Capitulo 5

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―Finalmente lo conocí ― se decía así mismo Alberto ― Hay algo en ese chico que me hace sentir bien. Su presencia es cálida y transmite paz, pero en sus ojos se ve que ha sufrido mucho pero su sonrisa a pesar del frío irradia felicidad.

Alberto había conversado un rato con Apolo mientras veían el partido de voleibol juntos, pero no le tomó importancia ya que estaba centrado viendo al nuevo estudiante del Colegio Zafiro. Esa sensación de que conocería a alguien durante el verano del 2021 volvió aparecer cuando vio al chico. Su corazón se aceleró al igual que su respiración y una sensación que él no podía explicar lo invadió y no desapareció hasta la salida al Museo.

En la hora de salida al ver que no llegaban por él a la escuela debido al tráfico denso de la capital Alberto decidió ir por un poco de café a la cafetería y de regreso se topó a Apolo quien se encontraba con el equipo de voleibol y desde lejos lo observó.

―Con que a eso se refería ― pensó ― Quién diría que detrás de toda esa ropa había un cuerpo muy atlético ni tan musculoso ni tan flaco.

En eso seis jugadores entraron en las canchas repartidos en dos equipos de tres. Un pitido sonó y el nuevo estudiante sacó dejando a todos atónitos.

―Voló en el cielo ― pensó Alberto emocionado ― fue genial Dios mío se vio... un momento que estoy diciendo porque mi corazón late tan fuerte no lo entiendo no, miento, sí entiendo. Rufus y Mateo se conocieron por una app durante su último día de vida. Griffin y Theo desde la infancia mientras que Aristóteles y Dante en la piscina pública de El Paso y yo... yo lo encontré ... mientras volaba en el aire durante un entrenamiento de voleibol.

Apolo, el legado de una leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora