Capítulo 35: Termino la espera. +18

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~Devon~

"Sus ojos, su boca, su cuerpo desnudo y dispuesto ante mis ojos, sonrío mientras la acecho, mientras me desvisto... Sus pechos desnudos me llaman, su estómago pide ser besado, y su...

Eres una descarada, ¿lo sabías?

—Y te encanta que lo sea... —pasa su lengua por los labios, y ya desnudo me acerco despacio, muy despacio. Beso su pie, y sigo dando pequeños besos y mordiscos hasta llegar a su intimidad. Ella abre más sus piernas ofreciéndose a mí.

— Me encanta todo de ti... —es lo último que digo antes de probarla, besarla hasta el hartazo. Su agridulce sabor me vuelve deseoso de más, y con mi lengua me interno en su interior, pen*trando, una y otra vez mientras mis dedos se mueven circularme en aquel lugar.

— Más Devon, más... —pide ya al borde del abismo. Dios esto me está matando, y sin contenerme más alejo mi boca para adentrarme de una estocada en sus profundidades, es tan bueno estar en casa. Muevo mis caderas a las ves que ella levanta las suyas para recibirme aún más profundamente.

— Extrañaba esto, tenerte así, mía, solo... —su respiración se vuelve trabajosa. Y sus caderas se detienen, miro su cara...

— Devon... No sé qué me sucede, me duele, me duele mucho la cabeza, la cintura... No siento... No siento mis piernas... —la mueca de dolor que veo en su rostro me aterroriza. Sus ojos se llenan de lágrimas, y su cuerpo se estremece."

— ¡Maldición, sabía que debíamos esperar! —grito despertando agitado, desesperado. 

— Esperar qué amor... —esa voz, y abro los ojos de golpe para ver que ella está con la cabeza entre mis piernas.

— Aria, no podemos, todavía no, es por tu bien cariño, ¿entiendeme si?  —la intento alejar con mis manos pero no puedo— ¿me ataste?

— Sí, pero solo un ratito, ¿y adivina qué cariño? —la miro sin saber que responder mientras sus manos tocan mi dureza lentamente, haciéndome estremecer— hoy, ya son casi dos meses... Se termino la espera.

— ¿Estás segura? —la veo asentir, y eso significa que si podemos tener relaciones, pero no se*o duro y agotador como nos gusta.

~Minutos después~

— Cariño, ¿me explicas porqué razón estamos aquí y no en la cama? —miro a mi alrededor sin saber qué rayos hacemos aquí. Me hizo vestir con esmoquin, y ella con un sencillo vestido blanco. La veo mirar hacia la entrada por donde aparece una mujer alta y morena, y luego Angel con el estúpido de Sebastián.

— Por fin llegan. —les dice Aria a ellos.

—Todavía es temprano, relájate. —le susurra la morena a mi mujer. Al rato llega una mujer, y dos personas más. Se acercan a Aria y luego a mí, nos dan la mano y nos piden acercarnos a una mesa donde han instalado unos papeles y sillas.

— Por favor, el novio y la novia que tomen sus respectivos asientos. —ella me toma de la mano y la sigo.

— Cariño, vamos, somos los novios. —susurra a mi oído, quiero decir algo, pero nada sale de mi boca. La ceremonia transcurre rápido y sin por menores, yo obedezco y acepto todo lo que me pide. Ahora sí Aria, eres mía, perversa y mía.

La noche cae, y la pequeña celebración termina, todos se despiden.

Nos dirigimos hacia el auto que está aparcado frente al restaurante donde hicimos la celebración, obra de ella porsupuesto, porque yo ni enterado.

—¿Te parece si manejo yo cariño? —me sonríe seductora, y acepto, ¿qué me tendrá preparado ahora?

Diez minutos después...

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Devon (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora