THE INFERNO - CAPÌTULO 6

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Jung-kook se levantó y luego me jaló para ayudarme a ponerme en píe, a continuación, me empujó boca bajo sobre la mesa de la cocina. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura, deslizando sus manos hasta mi pecho, llevándose consigo mi camisa, dejándola caer al suelo mientras besaba mis hombros. Sentía su erección contra mi culo y la mía dolorosamente apoyada contra la mesa.

Yo me detuve un momento para pensar en lo rápido que nuestros cuerpos habían reaccionado al contacto entre nosotros. Pero mis pensamientos fueron borrados en cuanto Jung-kook alzó mi cadera, para así poder meter una de sus manos por entre mis vaqueros y agarrar mi palpitante polla.

Presioné mi culo más duro contra él, moviéndome al ritmo que su mano me imponía mientras la deslizaba hacia arriba y hacia abajo de mi pene. Gimió, presionando su boca en la base de mi cuello, mordiéndome suavemente. Sus colmillos raspaban mi piel provocando que mi cuerpo se estremeciera.

Retiré su mano fuera de mis jeans para poder voltearme y verlo a la cara, lo atraje hacia mí para que me besara, mi lengua abrió con fuerza sus labios como si pudiera meterme por completo en su boca. Él agarró mi culo y me levantó hasta que quedara sentado sobre la mesa, como si yo no le pesara.

—Quédate ahí y no pierdas... tus ánimos —dijo mientras se alejaba de mí. —De hecho, mejor desnúdate y quédate ahí, regresaré enseguida —agregó.

Una vez fuera de mi vista mi piel comenzó a hormiguear, salté de la mesa y traté de distraerme de la sensación despojándome por completo de mi ropa. Desnudo y erecto regresó a la cocina con un condón y una botella de lubricante en sus manos.

Prácticamente se abalanzó sobre mí, golpeándome la espalda contra la mesa tan fuerte que sentí que ésta quedaba apoyada en un solo píe.

Me besó, una vez más me levantó y me sentó sobre la mesa dejándome frente a él. Por un segundo se apartó un poco de mí, estudiando mis ojos como si buscara enojo o miedo por la situación. Pero yo nunca había estado tan seguro de algo antes. Incluso las veces anteriores en las que él me había tenido desnudo, yo no sabía que esto era lo correcto, no del modo en que yo lo sabía en este momento.

Abrió de un tirón el paquete del condón con sus dientes, escupiendo las piezas sueltas de papel aluminio al suelo, mientras rodaba el condón hacia abajo por su pene, él me jaló para darme otro beso, duro y rápido, mientras buscaba a tientas la botella del lubricante.

Se apartó de mí diciendo una maldición. Miré para ver qué había pasado, y vi que se había derramado el lubricante sobre la mesa. Me reí hasta que lo vi recogerlo con la mano y frotarlo sobre mi polla, contuve la respiración, mientras deslizaba su mano lentamente hacia arriba y abajo a lo largo de mi pene.

—No es tan gracioso ahora... ¿verdad? —preguntó con voz baja y grave.

Negué con la cabeza, la idea del sermón me parecía absolutamente absurda.

Deslizó su mano hacia debajo de mis pelotas y con sus dos habilidosos dedos recorrió la grieta de mi culo. Me estremecí por la sensación que me provocaba, esto lo hizo sonreír.

Estiró la mano, para poner más lubricante en sus dedos antes de regresarlos a mi cuerpo. Apretó con suavidad contra mi abertura, dejando que los músculos se relajaran para él. Cuando tuvo dos dedos profundamente dentro de mí, se detuvo esperando que me acostumbrara a la sensación. Me estremecí sobre la mesa y bajo él, esperaba más de lo que me hacía sentir, estaba listo para eso. No sabía cómo decirle que nunca antes había estado más listo. Me retorcía, mirándolo, suplicando con mis ojos que me tomara ya.

Finalmente se movió, deslizando sus dedos dentro y fuera de mí, doblando ligeramente sus nudillos de modo que cada vez que retiraba sus dedos la punta de estos rozaban el punto ideal en mi interior. Empecé a jadear, arañé su brazo tratando de acercarlo más a mí.

THE INFERNO I: UNA BODA INESPERADA  - KOOKMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora