—Entonces. —Dijo Jung-kook, asustándome.
Habíamos pasado los últimos catorce días casi en completo silencio. Habíamos salido a alimentarnos por separado, pasando tiempo con nuestros familiares también por separado y aunque dormíamos en la misma cama, no nos habíamos tocado desde que dejamos el templo, la noche de nuestra última pelea.
El vínculo realmente parecía haberse estabilizado. No teníamos dolor, ni sensación de hormigueo cuando estábamos separados. No había ninguna necesidad de atacarnos de cualquier otra forma, es decir, ya sea sexual o por enojo. Era una pena que la bendición se hubiera perfeccionado para el momento en que nosotros habíamos decidido terminarlo todo.
—¿Qué? —Le pregunté. Tratando de mantener mi tono de voz neutral, no quería cabrearlo antes de que siquiera completara la frase.
—Bueno, mañana es Halloween. —Se detuvo, como si esperara que dijera algo. Él había estado actuando de manera extraña toda la noche, aún más extraña de lo habitual en él.
—¿Y? —Tratando una vez más de mantener mi tono uniforme.
—Bueno, recuerdo que te gustaba el Halloween, me preguntaba si quieres hacer algo. Conmigo. Mañana. —Me miró de cerca y me dio miedo de hacer alguna expresión, que no fuera adecuada a sus ojos.
—Um, seguro. —Le dije con mi tono de voz muy bajo. —Me gustaría, ¿Tienes algo especial en mente?
Sus hombros se relajaron, como si hubiera tenido miedo de que arremetiera contra él o algo así. Se sentó a mi lado en el sofá, otra cosa que no había hecho en las últimas semanas. Tenía muchísimas ganas de preguntarle qué estaba pasando, pero no quería asustarlo. Parecía que estaba haciendo un gran esfuerzo conmigo y echarlo a perder sería algo estúpido.
—Bien, el club de la ciudad dará una fiesta. Pensé que podríamos disfrazarnos y asistir. Recordé que siempre ibas a los clubs de los mortales en Halloween, pero yo nunca lo he hecho. Así que si tienes una idea mejor.... —Él se calló, mirándome con una pequeña sonrisa.
—No.... no, eso suena muy bien. ¿Tienes un disfraz?
—Bueno, soy un vampiro. —Dijo con una carcajada.
—¡Tú no puedes ir de vampiro! —Había sonado más fuerte de lo que yo hubiera querido que sonara, pero afortunadamente se echó a reír nuevamente. —Lo que quiero decir es que te tienes que disfrazar de... otra cosa.
—Lo siento, ¿son los vampiros muy trillados?
—Un poco.
—¿Y si fuéramos como los demás? —Él sonrió y me reí.
—Entonces, ¿Puedo preguntarte qué te pasa hoy sin que te cabrees? —Yo le pregunté.
Dejó escapar un suspiro y tomó mi mano entre las suyas. Era agradable sentir su toque nuevamente. Había estado tan enojado con él que casi había olvidado lo suave que era su piel, o cómo el calor de sus manos siempre me hacía sentir.
—Jimin, lo siento, realmente lo hago, no sé cuál fue mi problema. Es decir, lo que hice, pero eso no debió haber ocasionado este mal entendido entre los dos. Yo te... yo te he extrañado.
—He estado bien, aquí. —Murmuré. Observando como sus dedos hacían círculos en la palma de mi mano.
—Lo sé. Y eso lo hace aún peor. Había noches en que despertaba y luchaba conmigo mismo para no extender mi mano y tocarte. ¡Demonios! Algunas noches, quería provocarte para que pelearas conmigo, solo para que me hablaras. —Sonrió, pero no había humor en ello. —Yo la jodí, sé eso. Solo espero que podamos superarlo. No quiero... no quiero perderte.
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THE INFERNO I: UNA BODA INESPERADA - KOOKMIN (+18)
Fanfic¿Pueden Jung-kook y Jimin superar su odio mutuo antes de que la boda vampírica a la que fueron condenados los mate a ambos? Park Jimin siempre ha odiado al príncipe vampiro Jeon Jung-kook, pero Jung-kook no se le queda atrás. Una noche oscura y tor...