Vigésimo |Blood|

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Curiosamente el camino no había sido tan largo como todos pensarían, creo que era estúpido lo tranquila que estaba y ridícula la manera en la que había terminado aquí ¿Cómo había dejado que aquella viejita me metiera aquí? ¿Y por qué demonios le estaba haciendo caso tocando la puerta?

Tal vez no era tan astuta como había creído toda mi vida, a pesar de que Taehyung me había dicho que no me separara de el fue lo primero que hice y ahora estaba en un lugar desconocido esperando a que la puerta terminara de abrirse para saber que demonios iba a pasarme ahora.

Cuando no hubo nadie al otro lado de la puerta respire con tranquilidad, no sé si estaba esperando un ataque de alguien o el camino directo a mi muerte violenta pero de todas formas estar sola era mejor que cualquier cosa.

Era raro, había llegado a un tipo de habitación que parecía no haber sido usada en décadas, todo cubierto de sabanas y estas cubiertas de polvo, sentía curiosidad mientras mi corazón palpitaba acelerado, di un par de pasos adelante tratando de observar la habitación en la oscuridad, era algo siniestro, como el lugar donde sucedía una terrible escena final de un libro de suspenso, de repente sentía que no era aquí donde debía estar, me gire hacía el lugar por donde había entrado pero en algún momento se había cerrado, me acerque a la pared toqueteando cada lugar con la esperanza de que hubiera algún tipo de interruptor escondido que la abriera de nuevo pero todo era totalmente uniforme en la pared de tapiz vinotinto.

Está bien, al menos estaba sola, me preguntaba si Taehyung podría encontrarme en algún momento, en el mundo que yo conocía simplemente saldría por la puerta de la habitación, encontraría al dueño de la casa y le contaría lo sucedido, pediría prestado su teléfono y luego solo llamaría a Taehyung. Solo que aquí el dueño de la casa podría ser un temible vampiro que no estaría dispuesto a escuchar mis explicaciones, que probablemente no manejaría un teléfono y aunque lo hiciera no sabía el número de Taehyung, de hecho ni siquiera sabía si tenía teléfono.

No debí haberme alejado mucho, aunque su situación se veía privada y algo compleja -Incluso como para haberse olvidado de lo mucho que me había advertido el no alejarme de el- Debí haberme quedado al rededor y no dejarme llevar por las palabras de una señora mayor solo para ser amable.

¿Viviría aquí un hombre o una mujer? ¿Qué tal de una familia? Tal vez los residentes terminaban conociendo a Taehyung y tan pronto como dijera su nombre me ayudarían, pero no confiaría en un vampiro cualquiera, tal vez alguna de las cosas que estaban aquí podían darme una pista de a quien pertenecía el lugar en el que estaba.

Retire la primera sabana dejando que una capa de polvo se alzara por la habitación, estornude un par de veces y me tape la nariz. Bajo la primera sabana había un caro sofá de terciopelo, al menos a la vista lucía lujoso y a penas puse mi trasero en el supe que podía pasar el resto de mi vida en aquel sofá sin que me importara en absoluto. Retire la siguiente sabana porque por más cómodo que fuera el sofá en realidad no iba a darme ninguna pista, un pequeño estante con libros quedo a la vista, todos con el lomo en el mismo tono rojizo, al parecer el color favorito de la persona a la cual perteneció esta habitación era el rojo al igual que el mío. Pase mis dedos por los lomos de los libros con delicadeza... Todos parecían iguales pero podía imaginar las distintas historias que tendrían dentro.

Fui tras la siguiente sabana, el objeto estaba recostado en la pared así que fue difícil sacarla en un inicio, no me di cuenta de que la sabana estaba trabada y termine tirándolo al suelo causando un gran estruendo, me tape la boca preocupada. Ahora incluso si las criaturas que vivían aquí eran pacíficas seguramente no iban a serlo por mucho, imaginaran que soy una ladrona y estaré acabada.

No sé porque pienso que levantar el objeto arreglara algo, mientras lo hago me doy cuenta que es un cuadro y cuando lo volteó me doy cuenta de que en realidad es un retrato y eso hace que caiga de nuevo al suelo.

-Carajo -Murmuró arrepentida y sorprendida, estoy segura de que la sorpresa gana por mucho-

Miro el cuadro con extrañeza, tal vez hay algo mal con este lugar que de repente me hace estar alucinando, tal vez estoy confundida y estoy imaginado que soy yo la que está en ese cuadro, o tal vez es algún tipo de reliquia que me refleja, cualquier respuesta tendría más sentido que estar pintada en un cuadro de una criatura que no conozco.

La puerta se abre y yo sigo de espaldas a ella, me agacho y trazo las líneas de expresión de mi rostro con los dedos.

-¿Quién eres y como osas irrumpir en mi hogar? -Su voz me hace levantarme y me giro con lentitud

Veo su rostro pero se que no lo conozco, aunque a la vez está ese sentimiento de familiaridad que no se va, el me mira sin parar y sin decir una palabra, entonces se acerca con pasos cuidadosos.

-¿Qué haces aquí? -Pregunta con voz suave y yo suspiro, no siento la necesidad de mentirle-

-Me perdí, entonces una señora me guío por un pasadizo secreto y dijo que ese camino me llevaría a casa, tal vez debería haberle dicho que mi casa no se acercaba a algo con tanta clase y que mi sala medía lo mismo que esta habitación, pero digamos que no tuve mucho tiempo.

Me mira sin decir nada y me preocupa que ni siquiera le parezca graciosa, pensé que así al menos me tendría piedad

-No quise irrumpir en su hogar y de verdad pido disculpas, se que puede parecer que era mi intención llegar aquí pero...

-Viste el cuadro ¿No es así? -Asentí con lentitud- ¿Y que piensas al respecto?

-No lo sé ¿Qué se supone que una vaya a pensar cuando encuentra una pintura suya en casa de una criatura desconocida?

-Deberías tener miedo tal vez ¿No te parece que es lo más apropiado? -Me encogí de hombros, el a unos pasos de mi no lucía tan intimidante-

-¿Miedo? ¿Por qué tendría miedo? No es como que usted parezca odiar... odiarme, si no ¿Por qué tendría un retrato mío y lo guardaría tan cuidadosamente?

-¿Y no crees que pueda ser peligroso? Tu no me conoces, pero según parece yo a ti si...

-Pero no va a hacerme daño, si resulta ser un psicópata seguramente va a encerrarme aquí pero dudo mucho que vaya a dañarme, además probablemente usted no lo sepa pero yo seré la próxima gobernante de su mundo y deben estarme buscando... -No parecía para nada sorprendido-

-¿Entonces debería llamar a Taehyung por ti? -Ladeé la cabeza- Ah, seguramente no sabes quien soy, soy yo a quien Taehyung sirve... Seguro a que el iba a presentarnos pronto.

-¿Drácula? -Dije con una mueca de confusión y el sonrió-

-Prefiero que me llames Yoongi y tal vez deberías sentarte para escuchar lo que estoy a punto de decirte.

La leyenda del sol |Maknae line|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora