Corazón de Herrero

Capítulo 11

Capítulo censurado/incompleto.

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Recomendación musical para este capítulo: Mylene Farmer - Oui mais... Non:

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ADVERTENCIAS

a) En este capítulo algunos personajes hablan con un lenguaje más vulgar, por lo que si no se entiende algo pueden preguntar.

b) Hay una escena de sexo entre un hombre y una mujer.

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Capítulo 11

Sentado en el techo de la taberna, Shaka observaba los primeros rayos del sol escabullirse entre los picos de las montañas. Cerró los ojos. No le importaba el frío a pesar de solo estar cubierto por un vestido de tela fina. Su cosmos lo calentaba a la vez que lo hizo viajar kilómetros, hasta el Santuario, a la casa de Aries. Estaba oscuro. El cosmos diminuto de Kiki se encontraba en calma; seguro tenía un sueño agradable, lo que dejó a Shaka tranquilo.

Diferente fue cuando alcanzó el cuarto del primer guardián, quien también dormía, pero rodeado por un aura cargada de conflictos. El santo de Virgo vio en su mente las lágrimas gruesas que no habían llegado a desprenderse de las pestañas de Mu. Le dio escalofrío y surgió el deseo de abandonar China y correr a animar a su amigo.

—Amigo —habló en voz baja.

Nunca le había extrañado tanto esa palabra. Se tocó la boca; le pareció que le había dejado un sabor raro. De a poco regresaron las ganas de llorar junto a la presión en el pecho.

Para distraerse agarró el cuaderno que tenía a su lado; revisó las hojas una por una. Había escrito todo lo que aprendió de los saludos, varias costumbres, sobre el cortejo, la belleza muviana y el beso de despedida. Cuando llegó a ese punto se pasó un dedo por los labios.

—¡Te encontré! —exclamó una voz de tono ambiguo.

Shaka se volteó asustado y vio a una joven de rizos dorados asomada por la ventana.

—Ya es hora de dormir. Bajá antes de que la señorita Garma descubra que andás chupando frío.

El santo de Virgo se acomodó el vestido en el pecho. Entonces siguió a la joven adentro. Mientras caminaban, Shaka revisó los apuntes; entre sus propios pensamientos y la tensión por el entrenamiento no recordaba cómo se llamaba su guía.

«Cheol Su (Clan de Gyeonsang del Sur)

Nombre artístico: Cookie

Fecha de nacimiento: 2 de julio».

Shaka volvió a ver los rizos que tenía delante, a la falda pomposa que subía y bajaba con cada paso. Cookie no tenía músculos marcados, apenas las pantorrillas; sus rasgos eran finos y delicados, con pestañas largas. Incluso el timbre de su voz era agudo y suave.

Shaka pensó que Mu era bastante varonil comparado con su pariente tan lejano. También tenía cara delicada, pero por su entrenamiento de guerrero había desarrollado masa muscular. Además, su voz suave y grave era cada día más adulta; de solo pensar en ella sentía tranquilidad.