II

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Me senté sobre una banca en aquel parque en el que había dormido la noche anterior, antes de conseguir aquel pequeño lugar.

Abrí la bolsa de papas Sabritas y comenzé a comer. Era mi hora de descanso, suerte que el parque estaba cerca.

Había pocas personas, y eso me gustaba, no me gusta cuando hay tanta gente.

Había unos tres niños (según conté) jugando por ahí, unas señoras platicando y ya.

No pasó mucho rato cuando algo llamó mi atención; era un chico.

Pelo negro, ropa holgada y algo infantil (para mí gusto). Estaba sentado en una banca frente a mí. Estaba muy concentrado leyendo un libro, algo grueso, que no alcancé a reconocer.

Una chica (de mi edad, más o menos) de pelo negro, como el de él, se acercó, él, al percatarse de su presencia, se paró, para abrazarla.

Ella tenía una piel un poco bronceada.

El tenía piel de porcelana.

[...

Me acomodé el mandil al rededor de mi cintura, lo amarré mientras salía de la cocina, para ir al mostrador.

Justo cuando iba saliendo, la campana de la entrada anunció a alguien nuevo, alcé la vista, encontrándome con los dos chicos del parque.

-hola, Betty. -tabitha me saludó, yo solo moví mi cabeza- si quieres yo los atiendo y-

-no, está bien. Yo voy. -asintio y dí la vuelta al mostrador, caminando hacia la mesa en la que recientemente los dos pelinegros se sentaron. -buenas tardes, ¿Ya saben que van a pedir?

-yo si. Quiero un hamburguesa y una malteada de chocolate. ¿Tú? -volteo a ver al chico, quién se encogió de hombros.

-una malteada -dijo- de chocolate -sonrio y anoté las cosas en una pequeña libreta que me dieron.

-¿Solo eso, seguro? -el chico asintió, aún si quitar la estúpida sonrisa de su cara.

-bien, ¿Algo más? -negaron y me fuí.

Alcancé a aver de reojo como aquel chico me veía.

...]

Caminaba de regreso al pequeño hotel, ya era de noche.

Encendí el cigarrillo y lo llevé a la boca, inhalando y luego solté el humo.

De repente, sentí como algo se ponchó en mi cara, soltando unas gotas de lo que parecía ser agua, acompañado de un peculiar olor.

-joder. -arrugue la nariz y voltee a ver hacia enfrente.

Oí una risita a lo no tan lejos, quizás una risa tímida.

-lo siento. -el chico del parque se acercó corriendo, tenía una pequeña sonrisa, ciertamente, de pena- no fue mi intención, yo..

-¿Que era eso? -lo interrumpí.

-burbujas, yo, estaba...

-¿Jugando con burbujas? -dije, jocosa.

-si, am...

-patetico. -solte de repente. Lo rodee y seguí caminando.

No lo conozco pero lo comienzo a odiar.

[...

Puse la almohada sobre mi oreja, tratando de cubrirme de los fuertes ruidos que se oían, provenientes de la habitación de al lado.

Gritos.

Gritos.

Más gritos y golpes se oían.

Parecía un deja vú.

Y pasó un buen rato hasta que los ruidos cesaron, para mí mala suerte; ya no pude conciliar el sueño.

¡Capitulo dos!

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¡Capitulo dos!

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꧁ᴍᴜɴ̃ᴇᴄᴀs Rᴏᴛᴀs꧂ (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora