16

253 27 1
                                    

- Minnie preséntate a la clase.

Oh no, esto no podía estar pasando enserio. Lisa pensó. Ella sabía mejor que nadie quien era Minnie.

- Bueno, mi nombre es Minnie, soy de Tailandia pero me mude aquí.

-Esta bien, puedes sentarte.

Lisa quedó paralizada y Jennie lo notó.

-¿Estás bien?- pregunto Jennie por lo bajo.

-S-si.- mintio Lisa

Minnie al percatarse de su presencia, le preguntó a Jennie si podía sentarse al lado de Lisa.

Jennie al percatarse de la cara de Lisa dijo que no. Pero Lisa le dijo que si quería podía sentarse a su lado.

Después de 30 minutos de clase Lisa le preguntó por qué lo hacía.

- ¿Hacer que?

-Nunca te caí bien, ni nunca me trataste bien, porque quieres sentarte conmigo.

- Veo que sigues siendo igual de sensible, eres la única persona que conozco, por más que me caigas mal no tengo otra opción, tontita.

Lisa trago con dificultad y no emito otra palabra.

En el almuerzo, al Rosé percatarse de lo extraña que estaba Lisa, la invitó luego de la escuela lo cual esta acepto.

Luego de la escuela, el padre de Rosé las pasó a buscar y las llevo a la casa de esta misma.

Rosé luego de cerrar la puerta de su cuarto con un portazo dijo.

- Habla.

-¿Q-que?

- No soy tonta, que te sucede

-Nada.

Rosé rodó los ojos.

- No eres una buena mentirosa Lisa.

-Te lo portento no me pasa na-

- Lisa.

- Bueno... Le dije a Jennie que me gustaba.

-  ¡¿Cuando planeabas decirmelo?!

-Es que no me enorgullece Rosé

Lisa le explico detalladamente la situación y Rosé comprendió el porque no le había contado.

-¿Es solo eso?

-No... ¿Ubicas a la nueva chica? Minnie, iba a mi anterior colegio, y sabe todo de mi pasado, y me odia.

- No creo que vaya a decir nada, Lili.

- Créeme que si, me odia, se encargó de hacerme infeliz toda la secundaria y primaria.

- Talvez ya maduró.

- Ese tipo de gente no cambia...Tengo miedo.

- Lili, la gente no te va a juzgar por quien eras, lo importante es como eres ahora.

- Es fácil decirlo. No sabes lo que es ser pobre y extranjera en una escuela de coreanos millonarios, Rosé, encima de que soy un bicho raro.

- No lo eres. Eres extraordinaria.

- Pues desearía ser ordinaria. Cuando Minnie diga todo lo que va a decir, ni tú querrás acercarte a mi.

-Lisa no  digas eso. Tu-

-¿Me puedes llevar a mi casa?

Rosé quedo atónita y asintió. ¿Que tan malo pudo haber echo Lisa para ponerse así?

Nos Encontramos/ JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora