XLIV

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lover of mine

Pasamos un rato, no sé con certeza cuánto tiempo, basándonos.

He de admitir que me encanta ver sus labios más rojos e inchaditos luego de besarnos.

Sin embargo, nunca hablamos acerca de el significado de aquellos besos, al menos para mí, un tanto apasionados.

No sé exactamente el momento en el que me volví a quedar dormida, pero desperté con los rayos de luz pegándome directo en la cara y me removí, molesta

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No sé exactamente el momento en el que me volví a quedar dormida, pero desperté con los rayos de luz pegándome directo en la cara y me removí, molesta.

Me giré para abrazar al niño a mi lado, pero, en su lugar, abracé una almohada.

¿Qué?

Abrí los ojos y busqué por la habitación cualquier rastro de Jughead.

Y no lo hallé.

Un olor como a quemado llegó a mí y casi al instante me paré de la cama para ir a la cocina.

Aún algo somnolienta, me apuré a seguir ese olor a quemado que con cada paso se intensifica.

Entro a la cocina y lo primero que veo es a Jughead soplándole a un sartén del cual sale humo.

—oh no, ¿Qué hiciste?

Reprimo una risotada  al verlo hacer una mueca de resignación.

—cocinar.  Se supone.

Apagué la estufa e hice lo posible por no burlarme de su gran fracaso.

Lo que sea que era lo que está en el sartén ahora no es más que lo más parecido a un carbón.

—eres pésimo en esto, ¿Sabes? —abulta su labio y pone cara de indignación y casi suelto una risotada.

—yo quería hacerte el desayuno. —chilla.

—bueno, la intención es lo que cuenta.

—li intinciin Is li qui ciinti.

—li intinciin Is li qui ciinti

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꧁ᴍᴜɴ̃ᴇᴄᴀs Rᴏᴛᴀs꧂ (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora