Capítulo 21: Cuando una puerta se cierra, otra se abre

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Justo cuando Ash y Eiji se dispusieron a salir del hospital, fueron detenidos por el Oficial Jenkis, el investigador que trabajaba la denuncia.

Al principio, el alfa estaba un poco reacio en tener una conversación con él, apenas ha pasado un día desde la adopción de Aiko y su novio se hallaba agotado física y emocionalmente como para lidiar con otra clase de problemas. Por lo mismo, el japonés pidió que lo dieran de alta lo más pronto posible, permanecer otro momento más en esa habitación lo ahogaba en miseria.

Sin embargo, con todo pronóstico, Eiji accedió a escuchar lo que tenía que decirle. Por eso, se reunieron en una pequeña salita dentro del edificio médico. Sus amigos y familia estaban estudiando o trabajando mientras que a Eiji le dieron licencia para ausentarse una semana mientras que Ash pidió el día en su trabajo y decidió no ir a clases tampoco. Quería estar para su omega el más tiempo posible.

—Me han informado sobre la extracción de sangre de la bebé — el señor Jenkis aclaró su garganta, intentando sonar sereno ante el semblante drenado del omega, incluso podía percibir sus feromonas nostálgicas. —, ahora solo falta que el Tribunal de Nueva York gire una comisión rogatoria al Juez competente en Japón para que notifique a Mizuno Hazuhiko a otorgar su muestra lo más pronto posible.

De repente, la pareja quedó desubicada.

—¿Qué? ¡¿Ese bastardo está en Japón ahora mismo?! — Ash se puso de pie por la incredulidad. —. ¿No se supone que estaba encarcelado por tenencia de drogas?

—Pagó la fianza — cerró sus ojos y suspiró fuertemente. —, las pruebas del caso eran sólidas, hasta quedarse en prisión de por vida, me temo que hubo injerencia en el asunto y abuso de poder por un tribunal corrupto...

—¿Y no pueden presentar algún recurso? ¿Qué tan inútiles pueden ser los fiscales? ¡Ese es su trabajo!— el alfa hizo un manoteó, escalando su enfado hasta transmitirlo en su aroma.

—Ash... — advirtió Eiji tras tomarlo de su brazo y obligarlo a sentarlo a su lado nuevamente. Una vez estando ahí, lo sostuvo con fuerza para que no volviera a perder los estribos.

—Falta de presupuesto y sentido de justicia de algunos, muchacho... — Jenkis exhaló exasperado. —, al entender el perfil de este procesado y de los jueces que llevan esta denuncia de violación, comencé a vacilar si realmente, joven Eiji, quiere continuarla.

—¿Perdón? — parpadeó, aún procesando las palabras.

—Quizá no se logre condenarlo, con el poder que tiene su familia, me temo que podría causarle algún daño a su persona... o incluso a sus allegados...

—¡¿Aún sabiendo eso, la policía no puede custodiarlo?! — esto ya rozaba lo ridículo para Ash.

—Podría... haríamos nuestro mejor esfuerzo — desvió su mirada y la conectó con el omega. —. Por eso le pregunto a Eiji qué quiere hacer. Dependiendo de su respuesta, procederemos.

Eiji dejó caer sus párpados.

—¿Qué sucede si... Mizuno-san no presenta sus muestras aún con orden judicial?

Rápidamente Jenkins le respondió:

—Se las tomarían por la fuerza por desobediencia y se hará la prueba de ADN.

Pareciera fácil...pero Mizuno estaba en Japón, su terreno conocido y campo de juego, si pudo eludir el sistema estadounidense sin problemas, allá no sería nada. Ahora las palabras de su padre tenían más peso al recordarlas después de todo lo que ha atravesado con ese sujeto. Si lo hubiera escuchado, si no hubiera sido tan necio con su progenitor... quizá su vida no fuese tan lamentable. La familia Mizuno es poderosa, dentro y fuera de las contreras. Posiblemente ese alfa se saldría con la suya como lo ha hecho siempre. Muy en el fondo, Eiji sabía que la denuncia era inútil desde un inicio, pero quería demostrarse a sí mismo que le pudo hacerle frente, aún si fue de manera indirecta por medio de papel. Por supuesto que estaba progresando con la terapia, mas quería verse valiente tal y como Ash, Shorter y sus amigos lo ayudaron aquella ocasión cuando estaba siendo sometido a abortar.

Confía, ama y creceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora