Capítulo Extra: Lara Doménico.

61 4 0
                                    

~Aria~

– Noooo Devon, no te atrevas...

– ¿Porqué no, eres mi esposa, y me has tenido varios días abandonado? –dice metiendo sus manos bajo el vestido largo que ando trayendo puesto. Cuando llega al borde de mi ropa interior mete sus dedos delineando, abriendo y calentando mi sangre. Dios esté hombre no me deja pensar con claridad cuando se pone en plan pervertido.

– Cariño, tenía que ir, sabes que era importante. –susurro bajo las caricias que ahora le hace a la cara interna de mis piernas desnudas llegando al borde de mi ropa interior– Ummmm Devon...

– Lo sé mi amor, pero te extrañe tanto –susurra besando y mordiendo mi barbilla, poniéndose sobre mi cuerpo– tan húmeda y receptiva... me vuelves loco, tanto que solo quiero enterrarme en tu interior ahora mismo. –saca una mano de debajo de mi vestido, mientras la otra comienza un dentra y saca de mi interior a la vez que su pulgar toca mi cl*toris. Lo siento desabrocharse el cinturón y abriendo el cierre de su pantalón.

– Ah..sisi.. mmmm –gimo cuando estoy por alcanzar el cielo, pero él quita sus dedos a la vez que los reemplaza por– ¡Aaaaah!! –se entierra desesperado en mi interior. Pero que buen recibimiento me da después de tres días sin vernos.

Después de estar por una hora en la cama, nos levantamos yendonos a la ducha. El walkie Talkie conectado a radio-monitor que hay en el dormitorio de mi bebé está en silencio, y vamos a verlo una vez vestidos. Porque luego tenemos que ir a una cena muy importante según mi esposo.

Nos acercamos a la habitación, entramos y lo que vemos nos enternece aún más el corazón. Esta dormido y abrazado a su peluche de dinosaurio. Me parece mentira que ya tenga 1 año. Dios como pasa el tiempo.

Y las sorpresas que trae consigo, porque enterarme así de la nada que tengo una prima por parte de una tía pérdida, que falleció y que era media hermana de mi madre... es algo muy importante e inesperado.

–Se está pareciendo cada día más a ti.–abrazo a mi esposo rodeando su cintura con mis brazos.

– En realidad se parece a ambos. –besa mi cabeza.

– Sabes, tenemos suerte de tener a Bea, quién fue tu niñera y nana por años. Todavía no puedo creer que hayas usado pañales hasta lo cuatro años amor. –me río recordando lo que me contó Bea cuando llegó a quedarse con nosotros– con ella aquí, cuando no estoy me siento más tranquila. Saber que ha cuidado de ti, me deja más tranquila.

– Todavía te cuesta dejarlo, ¿no es cierto?

–Me costó mucho hacer este viaje porque no estoy acostumbrada a tenerlos lejos, me hicieron mucha falta, pero tenía que hacerlo. Y no va a ser la primera vez que tenga que pasar una noche o dos fuera, nuestros trabajos no nos dejan otra opción, pero aún así, estaré siempre presente para él.

– Y para los cinco hijos más que deseamos tener. –me río suave para no despertar a mi bebé– Antes de que nos vayamos debo decirte algo –me mira serio y me preocupo–pero vamos a mi despacho, aquí no, debo mostrarte algo también.

– ¿Es malo o es bueno? –lo acompaño un poco nerviosa por su repentina seriedad. Con su chaqueta en la mano bajamos las escaleras hasta que llegamos al despacho. Me hace pasar y cierra sin seguro.

– Sé que estás un poco apenada porque no encontraste nada de tu tía o prima, pero yo te tengo una sorpresa...–se calla y mi corazón late con fuerza.

– Devon tú...–él asiente.

– Si mi amor, y el destino la trajo muy cerca de ti. –me pasa una carpeta, la abro y veo unas fotos e información que me hacen llorar de emoción– Así es mi vida, desde que te enteraste por las cartas que te dejó tu abuela de la existencia de tu tía y prima. Yo envié a alguien a investigar, al igual que tú, solo halle una dirección y nada concreto, por lo que no quise decirte nada. Después de que te fuiste, envié a mi investigador a esa misma dirección, y él me trajo nueva información. Debo admitirlo, es un experto en encontrar personas hasta por debajo de las piedras.–mientras dice eso yo estoy perdida mirando las fotografías con los ojos humedecidos. Ese rostro tan familiar, casi idéntico, si no fuera por esos ojos verdes diría que son la misma persona.

Devon (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora