𝘛𝘩𝘳𝘦𝘦

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Ya había pasado 1 semana desde que Sunoo habló con Jungwon y éste no le ha hablado desde ese día, hasta lo ha estado evitando y digamos que Sunoo se sentía culpable, aunque el no tenía la culpa de nada.

Durante esa semana estuvo llorando y sobrepensando las cosas, estaba volviendo a tener que pasar por ese problema y trauma que pensó que había superado en el pasado.

Se dirigió a paso lento a la cocina encontrándose con Ni-Ki tomando un café, quien cuando lo vió dejó el café de lado y se acercó a él sonriendo.

– Oye Sunnie, te hice un café y unas tostadas para que comas – El coreano sonrió suave, Riki siempre le alegraba el día.

– Gracias Kiki eres el mejor – Sunoo lo abrazó y el contrario correspondió, a los segundos se separaron.

– Sun... – El mencionado hizo un ruido de afirmación – Sé que estás mal por lo de Jungwon y te entiendo... Pero siento que deberías hablar con el sobre eso, creo yo que es lo mejor para ambos

– Hoy le iba a dar la carta – Sunoo suspiró – Pero tengo miedo a que me rechaze y se aleje más de mí... O hasta me odie

Ni-Ki lo volvió a abrazar ni bien escuchó los sollozos del otro, sobandole la espalda con una mano para poder calmarlo.

Para Nishimura, Sunoo es una bolita de cristal frágil la cual tiene que cuidar bien para que no se rompa y apesar de que Sunoo es mayor que Riki, éste lo trata como si fuese su hermano menor al que cuidar.

Definitivamente, si hablamos de amistades que valen oro... Ponemos a Ni-Ki y a Sunoo de primer amistad.

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Kim estaba nervioso, después de lo que pasó con Riki, el japonés le dió la grandiosa idea de invitar a Jungwon al departamento a mirar una película y cuando este se vaya, Sunoo le dé la carta.

Era un plan fácil, ¿Qué podría salir mal?

Sunoo estaba adentro del salón esperando a que Yang pasara por esa puerta, deseaba y rezaba que todo le saliera bien.

Cuando vió a Yang entrar por la puerta se quedó embobado, su menor vestía con un pantalón azul marino junto a una camisa color plateada y zapatillas converse negras. Ante los ojos de Sunoo se podría decir que era un dios griego.

El pelinegro con todo el valor del mundo se levantó de su asiento y fue hasta el menor lentamente, el corazón le latía a mil y sus nervios cada vez aumentaban más. Ni bien estuvo enfrente del menor, este lo miró neutro a lo que Sunoo tragó en seco.

– O-Oye – Se maldijo internamente por tartamudear – Won... Emm me preguntaba si hoy querías ir a mi departamento a ver una película... Claro, si estás libre – Sunoo sonrió inconscientemente.

– ¿Y por qué no se lo dices a el? – Sunoo dejó de sonreír para mirarlo confundido y antes de poder hablar, el pelirrojo lo interrumpió – Tú nuevo amigo el modelito ese, de seguro acepta sin dudar

– Yo- – Otra vez lo interrumpió.

– Tranquilo, ni necesitas darme de tus tontas excusas – Yang se sentó en la silla dándole la espalda a Sunoo.

Sunoo sentía como quería llorar a lo que una lágrima se le deslizó por su suave mejilla, dándose cuenta y entrando en pánico para luego hablar rápido.

– E-Está bien, no t-te preocu... pes – La voz de Sunoo salía quebrada a lo que desconcertó a Yang, quién lo miró y su rostro cambió a uno de preocupación.

''𝘍𝘰𝘳𝘨𝘦𝘵 𝘺𝘰𝘶'' // SunwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora