🌟¡Bienvenidas sean bellísimas lectoras!💖
Esa maldita sensación de temor que causa al escuchar pasos y a voltear no hay nada, esos murmullos que se escuchan a tu alrededor y no hay ninguna persona, esa sensación de que te están observando y al volt...
Tal vez la boda fue algo pequeña, pero verte con vestido blanco me hacía muy feliz que no importaba como se celebrara la ocasión. Tan hermosa y divina que me dejaste sin palabras, tu presencia hacia que todo a tu alrededor brillara y que incluso la iglesia y el sacerdote se cesarán con tu divina belleza. Algo en que nadie podía igualar ni superarte.
Desde aquel día en el que me diste el "Sí", todo era felicidad. Tal vez borrados no fueron aquellos acontecimientos que habían marcado mi vida, pero gracias a tu ayuda, amor y comprensión... salí adelante y desde esos momentos hasta ahora, supe que eras la mujer indicada, el amor de mi vida y la diosa a la que únicamente me mantendrá fiel. Recuerdos manipulados que fueron borrados por tu cálida presencia, me hacen luchar por un futuro mejor y por querer mejorar para ser un mejor esposo para ti... y enamorarme de ti cada día, no es difícil, ya que mis sentimientos son verdaderos.
Mis piernas tiemblan y mis ojos están llorosos, te ves sumamente hermosa, aunque, claro, siempre estás radiante. Cada paso que das, hace que mi corazón salte de la emoción, cada paso acompañado de pétalos que caen frente a ti... cada que avanzas hacia mi... es tiempo menos que queda entre ser marido y mujer.
Todos estan presentes, aunque falta tu mejor amigo del trabajo: Afrodita... lamento no haber podido salvarlo de Camus, cuando yo vi esa escena... no pude hacer nada al respecto. Aún me culpo, si no hubiese pasado más tiempo hablando con Aioria y organizando la bienvenida de los estudiantes de intercambio que había llegado dos días antes a la ciudad, yo hubiese sido capaz de salvarlo. Mis lagrimas caen por la culpa, pero tu sonrisa me reconforta, y esa mirada llena de ternura y calidez... tranquiliza mi inquieto corazón.
Cuando al fin estás frente a mi, solo pienso en como puedo hacerte feliz, y tomando tus manos puedo asegurarte que.... En las buenas y en las malas, tus manos jamás soltaré.
El sacerdote da comienzo a la ceremonia, y todo prosigue de acuerdo a nuestros planes. Después de la ceremonia seguía el evento, el cual ambos bailamos un hermoso vals que me hizo perder la noción del tiempo.
— Amor... ¿si mañana despierto y esto no es real como lo anterior?— le pregunté a la vez que te ayudaba a dar una vuelta.
— Shun, no te preocupes por eso ahora. Disfruta el presente y confía en que nuestro amor es real como este momento— me respondiste con mucha serenidad.
Estaba muy agradecido, que a pesar de mis inseguridades por el "ahora" que estaba sanando con terapias con psicólogos, seguías a mi lado. Y por eso, estaba más que convencido que eras la única que iba a estar en la corazón y a quien trataría como una diosa. Tal vez los años han pasado desde aquel hermoso momento, y agradecido estoy con Athena que... ambos sigamos juntos y que una pequeña parte de ambos está con nosotros, en palabras resumidas, que ahora tenemos un pequeño que se parece mucho a ti. Y desde mi oficina, en nuestra morada, estoy escribiendo esto para atesorar por siempre nuestro amor y adversidades que ambos superamos.
Dejé de lado mi libreta y con cuidado la guardé en el cajón de mi escritorio, para salir de mi oficina y dirigirme a la sala, donde me estabas esperando junto a nuestro preciado hijo.
— ¡Papá!. ¡Mamá es genial!— me dijo a la vez que corría hacia mi, y de un salto que dio, lo tomé en brazos para seguir mi camino hacia ti.— ayudó a una pequeña ave lastimada y al poco tiempo comenzó a volar para irse con su familia. ¡Es una super heroína!
— Itsuki, no es una superficie heroína— le comenté a la vez que me sentaba a tu lado.— es una diosa, capaz de sanar cualquier corazón lastimado con su presencia— agregué a la vez que le sonreía a mi pequeño castaño.
— Shun, me sonrojas— me dijiste a la vez que me abrazabas, dejando en medio a nuestro pequeño.
— Quiero ser como ustedes cuando sea grande— mencionó Itsuki a la vez que se acurrucaba aún en medio de nuestro abrazo.— Quiero ser tan bueno en la escuela y en cualquier actuvidad como mamá y el vice presidente escolar para tener un buen currículo para ser un gran doctor.
— Y lo serás, tienes el amor y apoyo de nosotros para hacer lo que quieras cuando seas mayor. Solo que... mantente en el camino del bien y cumplirás tus sueños— le mencioné a la vez que leves recuerdos pasaban por mi mente.
— Esos ojitos verdes como los de tu papá están llenos de determinación. Serás un gran doctor— mencionaste a la vez que te separabas un poco de nosotros.
— Ahora que papá y mamá están libres... ¿podemos ir al parque?— nos preguntó, a la vez que se levantaba para pararse frente a nosotros.
— Claro, yo no tengo casos que resolver y tu padre no tiene que reuniones con sus clientes— respondiste con una sonrisa.
— Una detective y abogado... ¡son una combinación perfecta!— nos dijo Itsuki a la vez que se acercaba a nosotros para darnos un abrazo.
Once años de matrimonio y un pequeño con diez años... tal vez sea un reto el futuro pero, con amor y guiándonos, nada sucederá ni nos separará. Porque el sentimiento es verdadero y no enfermizo....
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