╰┈➤ ❝ [BUGHEAD] ❞
╰┈➤Betty, una amargada por la vida y con un pasado que aún le duele, decide mudarse a Riverdale.
Todo empieza cuando, en una banca en el parque, conoce a Jughead, el niño molesto que llegarán a revolucionar su vida.
Y, quizás, a en...
El pequeño niño frente a mí se balanceaba en el columpio mientras hablaba y me contaba sobre que ese parque le gustaba mucho o algo así.
Yo lo escuchaba con atención, viéndolo.
Traía, como siempre, ropa colorida y holgada. Hoy traía un suéter que le quedaba un tanto grande color azul con estampado de flores amarillas y un pantalón blanco.
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Paró de repente y casi choco con él. Fruncí el ceño al ver cómo corría en dirección a un taxi local y le decía algo. Me hizo una seña de que fuera y así lo hice.
-Beeeeetts. ¿Traes dinero? -pestañeo algunas veces, puse los ojos en blanco y asentí. -genial. -se dirigió hacia el conductor- ¿Cuánto sería por llevarnos hasta allá?
-15 Dólares.
-¿Traes 15 dólares?
Me encogí de hombros.
-Supongo.
-bien. Vamos. -tomo mi mano y me jaló hacia dentro del vehículo.
Tiene un mano suavecita.
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Abrí la boca al ver el panorama.
-¿Te gusta?
-¿Que si me gusta? -sonrei- ¡Es lo más bellos que he visto en mi vida!
El rió un poco.
-si... Este es mi lugar favorito. Normalmente vengo caminando, no está tan lejos pero no quería hacerte caminar. -yo lo voltee a ver. Él estaba concentrado en la increíble vista.
Era un playa. Estábamos sobre unas rocas. El agua chocaba contra ellas y, si seguías un camino, podías llegar hasta la orilla.
La brisa estaba fresca, pero la vista lo valía.
-no sabía que había una playa aquí todo este tiempo.
-no muchos saben. No es el lugar indicado para venir a nadar. Y muy pocas personas vienen, solo por la vista.
-es increíble. ¡Que bonito es todo!
El soltó una pequeña carcajada al verme gritar hacia el mar. Yo reí viéndolo y pronto a los dos nos dolía la panza de tanto reír.
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Sentados sobre las rocas, y viendo el atardecer, el se acomodó en mi regazo, sin siquiera preguntándome.
Pero no lo aparté.
Coloqué mi mano en su pelo y comenzé a acariciarlo.
Un rato después, me percaté que el ya se había dormido.
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