THE INFERNAL - CAPÌTULO 14

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La peor forma que encontrarás de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.  by- Gabriel García Márquez


Desperté el domingo en la mañana sintiendo la mano de Jung-kook acariciando mi erección. Su pecho estaba presionando contra mi espalda y su mano la tenía sobre mi cadera, manteniéndome fijo en su fuerte agarre.

—¿Qué estás haciendo? —Murmuré.

—Compensándonos por lo de anoche. —El susurró en mi oído.

No pensaba que él tuviera por qué compensarme. Pero de todos modos tampoco intenté detenerlo. Su mano estaba caliente y seca, pero la fricción hacia arriba y hacia abajo se sentía increíble, corrí mi culo buscando su dura polla y él la apretó contra mí.

—Perdóname, ya me había dormido cuando volviste a la cama.

—No te preocupes. Más bien tú perdóname por no hacernos venir anoche.

Quité su mano, así pude girar y verlo a la cara. Él me besó, creo que él había planeado hacerlo rápido, pero no quería que él se quitara. Lo agarré por el pelo y lo mantuve en mi cara, con mi lengua lo obligué a que abriera sus labios y busqué su lengua.

Me moví aún más y con mi cuerpo lo empujé para que él se acostara sobre su espalda para sí poder subirme encima de él. Mis manos se deslizaron por sus brazos, hasta encontrar sus muñecas y las fijé por encima de su cabeza mientras yo seguía saqueando su boca. Mis colmillos se clavaron en su lengua, pero no se apartó, chupe con fuerza su lengua, obteniendo más de aquél dulce y cobrizo sabor, haciéndolo rodar por nuestras bocas y saboreándolo con la certeza de que ésta podría ser la última vez que lo hiciera.

Era domingo, primero de noviembre y mañana en la noche Ethan y yo seguiríamos por caminos separados. Gruñí en respuesta a éste pensamiento que Jung-kook no podía escuchar, besándolo con más fuerza como si con ello lo forzara a irse de mi mente.

Sabía que lloraría por siempre su perdida. Pero en este momento tomaría lo que era mío, bueno mientras aún era mío.

Me aparté de su boca, mi cuerpo se consumía por la necesidad de estar dentro de él. Alcancé la mesita de noche, abrí el cajón y a tientas traté de encontrar algunas cosas que teníamos guardadas ahí. Al final tuve que quitarme de encima de Jung-kook para mirar dentro del cajón porque no pude encontrar los condones con solo el toque de mi mano.

Al fin encontré un solo empaque de aluminio en la parte posterior del cajón y esto me causó un poco de gracia. Esto era tan trágico y a la vez tan poético, nosotros usaríamos su último condón, para nuestra última vez juntos. Él me miró de forma extraña mientras yo abría el paquete rasgándolo con mis dientes, negué con mi cabeza mientras enrollaba el condón sobre su pene. Si fuera necesario hablaríamos sobre esto más tarde, pero pensaba que a él esto no le importaría tanto como a mi si me importaba.

—Date la vuelta. —me dijo con voz ronca.

Él levantó una ceja antes de darme una pequeña sonrisa. Aplico lubricante sobre su mano, cubriendo el condón con él, mientras Jung-kook me ponía de rodillas enfrente suyo. Él, usando sus dedos para estirar mi culo, preparándolo para recibirlo. Deslizo sus dedos dentro de mi durante unos minutos hasta que sentía cómo mis músculos se relajaban con la intrusión.

Saco sus dedos rápidamente sustituyéndolos con la cabeza de su polla. Lo empujo dentro de mí lentamente. Jung- kook Sentía cómo el anillo de músculos apretaba su verga fuertemente por unos instantes antes de que empujara centímetro a centímetro dentro de Jimin. Cuando estuvo por completo forrado dentro de su culo, se detuvo para disfrutar por unos instantes de la constricción de los músculos alrededor de si, antes de moverse.

THE INFERNO I: UNA BODA INESPERADA  - KOOKMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora