Capítulo VIII

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Después de unas largas horas caminando, Harry y Louis llegaron a lo que parecía ser un pequeño pueblo; pasaron cerca de un taller de autos en busca de "tomar prestado" un vehículo para moverse más rápido. La azulada mirada recorrió los autos buscando algo útil.

—Oye—tocó la parte delantera de un auto llamando la atención de uno de los mecánicos—¿Cuándo lo van a terminar? 

—Al rato—respondió simple el mecánico volviendo a su labor.

—Entiendo, ¿pueden adelantar los papeles?, por favor—preguntó tranquilo. El hombre soltó una queja y se fue a su oficina por dichos papeles.

En eso Harry y Louis aprovecharon para subirse al auto de prisa.

—Esto es robar—murmuró Harry tomando asiento en el lado del copiloto.

—Sí como sea—dijo Louis sin darle importancia. No era la primera vez que lo hacía.

—Está mal—volvió a quejarse Harry.

—¿Y cómo encontraremos a tu padre? —Recordó Louis haciendo callar a Harry. A lo lejos pudo observar al hombre buscar entre los archivos.

Louis empezó a vincularse con el vehículo a través de su celular estando al pendiente del hombre. Sí, en esta actualidad las llaves ya no son muy útiles que digamos.

—Lo incorrecto se vuelve correcto cuando necesitas algo—mencionó Louis, logrando hacer el auto encender. Ambos salieron del lugar rumbo otra vez a la carretera.

El ambiente era algo silencioso y tranquilo entre ambos chicos durante el camino, Harry observaba a su alrededor los pinos y las montañas por las que pasaban. Su expresión era tranquila a diferencia de la de Louis, quien tenía su vista fija al frente y estaba muy concentrado en el camino, sin saber a dónde dirigirse, específicamente.

Sólo mantenía las manos en el volante, esperando alguna pista o indicio de dónde buscar primero al padre de Harry.

—¿Dime a dónde vamos? —Preguntó el rizado apartando la vista de la carretera para voltear a ver al castaño.

—Hay que escapar del radar—contestó. Tomando el volante con una mano deshabilitó su teléfono para evitar ser rastreado. Nuevamente tomó el volante con ambas manos.

—Oye Hazza—desvió unos segundos la mirada de enfrente—, cuando dijiste que mataste a tu madre, exactamente, ¿a qué te referías?

Harry seguía con la mirada sobre el castaño—. Cuando yo nací ella murió.

Louis le dedicó una mirada triste antes de regresar la mirada a la carretera, sin embargo, volteaba a verlo constantemente.

—No significa que la hayas matado—Harry bajó la mirada por unos segundos y Louis hizo una pausa antes de continuar. —Dime, ¿quién es ese hombre? —refiriéndose al que los perseguía en la camioneta hace unas horas.

—Él fundó Texas del este, de donde vengo...

Louis giró su cabeza bruscamente hacia él, sintiéndose confundido.

—¿No dijiste que eras de Nueva York? —El ojiverde nuevamente bajo la mirada sintiéndose avergonzado. Había olvidado seguir con la mentira. Se quedó callado y por suerte Louis siguió preguntando.

—¿Quién es la mujer?

—Kendra, es un astronauta.

—¿Qué conociste en Marte? —Cuestionó con sarcasmo Louis , y Harry al no saberlo le respondió que sí.

El ojiazul sujetó con fuerza el volante, empezando a negar con la cabeza; comenzando a molestarse. Se hizo a la orilla en una zona que ya estaba cerca de un pueblo y frenó bruscamente, haciendo que ambos se inclinarán un poco hacia el frente. La mirada verdosa cambió de nerviosa a asustada y confundida.

The Space Between Us (Au Larry S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora