Capítulo 27

162 14 5
                                    

18 de mayo de 2021, a las 20:00.

Mientras que los chicos y nuestra manager se preparan para poder ver la primera semifinal por la tele, yo me preparo para poder ir a la piscina. No estaba de buenas ganas como para ver el festival, así que prefería ir a relajarme en soledad a la piscina. A ninguno les pareció mal que me fuera, ya que eran conscientes del duro día que había vivido.

Esa misma tarde, justo cuando volvimos de la comida más incómoda del mundo debido a que todo el mundo me miraba seguido (y no, no era porque fuese egocéntrica sino que literalmente todos pegaron su mirada en mi), estuve contestando a los diversos mensajes de gente que conocía sobre la noticia que habían publicado esa misma mañana.

—¿Estás segura de que no quieres quedarte con nosotros?— preguntó de pronto Theo apareciendo por la puerta.

—Si, estoy segura.— contesté.— No me va a pasar nada por no ver la semifinal. Ya me enteraré por Instagram como fueron los resultados.

—Como tú quieras. — contestó él, dejándome sola de nuevo para poder ponerme el bikini con más tranquilidad.

Después de ponerme mi bikini de estampado de cebra, me puse mi camiseta grande de la lengua de los Rolling Stone y fui a por mi bolsa ya preparada que se encontraba en el vestidor.

—¡Hasta luego! ¡Pasarlo bien!— me despedí mientras cerraba la puerta poco a poco.

—¡Hasta después! ¡Igualmente!— se escuchó de parte de todos antes de cerrar la puerta e irme directa a la piscina. Durante el camino me puse la primera PlayList que encontré, la cual empezaba con Paint It, Black una de mis canciones favoritas de toda la vida.

Iba a mi rollo por los pasillos. Entre bailes y pequeñas estrofas cantadas a capela. Para mi suerte, mi camino a la sala grande no era demasiado grande. Solamente tenía que subir un piso y ya estaría allí. Al ritmo de Scorpions subía las escaleras mientras hacía algún que otro bailecito ridículo. Cuando acabó la canción, ya tenía la puerta transparente frente a mi y con Zombie de fondo abrí la puerta de un empujón. No fue hasta que cerré la puerta una vez dentro cuando me dí cuenta de que había alguien más allí... Pero no era cualquiera persona.

Ethan se encontraba sentado en el borde de la piscina balanceando sus piernas haciendo que estas pudieran tocar el agua. Perfecto. Venía a despejarme un poco y dejar a todo el mundo a un lado, pero iba a ser imposible que sucediera con él allí. Según entré en aquella sala noté su mirada puesta en mí, cosa que me facilitara darme cuenta que había alguien más en aquella sala. Rápidamente le di a parar a la música que llevaba en mi móvil puesta, para luego dar un paso hacia atrás:

—Mejor me voy...— dije más para mí misma que para él, para luego dar media vuelta. Si no fuera porque él se pronunciara, yo ya estaba en España de la vergüenza que sentía en ese momento.

—Alejandra, somos dos adultos, podemos estar en la misma habitación sin que uno tenga que escapar corriendo. — anunció. Yo asentí y con la cabeza algo gacha fui hasta una de las tumbonas y dejé al lado de ella todo lo mío y luego me senté con las piernas cruzadas encima de ella.

Aquello estaba en absoluto silencio, haciendo que hasta fuera incómodo. Era impactante que hace unas horas estuviéramos en el coche entre gemidos y ahora estemos en la piscina entre el silencio. No me gustaba nada estar así, sobre todo con él, ya que ninguno habíamos tenido la culpa de que eso se hiciera culpa (o por lo menos no toda, ya que habíamos tenido la máxima discreción en que nadie nos notara), la culpa era de los paparazzis que se piensan que pueden hacernos fotos cuando les salga del forro de los cojones.

—¿Qué te han dicho?— preguntó de repente mirándome por encima de su hombro, haciendo que volviera de mi mundo. Debido a esto tardé un poco en contestar, pero no se quedó sin respuesta.

I wanna be your sin. ||Ethan Torchio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora