It's gotta be you (Harry y tu- Segunda temporada)

Capitulo 10

Eran las cinco de la mañana, y Eliana y yo ya estábamos despiertas, arreglándonos para nuestro viaje a Londres. Notaba lo nerviosa que ella estaba y aunque dijera que no, sabía que ella mentía. Le sonreí y cuando el timbre sonó abrí la puerta y era Ed, quién me abrazó inmediatamente.

— ¿Me extrañarás? – le pregunté fingiendo la voz, como una niña pequeña.

— Ya sabes la respuesta – aseguró apretándome en el abrazo.

Yo reí y nos separamos, Ed hizo lo mismo con Eli y nos acompañó a la estación de trenes, junto con los padres de Eli.

(…)

La hora de partir había llegado, eran las seis treinta de la madrugada y hacía un tremendo frío. Ambas nos despedimos de sus padres, con lágrimas en los ojos. Las despedidas nunca eran buenas.

— Prométanme que se cuidarán, por favor. – nos pidió su madre y ambas asentimos.

— Te lo prometo – respondió Eliana, después de abrazar a su papá.

Nos despedimos por última vez de Ed, y después de que nos prometiera que nos visitaría, subimos al tren junto con nuestras maletas. Tomamos asiento y por la ventana eché un último vistazo al lugar que había sido mi hogar desde hace dos años.

— Extrañaré Yorkshire. – confesé y solté un suspiro, Eli me miró sonriendo.

— Créeme que yo también. – recargó su cabeza en mi hombro y cerró los ojos. – Pero no sabes lo emocionada que estoy por viajar a Londres. – sonrió contenta.

— Lo sé, yo también lo estoy. Y un poco nerviosa por la entrevista, espero que todo salga bien. – mordí mis labios.

— Saldrá bien, estoy segura. – sonrió. - ¿Qué te dijo Neshmi? – preguntó recargándose en el respaldo del asiento.

— Dijo que me avisaría cuando llegue, tiene que hacer unas cosas con su pasaporte, ¡Estoy emocionada por verla!, estoy segura que se llevarán bien. – sonreí y Eli me imitó.

Seguimos hablando sobre el viaje y le prometí que la llevaría a conocer el London Eye, el Big Ben y otros lugares famosos de Londres. La mayoría del viaje la pasamos dormidas, aunque se podría decir que Eliana durmió más, pues seguía pensando en la llamada de Harry, en por qué vino a Yorkshire. ¿Por qué justo cuando yo regresé a Londres él viajó a Yorkshire?, ¿Era parte del destino?, tenía tantas dudas. Anhelaba sus abrazos, su olor, sus cariños, todos los bellos momentos que me hacía pasar a su lado.

Al final del viaje, después de tanto pensar en él, quedé totalmente dormida.

“Me encontraba en una habitación diferente a la mía, un chico entró, y tratando de seducirme, subió a mí cama. Se recostó a mi lado y me miró, yo confundida, traté de levantarme pero el chico tomó mi mano, deteniéndome.

No podía saber quien era él… la oscuridad no me permitía poder distinguir su rostro. Con su mano en mi mejilla me acercó a él, hasta unir nuestras frentes y provocando que nuestra respiración se mezclara.

Nerviosamente, lo tomé del cuello y lo único que hice fue besarlo. Unir nuestros labios y saber de una vez por todas, a quién pertenecían esos labios; unos labios tan suaves y deliciosos que sabían moverse muy bien sobre los míos y provocaban una sensación inexplicable. Llegué a pensar que Harry era quien me besaba, pero… su cabello era más corto, era algo que me hacía dudarlo.

El beso se tornó más salvaje y apasionado; el chico se recostó sobre mí, acariciando mis piernas, mientras que su lengua jugaba con la mía. 

Un golpe muy fuerte en la puerta de la habitación, hizo que ambos volteáramos a esa dirección, la luz se encendió y un chico de rulos apareció.