Capítulo 32

158 18 12
                                    

19 de mayo de 2021,a las 19:15.

—Marco, ¿Oro o plata? — le pregunté a mi amigo rubio mientras estaba buscando mis accesorios para esa noche. 

—Con esa ropa lo mejor es bronce. — me contestó mientras se ponía sus botines estilo militar carmesíes.

—Tienes razón. —dije mientras cogía mis pequeños aros y pendientes de estrella de bronce.

En ese momento, los chicos y yo estábamos preparándonos para esa noche. Yo estaba con Marco cambiándome los piercing de las orejas y él calzándose, mientras que los otros sabe Dios lo que estaban haciendo. 

Esta noche decidí vestirme bastante sencilla de a lo que suelo llevar. Llevaba un top sencillo de tirantes blanco, con un pantalón vaquero azul algo ancho y una rebeca de punto que me había hecho mi abuela hacía muchos años, la cual era azul aqua con unas margaritas bordadas. Mis Vans a cuadritos y atuendo finalizado. 

—A ver chicos, tenéis que decir a quién mataríais, besaríais o follaríais. — dijo de repente Samuel, sin entrar en nada a contexto. — Fiona la de Shrek, Lord Farquaad o Pinocho. 

—Vosotros estáis jodidos de la cabeza si pensáis que os voy a responder a eso. —dijo Marco serio. 

—Mataría a Farquaad, con algo de asco me besara con Pinocho y me follaría a Fiona. —les contesté mientras me acababa de poner todos mis pendientes. 

—¡Te dije que iba a responder eso! — dijo Oliver gritando mientras le daba unas palmadas en la espalda con bastante efusividad a Theo. 

—Dejaros de tonterías y acabar de prepararos que nos tenemos que ir ya. — les avisó Marco a los tres, ya que nosotros dos ya estábamos listos. 

—Ya estamos listos, ¡Sorpresa! — dijo Theo mientras se colocaba su gorro rojo hecho de lana. 

—Pues venga, vámonos. — dije yo mientras. Cogí mi mochila que me habían regalado los chicos días atrás. En ella puse lo imprescindible. Después, todos salimos de la habitación y nos dirigimos a los ascensores. Un poco apretados nos metimos en uno y no se quien fue, le dio a un botón para que comenzara a bajar. 

En menos de cinco minutos ya estábamos abajo de todo. Los cinco, después de salir del ascensor,  nos dirigimos hacia donde habíamos quedado con los italianos, donde sorprendentemente ya nos esperaban. No me lo esperaba ya que aún faltaban diez minutos para que fuera la hora en la que habíamos quedado. Pero bueno, así tendríamos más tiempo para hacer más cosas. 

Cuando nos vieron, todos se levantaron a la vez, como si se pusieran de acuerdo, y se aproximaron hasta nosotros:

—No sabía que urgía tanto quedar con nosotros. — dijo Damiano entre risas. 

—Yo tampoco sabía que os apuraba tanto quedar con nosotros, ya que aún faltan diez minutos y nosotros no sabemos desde cuándo estáis aquí.— dije yo aproximándome con los chicos hasta ellos. 

—Yo pienso que todos teníamos prisa por quedar, ya que llevamos la ostia de tiempo sin quedar. — dijo Victoria, haciendo que todos le diéramos la razón. Finalmente, después de que todos nos saludamos decidimos emprender camino a sabe Dios dónde. 

Para coincidencias, como la primera noche que quedamos, Victoria y yo íbamos encabezando el grupo mientras que los chicos nos seguían a nosotras. Ambas íbamos con los brazos entrelazados como dos viejitas. 

—¿Sabes qué? Ya te estaba echando de menos. — dijo Victoria sacándome una sonrisa llena de ternura. 

—Yo también te estaba echando de menos… Sinceramente, no entiendo como dejamos de quedar. 

I wanna be your sin. ||Ethan Torchio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora