Cautiva

15 | Loco

Ferit Erkan.

Habían pasado varios días desde que Alessia decidió irse con sus padres. La extrañaba bastante. No podía dormir porque me quedaba mirando su lado vacío, teniendo la esperanza de que regresara pero...creo que la he perdido definitivamente.

¿Porqué diablos tuvo que ser así? Suspiré. Tendría que resignarme para verle con otro, aunque, no puedo negar que mientras estuvo conmigo, fui el hombre más feliz del planeta.

Desde que la conocí, supe que era la mujer con quien quería pasar el resto de mis días. Pero no, papá tuvo que involucrarse en este tipo de negocios y provocando ponernos en peligro, tuvimos que escapar. No podía decirle nada porque la iba a poner en peligro y si le llegara a pasar algo, no me lo iba a perdonar.

Fue entonces, cuando decidí seguirle todos los movimientos con ayuda de Angelo hasta que pudiera traerla conmigo.

Estaba acostado mirando su lado vacío, extrañando sus cómicos comentarios, su risa y sus ojos.

— Señorita...—escuché a Kev decir y levanté mi cuerpo rápidamente para mirar la puerta.

— Hola querido —puse los ojos en blanco y dejé caer mi cuerpo otra vez en la cama.

— ¿Qué diablos quieres Eiren?—pregunté de mala gana.

— Alguien necesita sexo —susurró subiéndose a la cama.

— Y tú un psiquiátrico — comenté mirándola—. ¿Qué quieres?

— Hamza, quiere hablar contigo y tiene días sin verte..—la interrumpí.

— No quiero hablar con nadie...—dije de mal humor.

— ¿Donde está rapunzel?—preguntó mirando toda la habitación—. ¿Ya se cansó de ti? Esto es un desastre Ferit.

— No me digas —dije sarcástico.

— Buenos días señor —dijo Kev dejándome ver a mi papá.

— Lo que faltaba — susurré.

— ¿Qué es esto Ferit?—preguntó mirando toda la habitación y decidió abrir las cortinas para que el sol entrara.

— Yo le informe que usted quería hablar con él pero al parecer Ferit está depresivo por la princesa —dijo Eiren poniéndose de pie. La miré.

— ¿Puedes callarte?—le pregunté a Eiren y ella me tiró un beso.

— ¿Dónde está Alessia, Ferit?—preguntó Papá y miré mal a Eiren—. Hace días que no vas a la casa, te llamo y no respondes, vengo a hablar contigo y encuentro esto hecho un desastre.

— Rapunzel se cansó de que Ferit ...la tuviera —la interrumpí.

— ¡Cállate pues!—le grité y papá me miró.

— Eiren déjanos a solas —le dijo papá y ella me miró—. Ahora por favor.

Eiren salió de la habitación dejándome a solas con papá.

— ¿Cuándo vas a entender que a veces hay que dejar que las mujeres se vayan y entiendan que somos el amor de su vida?—preguntó mirándome—. ¿Que quiso decir Eiren con que Alessia se cansó de que la tuvieras que?

— La tenía cautiva —confesé y papá negó con la cabeza.

— ¿Estas loco Ferit?—me gritó y me levanté rápidamente.

— Si, estoy loco por ella pero todo esto es tu culpa papá —le grité—. Culpa de que te hayas involucrado en toda esta mierda.

— Le daba lo mejor a mi familia —me dijo en el mismo tono—. ¿Te hubieses imaginado que sus padres te hubiesen delatado? Otro problema más.

— ¡Alessia y yo nos amamos!—le grité

— Te ama tanto que se fue de tu lado por no hacer lo correcto — me dijo y reí.

— ¿Hamza Erkan hablando de hacer lo correcto?—pregunté—. Si no te hubiesen amenazado de muerte no la hubiese tenido que traer así.

— Si me hubieses contado que estabas enamorado, te hubiese casado con ella y listo pero eres demasiado orgulloso Ferit —dijo enojado—. Me llevaste rencor todo este tiempo hasta que la pudiste tener nuevamente.

— No podía involucrarla —susurré sentándome en la cama—. No soportaría que le sucediera algo.

— ¿Porqué no la buscas? —me preguntó.

— ¿Para que la buscaré si...

— ¡Señor!—dijo Kev y nos levantamos—. Disculpe la..

— ¡Habla! —le pedí.

— Vi a dos hombres de Amir Budak en los alrededores de la casa de la señorita Alessia —informó y tome la pistola rápidamente.

— ¿Que les pasa a esos cabron?—pregunté enojado y papá me detuvo.

— Ferit guarda el arma —me ordenó en voz baja—. Tienes que dejar que todo fluya y estar pendiente de todo sin arruinarlo nuevamente.

— Juro que si ese maldito le toca un solo pelo a Alessia, lo voy a matar —dije enojado.