Su nariz paseaba por esa tersa piel, que se erizaba bajo su contacto, olía tan bien, una ligera combinación de sal por el sudor y una refrescante colonia, el olor a frutas había cambiado, pero sin duda le encantaba ese nuevo aroma de su hermoso ángel, su mano izquierda temblaba, mientras se escondía entre las delgadas piernas del menor, se retorcían con euforia y desesperación, su otra mano fue más vulgar e introdujo tres dedos en la zona bucal del pecoso, lo tenía a su merced.
-Aaah... No sabes las ganas que tengo de hacerte mío de nuevo Izuku, pero aún soy consciente de que tu maldita novia está cerca, me conformaré con esto... por ahora -dijo, soltando un leve suspiro, comenzando lamer el interior de su oreja con deleite.
Un gemido de miedo fue lo único que Izuku pudo soltar, sus lágrimas recorrieron sus mejillas, acompañadas de un sollozo, Shoto lo soltó, dejando que ese cuerpo tembloroso se desplomara, con las manos recargadas en el lavabo.
-Si dices algo Izuku... créeme que me encargaré de que tu amada Melissa sufra las consecuencias, es tan linda, me pregunto si se verá así de linda cuando esté postrada en un ataúd -susurró cerca, aterrándolo con su fría y serena voz.
Beso lentamente su mejilla y con una cínica sonrisa se retiró, dejando al pecoso entre lágrimas, que eran calladas por su propia mano cubriendo su boca, sus piernas temblorosas, el asco y el miedo le revolvían el estómago, no aguanto más y devolvió toda la comida, el vómito le provocaba una fuerte tos y jadeos por la desesperación de querer detenerse, dichos ruidos llegaron hasta oídos de su joven prometida, quien estaba distraída con su teléfono, dejo el aparato en la mesa y fue a la cocina para encontrarse a su novio sosteniendo su abdomen y vomitando todo lo que tenía en su estómago, hasta soltar únicamente flemas.
-¡Izuku, cariño!, ¡¿Qué te pasa?! -giro la llave del lavabo, así todos esos residuos escaparon con la corriente del agua -¡Dios mío! ¡Estás ardiendo en fiebre!
-¿Paso algo? -El mayor, hizo acto de presencia en la cocina, fingiendo volver del sanitario.
-Izuku está ardiendo en fiebre, l-lo siento mucho padre, pero tengo que pedirle que se retire -dijo, un poco apenada, ayudando a su pareja a sentarse en una silla.
-Eso explica por qué se comportaba raro el joven Yagi, no te preocupes hija, conozco la salida. -Se despidió amable.
Izuku miraba tembloroso, pero con alivio como ese monstruo se alejaba de él y de su hogar.
"En serio... ¡¿Es capaz de hacerle algo a Melissa?!"
-Ven cariño, te ayudaré, debiste decirme desde un principio que no te sentías bien. -Melissa hablaba, sumamente preocupada, limpiando la frente del pecoso con un pañuelo húmedo.
-Lo... lo siento -contestó, con la voz ligeramente ronca y quebrada, Melissa pensó que era por la reacción del vómito, se dispuso a continuar limpiando el rostro de su novio y desabotonar un poco su camisa para refrescarlo.
"Si dices algo... me encargaré de que tu amada Melissa sufra las consecuencias"
Estaba al borde de las lágrimas otra vez, abrazo por la cintura a la chica frente a él, sorprendiéndola un poco, escondía su rostro en el abdomen de esa delgada figura que lo acompañaba, para que ella no viera sus lágrimas caer, su cuerpo aún temblaba, Melissa, pensó que solamente la fiebre de Izuku estaba aumentando, sumado a la pena y tal vez, a la vergüenza de haber quedado mal en muchas situaciones con el padre Todoroki, no dijo nada, acariciando los cabellos de su prometido, ella no se imaginaba lo mucho que Izuku estaba volviendo a sufrir por dentro, como su miedo lo estaba carcomiendo, no sabía que ahora ella también estaba en peligro.
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Al día siguiente en el trabajo, dio su clase, tuvo algunos errores, pero ninguno de sus estudiantes le prestaba atención realmente, lo único que él y sus alumnos querían era terminar rápido, estaba cansado, después de tantos años volvía a tener pesadillas, que durante la noche en más de una ocasión, asustaron a su novia.
-Bueno, chicos, la clase ya termino, pueden retirarse -dijo, con la voz un poco apagada, comenzando a recoger sus cosas.
Todos sus alumnos obedecieron, todos, a excepción de un tímido chico pelinegro, que no dejaba de ver el semblante que tenía su querido profesor.
-S-sensei, ¿S-Se e-encuentra bien? -preguntó preocupado, abrazando su libro de historia.
-E-Estoy bien Midoriya, no te preocupes. -le regalo una falsa sonrisa, en realidad no estaba para nada bien.
-D-De acuerdo, s-sé que n-no soy nadie c-como para meterme en s-su vida p-privada, ¡D-disculpe mi i-intromisión, sensei! -Yamikumo bajo la cabeza, avergonzado y encogiendo sus hombros ante el mayor.
A Izuku no le gustaba ver a ese pobre chico tan cohibido y apenado, le recordaba a él mismo en muchas ocasiones, como cuando se disculpara por todo, aunque no fuera su culpa, lo miro con cierto afecto, sin duda era como verse en un espejo.
-No digas eso Midoriya, eres un buen chico y agradezco que te preocupes por mí -amable, toco el hombro del menor, provocando que este levantara la mirada con un ligero sonrojo en sus mejillas.
-S-Sensei... -sonrió tímido, sintiendo como su corazón latía con fuerza.
Un insistente toque contra la puerta del aula provoco que ambos voltearan, encontrándose con el serio porte de un joven profesor cenizo, cruzado de brazos.
-¡Hey, Midoriya!, será mejor que te vea en la clase de deportes hoy, o tu perfecta boleta de 10 tendrá un número rojo -dijo el profesor de ojos rubí, con una sonrisa ladeada-, ¡Vamos, te quiero en los vestidores ahora!
"Odio a ese maldito profesor, siempre se entrometía conmigo y con el sensei Hakamata"
Yamikumo solo frunció el ceño, recibiendo del cenizo una sonrisa sarcástica, el menor se despidió amable de su querido maestro de historia y partió rumbo a los vestidores.
-En serio, ¿Qué no entendiste cuando te dije que no te acercaras mucho a ese mocoso? -reprocho, algo molesto Katsuki.
-No entiendo por qué dices eso, solamente es un chico algo tímido -Izuku excuso, pero su compañero frunció el entrecejo.
-Te diré una cosa sobre él, se encariña demasiado con las personas que le muestran un poco de afecto, sigue mi consejo, ocúpate de ser únicamente un profesor para ese niño. -Se alejó, dejando al pecoso con más preguntas que respuestas.
Una vez a solas, el peliverde trato de aprovechar su hora libre, estaba sentado en su cubículo, pensaba en todo lo que le estaba pasando, las palabras de Todoroki retumbaban en su cabeza, tenía miedo de que a Melissa le pasara algo.
¿Las amenazas de ese hombre eran ciertas?
Un recuerdo más llegó a su mente:
"Me transfirieron desde... un pequeño incidente en el orfanato"
¿Un pequeño incidente?
¿Qué clase de incidente?
Miro discreto a su alrededor, asegurándose que no hubiera nadie cerca de él, vio ahora el monitor de su computadora, podía averiguar eso con un simple tecleo.
"Orfanato pequeños ángeles"
Buscó, esperando no encontrar nada interesante, sin embargo, se arrepintió después de dar "click" en una de las páginas, topándose con la peor noticia que pudo haberse imaginado.
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Padre Nuestro [TodoDeku]
FanfictionEl haber sido procreado por el pecado llevo a Izuku a un laberinto de desolación y dolor. Un simple ángel sin culpas que tuvo que pagar de las maneras más horribles la forma en la que fue concebido "Dios es un simple ente que no escucha a las suplic...