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ISABELA MADRIGAL

Nuestro primer día en Motunui fue estresante sobre todo porque no queríamos salir de la habitación y solo nos dedicábamos a dormir. El sueño se hacia mas fuerte ya que era la forma en que el cuerpo guardaba energías para cuando llegara la Luna.

Cuando la tarde llego tocaron la puerta, asome la cabeza por sobre la pared de almohadas para ver a Dolores entrando seguida de Luisa con una bandeja en la mano mientras en la otra cargaba a un cachorro feliz que buscaba correr, salte de la cama en mi forma lobuna indicándole a Luisa con la cabeza que bajara al pequeño. Apenas toco el suelo empezó a saltara hacia mi dirección, me tire por completo al suelo esperándola para jugar con ella. Dolores se sentó junto a la cama mientras despertaba a los niños para que comieran, yo seguía entretenida jugando con el cachorro y corría para ver como se apresuraba alcanzarme. 

—Iremos a ver la costa y escuchar un poco sobre la historia del lugar, regresamos mas a la tarde. ¿Quieres que me lleve al cachorro? Ademas dijo Moana que mañana llegaran esas personas de las que nos menciono ayer, hablaremos con ellas y les proporcionaremos la poca información que tenemos.— pregunto Luisa junto a la cama pasandole un plato de comida a Mirabel. —No, déjala. Quiero jugar con ella.— le respondí tranquilamente mientras regresaba a mi forma humana y Dolores me lanzaba una manta para cubrirme, me recargue junto a la pared que da al balcón mientras que el cachorro se acurrucaba entre mis piernas y Luisa me pasaba un plato de comida. —No creo que sea lo mejor, no olvides que vamos a dejarla aquí, no puedes pasar mucho tiempo con ella o sera mas difícil separarse.— dijo Dolores de manera tranquila pero gruñí instintivamente hacia ella lista para proteger a mi cachorro de cualquier amenaza, ella alzo los brazos en forma de derrota. —Tal vez es mejor que les diga esto antes de que pierda la cabeza, yo cuidare del cachorro, no pienso dejarlo, no se si sean las hormonas o tal vez me encariñe, pero lo cuidare y protegeré como si fuera mio.— les aclare con severidad viendo como Dolores estaba a punto de hablar sobre mi pareja y su descontento al enterarse. —Ya no somos animales, se que ella lo entenderá.— la corte de inmediato regresando la vista a la pequeña bola de pelos que dormía entre mis piernas y escuchaba el suspiro de resignación de mi prima.

—Por cierto, Isabela. Llevas refiriéndote a tu pareja como "ella" desde que salimos de casita, ¿Que te hace pensar que es mujer?— cambio de tema y solo sonreí mas grande. —¿Recuerdan la leyenda que nos llego a contar la abuela cuando eramos niños? Antes de que nacieran Mirabel y Camilo.— ellas asintieron y continué. —Tuve un extraño sueño, bueno, no fue un sueño. Mi alma viajo de este plano a otro durante la noche en que se escucho el aullido. A decir verdad primero estaba algo desorientada. El lugar era sobre una colina y detrás de mi estaba casita mientras todos nos sentábamos a comer en la parte de afuera, como lo hacemos en casita.— ellas me veían asombradas y con algo de duda. —Entonces justo cuando estaba comiendo unas extrañas personas llegaron, una de ellas en especifico tenia un hermoso vestido color blanco junto a una capa y su tez era increíblemente clara. Ella era un diosa. Cuando se sentó a lado de Mirabel enfrente de mi y pude ver claramente su rostro sus hermosos ojos azules me cautivaron y me congelaron.—

—Sentí un escalofrió recorriendome en cuanto la vi fue como si la conociera de toda la vida y a través de sus ojos pude ver toda una vida pasar ante mis ojos; citas, viajes, problemas, magia, amor, una familia. Antes de salir de mi entumecimiento una chica a su lado la llamo y desperté en ese preciso momento, siento que no eran como nosotras, ellas no tenían ropa de vivir en la actualidad como nosotras, eran mas bien de los tiempos en donde existían reinos.— dije acariciando al cachorro, debía buscarle un nombre. —Eso es realmente asombroso, ¿Como se llamaba?—

—Esa mujer la llamo, Elsa.— me sacudí involuntariamente de solo decir su nombre. —Ella tiene una sonrisa brillante y amable, siento que esa Elsa es idéntica a esta Elsa, así que por eso pienso que realmente no va a estar molesta por el cachorro, algo me dice que la va amar.—dije feliz poniéndome de pie para dejar mi plato en la charola y me acomodaba para entrar al nido y descansar con mi cachorro, los niños fueron al baño y regresaron ya transformados. 

—¡Cierto! Hermanas, que tal si los Thorns no desaparecen.— dijo emocionada Mirabel interrumpiéndonos pero no entendimos muy bien a que se refería. —Por lo que nos dijo Moana, los viejos pueden camuflarse, pero ¿Y si no es así? Isabela, ¿Recuerdas haber visto algo antes de que saliéramos de Portorosso?— la esperanza en sus palabras era palpable. —Vi que eran muy rápidos, pero esos eran jóvenes.— 

—¿Y que tal que los viejos son aun mas rápido que los jóvenes? Eso explicaría porque apenas y pudieron escuchar sus pisadas en la carretera y la única que logro escucharlo fue Dolores, su oído esta mas desarrollado que el nuestro gracia a su don. Si simplemente fueran invisibles lo habríamos escuchado incluso si estaba saltando, eso quiere decir que no es ese el caso. Eso querrá decirnos que realmente ellos se mueven de una manera exageradamente rápida que hace que se vuelvan invisibles a nuestros ojos y oídos, cuando no es el caso, si logramos ver algún tipo de patrón de movimiento podremos estar preparadas para enfrentarlos.— concluyo muy feliz y todo lo que dijo empezó a tener sentido después de ver su actuar en Portorosso. —Tienes razón, hermanita. Y ya lo sabemos, ellos se mueven en un zig zag, avanzan a la derecha y luego izquierda, así es como se movían los jóvenes que nos ayudaron a escapar de esos locos. Entonces según lo que tu dices seria únicamente aprender a oír sus pasos y saber en donde estuvieron para saber en donde estarán y así poder atacar. ¡Mirabel, eres una genia!— Luisa la levanto en un fuerte abrazo y reímos de felicidad, esta información nos podría ayudar cuando volvamos haya afuera.

—¿Entonces dinos, ¿Como llamaremos a nuestro sobrino?— dijo feliz Luisa regresando a nuestro tema antes de lo de Mirabel, voltee a verla en mis brazos y cuando abrió sus ojos la acerque a mi rostro y me lamió la nariz con su áspera lengua, tiene unos ojos de un café muy claro, casi grises. —Alessa, así se va a llamar.— dije sentándome en la cama preparándome para dormir, empezaba a tener mucho sueño. —¿Porque ese nombre?— 

—Una sensación, algo me dice que a mi pareja le va a gustar.— me transforme y ellas se despidieron mientras yo me acomodaba sintiendo de inmediato los cuerpos pequeños de Camilo y Mirabel apoyarse a mis lados mientras el cachorro mordía mis orejas hasta agotarse y caer dormida. 

Yo te voy a proteger y algo me dice que Elsa también.


PRÓXIMO CAPITULO

—...Siempre pensé que yo seria la primera en tener pareja pero parece que he vuelto a fracasar, por mas que esforzaba siempre perdía contra ti. No pienso dejar que me pisotees con tu felicidad, me estas quitando todo lo que me pertenece.— ahora si se preparo para atacar mientras me veía con detenimiento.

—Y no lo pienso permitir.— se convirtió en un gran lobo café y con una sorprendente velocidad se lanzo contra mi, maldita sea Agnarr, aun sigues arruinando las cosas.

Que No Sepan Que Puedes VerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora