Capítulo 30: Novio "aparecido"

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~Devon~

— ¿Angel?  Lo siento señorita, pero si es alguna...

— Mi jefa Aria no recuerda nada y se están medio aprovechando de eso... —me interrumpe hablando rápido y me congelo, ¿Aria? Mi Aria— este guapetón anda bien enamorado de ella y se dice su novio... ¿Devon? ¿Devon esta ahí? —poco a poco su voz me trae de vuelta, ¿ha dicho que hay un novio?

— ¿Ella está bien? Esta...

— Válgame Dios, ¿usted señor Devon es sordo? Le estoy diciendo que le quieren comer el mandado, ¡le quieren levantar a mi jefa Aria! ¡Despierte hombre por dios! Él piensa llevársela lejos... ¿Me oye? Maldición ¿este hombre se desmayo? Y yo quedaré sin trabajo si él no hace algo... —habla y habla, mientras yo ya estoy marcando desde el teléfono fijo a mis hombres. Me levanto enredandome con mi desorden, y voy a abrirles la puerta. Les pido que guarden silencio mientras pongo el altavoz, y le digo a la chica que me llama.

— Sí, aquí estoy Angel, usted me daría unos segundos porfavor.

— ¿Quiere que lo espere? Coño hombre, que si no se apura en estos momentos a mi jefa ya le han sacado la ropa, claro, después de comerle la boca eso si. Se veía bien ganoso de ella el guapetón del supuesto novio. Ay dios, pero quien se podría resistir a esos preciosos ojos violeta, a ese cuerpo esculpido por los mismos dioses... Si hasta yo me quede con la boca abierta y babeando literalmente cuando lo ví, pero luego ya cuando me ordenó no decirle nada de su pasado a mi jefa, como que se me bajó el asunto de la viol*ción mental que le estaba dando...—la chica sigue hablando y yo le indico a mis hombres que comiencen a rastrear el teléfono. Un minuto después ya tenemos la dirección.

— ¿Otro hombre, su novio? —la tendrán secuestrada, maldición ¿será que Mar le habrá mandado a hacer algo aún si sigue muerta? ¿Será esta mujer loca su cómplice?

—Sí, eso mismo. No es tan lento de entendedera después de todo Sr Devon.
Bueno, este es mi número.. Llámame y le daré la dirección donde la tiene ese hombre. Y Jefecito, mejor apúrese.—se corta la llamada, ¿habrá sido una amenaza? Ordenó a mis hombres que se preparen, mientras yo me visto en tiempo record con lo primero que pillo. Luego nos ponemos en marcha llegando en no más de veinte minutos al lugar, rastreamos el número y llegamos hasta la puerta de un departamento. Toco unas tres veces el timbre y ante nosotros aparece una mujer bajita con gafas negras, ojos azules y cabello cenizo.

— ¿Dónde la tiene? —le preguntó serio mientras mis hombres entran al departamento a revisar. Ella abre los ojos como platos, y luego pareciera reconocerme.

— ¡Jefecito! ¿Cómo supo donde vivo? —y mira a uno de mis hombres revisar sus cosas— ¡Eeepaa! ¡Cuidado con eso, son las cenizas de mi abuela!

Se va corriendo a agarrar una vasija tapada, yo abro los ojos por lo extraña que es ésta mujer.

— Señorita, ¿le he preguntado dónde esta Aria? —camino hacia ella con paso decidido.

— Aquí no esta, la tiene ese guapetón noviecillo suyo, pero yo conozco mejor que nadie a mi jefa y sé que perdió su virginidad con usted. Que usted ha sido el único en su vida y en su cama. Nunca vi a ese hombre antes, por lo que escuche es un amigo de la infancia y adolescencia de ella, al fin de cuentas un aparecido que quiere aprovechar la oportunidad. —apenas si puedo interrumpirla, habla más que Aria y eso si que es sorprendente.

Luego de la larga lista de cosas buenas y malas que tiene el "aparecido" me da la dirección, pero quiere ir con nosotros para darle su merecido al "aparecido". Según lo que me dijo ella es la asitentalgo de Aria, y otras cosas más que no recuerdo bien porque ahora solo llevo tres cosas en la cabeza. Mi Aria fue operada y esta convaleciente, hay un maldito que quiere aprovecharse de su perdida de memoria y lo más importante, esta viva y voy a verla.

Cuando llegamos a la casa toco mi arma que está en la parte trasera del jeans que me puse y bajo dando instrucciones a mis hombres, nada me asegura que esto no sea una trampa. Por lo que mejor es prevenir que lamentar.

La casa que tengo frente a mí es de estilo victoriano, protegida por unos amplios portones de acero.
Nos acercamos, y la mujer llamada Angel nos hace detenernos, entendiendo lo que quiere decir, porque ya lo habíamos hablado antes; nos quedamos lejos para no ser vistos por las cámaras. Ella se dirige con paso tranquilo y toca el citofono, pidiendo que le abran los portones. En sus manos lleva una caja vacía, idea de ella para que el "aparecido" le abriera sin problemas. Toca el citofono de nuevo y una voz pide saber quién es, hay una cámara apostada frente al citofono, por lo que para mí es absurdo aquello si es que la conocen. Además de todas maneras las cámaras nos van a ver cuando nos acerquemos.

— Soy Angel, y decidí venir a dejarle las cosas a mi jefa hoy, son sus cosas personales y creo que las necesita urgente. ¿Si sabe lo que es la palabra urgente o no? —casi sonrió por como esta menuda mujer habla. Es bastante especial.

— Esta bien, entra, ya le digo. —dice la voz de un hombre. Me bajo de mi coche y me acerco a Angel una vez los portones se abren.

Traspasamos los portones y caminamos hasta llegar a la puerta principal, pasan unos minutos y esta se abre al fin, y ante nosotros aparece él. Abro mi boca y la vuelvo a cerrar, no creo lo que veo. Sus ojos se encuentran con los míos, reconociéndome y mirándome con sorpresa.

— ¿Devon? No es posible, ¿qué haces aquí? —nos miramos fijamente hasta que somos interrumpidos por la voz incansable de ella.

— Él es el aparecido Sr jefecito Devon. —dice enojada mirándole feo.

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Un abraxoxo inmenso y mil gracias a quienes me leen♥️

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Un abraxoxo inmenso y mil gracias a quienes me leen♥️

Devon (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora