III

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*SCOOT*

Sonrío negando con la cabeza mientras veo alejarse la rubia.

Una sensación de satisfacción me llena al decirlo todo lo que me hace sentir. Oh, qué bien se siente tener los pantalones bien puestos. Camino al coche de Manu y me subo poniéndome el cinturón.

- Esa rubia está buenísima -comenta con picardía.

- Te he dicho todo lo que me ha hecho y aún así, ¿dices eso?

- ¿Qué? Lo maldita no le quita la belleza. Lástima que es muy antipática. Me ignoró a mí, ¡a mí! ¿Estás seguro que te odia?

- Claro, con todo el alma.

Enciende su coche con una sonrisa.

- Suéltalo -sé que algo está pasando por mi cabecita.

- Has escucho el dicho "del odio al amor solo hay un paso" -lo miro aterrado.

- Ese no es el caso.

- Y ¿el tuyo? - inquiere en tono bajo.

- Menos -refunfuño- ahora mueve tu culo que tenemos cosas que hacer.

Arranca el coche sin decir una palabra más, llegamos a su casa y vamos a comer antes de ir a su habitación, su nana me cae de maravilla, me consiente demasiado, inclusive Manu está completamente celoso de que me prefiera antes a mí que a él. 

- Mañana prepararé estos macarrones que tanto te gustan, guapo -Lupe estruje mis mejillas con ternura como una abuela.

- Te amo, Luper -sonrío.

- ¿Para cuándo la boda? -nos jode el pelinegro- Muévete idiota, las cosas no se harán solas.

Ruedo los ojos, desde que ese imbécil es inteligente no me deja ni un solo segundo tranquilo, es demasiado temático, a veces solo quiero descansar y el solo piensa en estudiar, ¿quién lo imaginaría?

Subimos a su habitación y nos ponemos cómodos, me quito el uniforme y doblo las mangas de mi camisa, por el rabillo del ojo noto al pelinegro mirándome con la boca abierta.

- ¿Qué?

- ¿Desde cuándo te pusiste tan bueno? Dios, me haces dudar de mi orientación sexual.

- No me jodas.

- Solo bromeo, a mí me gustan, así como la rubia de la tarde.

Chasqueo la lengua irritado por su interés en Uxía, si es preciosa, demasiado diosa, pero es el único atributo que tiene, la belleza, y eso se acaba así que, no tiene nada que merezca la pena realmente.

Nos ponemos a estudiar, Manu empieza a hacer muchas operaciones y eso provoca que yo me quede viéndole fijamente. Conozco de primera mano que es un total experto en esto, así es como pasé de ser Clark a Spiderman, sí, así es, el me dice así.

Mi teléfono suena en un lado de la cama, retiro la mirada por un seguro, él está leyendo un libro así que no se percata, lo cojo y miro mensajes de un número desconocido y lo abro.

¿Qué cojones es esto?

"Ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd, ayúdame nerd x1000 veces más, att. Uxía"

Me rio por lo bajo al leer el mensaje. Debo de estar muy trastornado para que me haga gracia esto, escucho el carraspeo de Manu que me mira molesto.

- ¿Puedo saber cuál es el motivo de tu distracción?

- Nada, solo un anuncio de gatos, continua con tus problemas -muerdo mi labio para no reírme.

- ¿Un gato es más interesante que yo? -pregunta indignado.

- ¿Puedo no responder a esa pregunta? Temo por mi integridad física.

Me lanza una almohada, me carcajea mientras miro por última vez el mensaje, ¿qué se supone que debo hacer contigo Uxía? ¿Me dejo llevar por mi sed de justicia o acepto ayudarte? O ¿dejo atrás todo y finjo que no existes? 

Suspiro...

ES UNA TERRIBLE Y MUY DIFÍCIL DECISIÓN, POR DIOS.

EL AMOR NO ES LA RESPUESTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora