It's gotta be you (Harry y tu- Segunda temporada)

Capitulo 4

— ¿Qué sucede? – pregunté al darme cuenta que era Eli.

— Un estúpido cliente que se cree muy importante. Lo peor de todo es que yo terminé con un regaño de parte de Jones – se quejó y entró furiosa a la cocina, la seguí.

— Tranquilízate. Siéntate – pedí y me obedeció con un suspiro frustrado. -¿Quieres contarme? – pregunté sirviendo un vaso con agua para luego entregárselo y tratar de que se le bajara el enojo.

— Gracias – tomó la mitad de agua que estaba en el vaso y luego lo dejó sobre la barra. – sucede que… - comenzó a contarme.

«Flash Back»

Eliana-.

Después de haber entregado unos pedidos, salí a sacar la basura, ya que era mi turno, las bolsas estaban sumamente pesadas así que tuve que arrastrarlas por el piso hasta llegar a la parte de atrás y ponerlas dentro de los botes de basura.

Al levantar una de las bolsas un chico había estacionado su motocicleta y con la llanta delantera aplastó la bolsa, pero como yo no me había dado cuenta de eso, al tratar de levantar la bolsa, esta se rompió haciendo que la basura cayera por todos lados.

— ¡Idiota! – exclamé.

— ¿Disculpa? – dijo el chico detrás de mí, me giré y allí se encontraba él, mirándome fija y retadoramente. - ¿Cómo me dijiste? – preguntó arreglando su chaqueta de cuero negro.

— Idiota – repetí y el morocho frunció el ceño.

— Discúlpate. – ordenó apretándome del brazo. –

— ¿Qué te sucede?, ¡Suéltame! – lo empujé como pude y se alejó de mí. – y no me disculparé contigo, tú eres el que tiene que pedirme disculpas por no fijarte donde pones tu mugrosa motocicleta. –

— ¿Yo?, tú que no te fijas donde pones las cosas – comentó de mala gana. – lo que deberías de hacer es ponerte a juntar todo esto. – sonrió sínicamente, arqueando sus pobladas cejas, dio media vuelta y caminó alejándose de mí. Suspiré frustrada y entré para buscar algo con que limpiar toda esa basura.

— ¿Dónde estabas metida? – preguntó Ed.

— Fui a sacar la basura – le respondí molesta.

— Deja eso para después, hay mucha gente, ayúdame – pidió desesperado. Asentí y me puse de nuevo el mandil, tomé la pequeña libretita junto con una pluma, y caminé a una de las mesas para que me dijeran su pedido.

— ¿Qué va a pedir? – pregunté con la mirada en la libreta.

— ¿Trabajas aquí? – quité la mirada de la pequeña libreta con la hoja en blanco y pude darme cuenta que era ese chico de hace unos momentos. Miré hacia el techo pensando “¿Por qué a mí?”.

— ¿Qué va a pedir? – Repetí, ignorando su estúpida pregunta.

— No quiero que me atienda la chica que me dijo idiota hace unos momentos – se cruzó de brazos y llamó a otra persona para que la atendiera, Ed se acercó.

— ¿Si? – preguntó limpiando la mesa en la que se chico estaba.

— ¿Me podrías atender tú?, no quiero que esta chica, mal educada, me atienda – el chico de lindos ojos se acomodó en su asiento. ¿Lindos ojos?, diablos.

— Lo siento, tengo que preparar los pedidos – respondió mi amigo.

— ¿No me puede atender Alison? – ahora resulta que el chico odioso conoce a Aly.

— Ella no trabaja aquí. – respondí fastidiada.

— ¿Te pregunté a ti? – me miró amenazante y dirigió la mirada al pelirrojo.