Cap10: Mi más puro secreto

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Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais.

Gálatas 5:17

Ese hermoso cuerpo a su merced, tan débil y temeroso a su simple tacto, se deleitaba a tal hermosa vista. Su caminar era lento y pesado pues le excitaba ver a su pecoso retorcerse con el simple sonido de sus pasos.

El crujir rechinante de esa vieja puerta de madera siendo cerrada detrás de él, los ecos de sus zapatos contra el piso resonaban en toda la habitación, Izuku podía escuchar esos pasos cada vez más cerca de él y eso solo aumentaba su desesperación y profundo miedo.

Ahora, el tarareo lento del himno ala alegría perforaba sus oídos, esa voz serena pero aterradora había logrado conseguir que el pecoso le tuviera un profundo miedo a esa esperanzadora melodía.

Escuchaba los tarareos rondándole, como un buitre ronda el cadáver descompuesto de un animal, sus lágrimas mojaban esas vendas que le impedían la visión y sus llantos no eran escuchadas por esa tela que impedía su habla. Pero aunque suplicara, aunque gritara, aún así no sería escuchado.

Se sentía tan pequeño, sentía que tenia esa misma edad otra vez, su cuerpo temblaba cada vez que ese hombre pasaba detrás de su espalda, un fuerte escalofrió recorría toda su espina, y el solo escuchar esa melodía tan cerca de sus oídos le provocaba un profundo pánico pues significaba que solo estaba a unos centímetros de distancia de él.

- Ven.. canta.. sueña cantando ...vive soñando .. el nuevo sol ...- le susurro al oído derecho cambiando lentamente al otro - En que los hombres...volverán a ser hermanos ...

Esas manos que hace un tiempo le habian tocado durante su niñes, ahora lo hacían de nuevamente, apretando con fuerza su pecho arrugando su camisa, queriendo estimulando sus pezones, esa lengua aspera; que una vez le lamio todo el contorno de su oreja, lo hacia nuevamente. Esta vez de una forma más morbosa y desesperada. Gozando de ese delicioso tono salado de su deliciosa piel de porcelana, dejando al final una ligera mordida contra su lóbulo. Izuku se retorcía frenético por la desesperación, gastaba su garganta a auxilios mudos; como si con esos gritos esa tela escaparía de su boca.

Un jalón contra las cerdas de su cabello fue el que lo hizo gritar ahora por el dolor intensificado a la falta de sus principales sentidos.

- Shhh... no seas un niño malo Izuku... ya me haz hecho enojar al hacer que Bakugou descubriera mi pequeño secreto... eres muy curioso mi niño - un beso húmedo contra su cuello hizo sentir a Izuku como si una aguja se incrustara en su piel.

Sentía el calor de su lenta respiración quemandole el cuello y el como inhalaba el perfume de su cabello, ahora una de esas asquerosas manos bajaba poco a poco hasta la hebilla de su cinturón.

"¡Por favor no! ¡otra vez no!"

Shoto soltó las cerdas de su cabello para bajar los dedos por su rostro teniendo contacto con las telas que lo retenían, el mayor podía sentir esas telas empapadas de lagrimas y saliva. Le encantaba, le excitaba tanto tener a su niño a su merced otra vez.

- Lamento que te lastimaran mi pequeño... pero de algún modo tenia que hacerte entender- quito lentamente ese cinturón de cuero rozando sus dedos con el sierre de su pantalón.

"¡Déjeme!.. ¡no quiero esto! !No quiero!"

- ¿Te cuento un secreto, Izuku? ... yo.. los mate- Esas palabras fueron como la ultima navaja que le hizo sangrar el alma- Si fui capas de eliminarlos a ellos, a unos pobre niños... no tengas duda de lo que le puedo hacer a tu querida Melissa ...

Padre Nuestro [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora