letrero lo anunciaba como el nuevo Firebolt, la escoba de primera línea que hacía que todas las escobas anteriores parecieran juguetes en comparación. Más rápido, más elegante, más maniobrable, sonaba como un sueño hecho realidad para un jugador de quidditch como Harry. Pero el letrero también revelaba que el precio estaba disponible solo a pedido, y Harry estaba bastante seguro de que eso significaba que sería increíblemente caro. La Nimbus 2000 de Harry era lo suficientemente buena de todos modos, y había hecho quedar a Malfoy como un tonto el año pasado a pesar de que había tenido el modelo del año más nuevo.

De todos modos, era dudoso que los Malfoy pudieran molestarse en mimar más a Draco en este momento, con Lucius en Azkaban durante los próximos meses. Lamentablemente, se demostró que la falta de fe de Harry en el sistema de justicia era parcialmente correcta. Cualesquiera que fueran los hechizos que Lucius había usado en los muggles eran difíciles de determinar, y el hecho de que estuvieran encerrados en un calabozo debajo de su mansión lamentablemente no era un crimen tan severo como debería haber sido. Al final, solo había sido sentenciado a 6 meses de prisión. Sin embargo, los numerosos artículos oscuros encontrados dieron lugar a una serie de multas severas. Con suerte, eso al menos llevaría a Malfoy a ser menos capaz de lanzar sobornos. Harry estaba preocupado de que Fudge pudiera regresar a su bolsillo una vez que saliera.