Padre Nuestro [TodoDeku]

Cap4: Miedo

Solos en esa oficina, la joven rubia se encontraba nerviosa y apenada con el hombre bicolor, que estaba sentado frente a ella, mientras enviaba constantes mensajes de texto a su pareja, el cual no se presentaba.

-Al parecer se le hizo tarde, hija -dijo el bicolor, recargando los codos en su escritorio.

"Creo que mi pequeño me está tratando de evitar"

Reía internamente, mientras le sonreía tan hipócrita a aquella chica.

-B-Bueno, él me dijo que vendría, jamás llega tarde -contestó apenada, la ingenua chica.

-Él trabaja como profesor en un colegio privado, ¿No es así? -Melissa se extrañó un poco por esa pregunta.

¿Cómo sabía que Izuku trabajaba en una escuela?

-S-sí, ¿Cómo sabe eso? -preguntó, Shoto nada más sonreía.

"¿Cómo pudiste fijarte en una chica tan poca cosa como ella, Izuku?, sin duda ella no te merece como yo, mi ángel"

-Bueno, doy pláticas cada martes en la escuela, para unos cuantos chicos problemáticos y me encontré con él la última vez que fui, puede que esté ocupado, el colegio es muy conocido por sus estrictas normas y reglas. -La chica ante esa respuesta sonrió tranquila.

-Tal vez tenga razón, pero si empieza a estar ocupado todas las tardes, será muy difícil que vengamos juntos a las citas -lamentó Melissa, viendo apenada al bicolor.

"Odio su sola presencia, pero es mi llave para estar cerca de ti... mi niño"

-Bueno, hay otra opción para ello -dijo Shoto, con una amable mirada, que tenía otras intenciones.

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El peliverde solo ignoraba todos los mensajes y llamadas de su prometida, no quería asistir a esa cita, usaba como un falso pretexto el calificar las tareas de sus alumnos, seguía temblando por el miedo, seguía sintiéndose acorralado y con nerviosismo rascaba las zonas que el mayor le había tocado; sus muñecas y su cuello estaban comenzando a tornarse de color carmesí por el constante roce.

Otro mensaje de Melissa, esta vez para decirle que no hacía falta que viniera a la cita y que lo esperaría con paciencia en casa.

Izuku suspiro, un poco aliviado al recibir ese mensaje, al menos por el resto del día no vería a ese hombre de nuevo, pero tenía que ser fuerte por Melissa, sabía que, si estaba todo el tiempo con ella, todo estaría bien, Shoto no lo tocaría, no trataría de hacer nada si estaba ella a su lado.

Ya un poco más tranquilo, se concentró lo suficiente como para calificar bien las tareas, sobresaliendo entre estas la de su alumno Midoriya, ahora tenía algo más en su cabeza, esa advertencia de su cenizo amigo, Midoriya no era un chico sociable y no decía nada a menos que le pidieran hablar, pasaba desapercibido ante los demás, pero no era mal chico, Izuku no le veía así.

-Tal vez solo son exageraciones de Kac- de Bakugou -sentía una pequeña presión en su pecho al nombrarlo así, en el fondo aún le dolía estar alejado de su amigo.

Algo decaído, termino de calificar y guardar todo lo necesario, para así volver a casa y disculparse con Melissa, tal vez compraría algunas flores como disculpa, sabía que las margaritas eran sus flores favoritas y esas son las que compraría de regreso a casa, camino fuera de su salón de clases, hasta la entrada de la escuela, repentinamente se estacionó frente a él una motocicleta, el ruido del motor lo saco de sus pensamientos internos, asustándolo un poco.

La persona montada en esa motocicleta de tonos negros y rojos se quitó con lentitud su casco, no sin antes gruñir un par de blasfemias.

-¡Hey, Deku! ¿Aún sigues aquí? -Era Bakugou, Izuku parpadeo viendo al chico montado en esa motocicleta.

-T-Tú también sigues aquí... -balbuceo, el cenizo sonrió ante esa respuesta.

-Hace un rato me dejaste con la palabra en la boca, Deku -reclamó-, ¡Pero ya no importa!, ¡Ven! Te llevaré a casa. -Ofreció su casco al peliverde y este solo retrocedió, algo avergonzado.

-N-No hace falta, iré caminando a casa, no está muy lejos -rechazó, Katsuki frunció el ceño un poco.

-Deku, no tienes que tratarme como un extraño cuando estamos solos, seguimos siendo amigos ¿No? -habló bajo, el mencionado lo miro con algo de tristeza.

"Perdóname, solo quiero dejar todo mi pasado atrás... incluso a ti Kacchan"

-L-Lo siento, será en otra ocasión. -Con una punzada en su pecho, comenzó a caminar alejándose del cenizo, pero se detuvo por un breve momento. -Y por favor, deja de llamarme "Deku", Bakugou. -Retomo su camino nuevamente.

"Creo que eso es un no..."

Katsuki miraba como esa mata de pelo verde se alejaba de él, apretó con fuerza su casco, colocándoselo, para por fin arrancar el motor de su motocicleta, pasó de largo al pecoso, lastimándole un poco sus tímpanos, con el fuerte sonido que su motor producía.

"Perdóname Kacchan..."

Izuku miro como la silueta de su amigo se alejaba, bajo la mirada y dejo escapar unas cuantas lágrimas de sus ojos, en su corazón aún quería a su amigo y quería ser salvado por él, como tantas veces lo rogó de pequeño.

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Llego cansado y decaído, incluso olvido las flores que tenía pensado comprar para su novia, ahora tal vez se disculparía preparándole la cena, después de eso, solo se daría una ducha y dormirá, no estaba de ánimos para nada, su día fue más que horrible y doloroso.

-Bienvenido a casa cariño -Melissa lo recibió con una alegre sonrisa y un tierno beso en la mejilla.

-M-Melissa, p-perdón por no haber asistido a la cita, estuve muy ocupado, p-pero te prometo que iré mañana contigo. -Izuku se rascaba la nuca, avergonzado con la chica.

-No tienes que disculparte Izuku, el padre Todoroki y yo hablamos, creímos que lo mejor sería que las citas las hagamos aquí en casa a la hora de la cena, tres veces por semana, de hecho, hoy... -Melissa no termino de hablar, pues escucho el timbre de su puerta sonar. -¡Oh!, debe ser él.

La mirada de Izuku se llenó de miedo y terror, volteo con lentitud para ver como su novia abría alegremente la puerta a ese hombre, estaba temblando de nuevo, sentía como sus piernas se debilitaban, cuando Shoto entro en su hogar, en su único refugio, un escalofrío lo recorrió, cuando ese monstruo lo miro con su maldita mirada, resaltada por una cicatriz.

-Hola Izuku.

Esa voz tranquila y serena solamente le revivía los horribles recuerdos de su infernal niñez.