THE INFERNO - CAPÍTULO 1

787 57 18
                                    


Jeon Jung-kook, Príncipe vampiro y un completo saco de mierda, había estado en Busan no menos de una hora y ya me tenía hasta los cojones. Podría haber sido un nuevo récord, incluso para él.

Observaba cómo pasaba sus dedos a través de su cabello negro por quinta vez en estos cortos minutos y consideré ir por él y encenderle la cara a puñetazos. Sabía que me haría sentir mejor, no me importaba realmente lo infantil de mi comportamiento.

—Jimin, si no dejas de mirarlo, la gente va a pensar que no lo odias tanto como dices. —Me dijo mi hermano Tae dejando otra botella de cerveza delante de mí mientras iba de camino a la barra para atender a otros clientes.

Disfrutaba dispararme dardos venenosos mientras él trabajaba, esto hacía más difícil para mí objetar. Cuando éramos niños, él hacía lo mismo, pasaba a través de mi grupo de amigos, con sus brillantes ojos verdes, contándoles una horrible y embarazosa historia y a continuación, corría demasiado rápido como para darle captura. Si yo no lo amara tanto, probablemente ya lo habría estacado mientras dormía hace años.

Beber unos pocos tragos de cerveza me ayudó a alejarme del borde. Casi podía sentir los cotilleos de todo el clan acerca del regreso de Jung-kook. Había oído que había caído enamorado de un mortal y que lo había seguido hasta Chicago. Al parecer, no había funcionado, ¡qué lástima!

Le hice señas a Tae para que me trajera otra bebida. Él me la negó con su cabeza, pero dejó de todos modos una frente a mí de camino. él odiaba cuando me emborrachaba, no es que le eche la culpa a él. Incluso yo sé que puedo ser un cabezota cuando bebo demasiado. Él no tenía muchos fondos desde que había comprado ―The Inferno hace apenas unos meses. Yo era solo el socio silencioso que prácticamente se bebía el inventario y era el único que podía recurrir a él, mientras que Tae se hizo cargo del manejo real del bar.

Jung-kook parecía como si estuviera trabajando para ser un buen borracho, también.

Su risa crecía en volumen con cada trago que terminaba, el sonido de ésta me ponía la piel de gallina sin motivo alguno. Sabía que tenía que salir de ahí. No quería que él decidiera que era un buen momento para pelear conmigo otra vez, como lo había hecho la noche que abandonó la ciudad. Hubiésemos logrado mandarlos a todos a la mierda antes de que su chico juguete mortal lo rescatara de mí y nuestro ―Bárbaro Clan de Vampiros Idiotas.

Por lo que yo podía recordar, fue la única vez en que Jung-kook había dejado voluntariamente el clan. La mayoría de vampiros, se sienten más cómodos con los de su propia especie. Me preguntaba lo que el mortal le había ofrecido para hacer que se fuera con él, pero luego decidí que eso no debería por qué importarme. Prefiero saber qué era lo que le había hecho regresar a casa.

Miré alrededor para ver a dónde había ido Tae y por supuesto, estaba ocupado al final de la barra al lado de Jung-kook. Pasó su mano por la cabellera castaña y se echó a reír con el resto de su corte. Agarró una botella de **ajenjo que estaba detrás de la barra y comenzó a caminar hacia afuera.

—¡Príncipe Jimin!

Me volví para ver a Sashain, una de las camareras que corría hacia mí.

—No me llames así —dije soltando un suspiro. —¿Qué necesitas?

—Bueno, me preguntaba si necesita un vaso o azúcar para su bebida, señor.

—Jimin, mi nombre es Jimin. Y no, gracias, la botella estará bien.

***********

Caminé en el aire fresco de la noche, agitando mi cabeza. La mayoría de las personas habían dejado de llamarme por ese título años antes, pero hubo unos pocos que tuvieron problemas para adaptarse a Jung-kook quien es ahora el príncipe vampiro, incluso después de pasados quince años. Por lo general no me molestaba, me gustaba corregirlos y seguir adelante. Pero al estar cerca de Jung-kook me había puesto en un estado de ánimo asqueroso, me ofendía que me recordaran el pasado.

THE INFERNO I: UNA BODA INESPERADA  - KOOKMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora