Vigésimo primero |Fire|

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A Lucifer no le gusta hablar de Lilith pues después de todo había sido algo así como su primer amor, por ello lo que se sabía de ella era poco, migajas.

Jimin no tenía nada para decirme y de cierta forma era curioso, pensé que él resolvería mis dudas pero ha estado bastante callado desde que se enteró de todo.

-¿Está todo bien? Me haces sentir un poco arrepentida de habértelo contado -Murmure desviando mi mirada-

-No te sientas juzgada por mi, solo estoy procesando la información, es solo que esto es un poco antinatural.

-Eres un demonio que solo yo puedo ver, estoy segura de que eres lo más antinatural aquí -Ladeó la cabeza con una sonrisa-

-Tienes razón, así que... Ahora tengo muchas preguntas para ti, aunque no estoy muy seguro de que sea prudente hacerlas -Me encogí de hombros

-¿Por qué elegiríamos ser prudentes cuando podemos ser sinceros? Por favor pregúntame lo que desees saber, así me sentiré con más libertad de hacer preguntas cuando las tenga -El asintió y aún así se tomo su tiempo para hablar de nuevo-

-Eso... ¿Ha sucedido de nuevo? ¿Has vuelto a ocasionar alguna cosa relacionada con el fuego?

-Nunca lo he intentado si es a lo que te refieres y tampoco creo que lo hiciera a propósito, pero... El incendio de esta madrugada, empiezo a creer que tal vez haya sido mi culpa, aunque no estoy muy segura de como pude haberlo ocasionado -Suspiré, en realidad se me había pasado por la cabeza pero estaba intentando no pensar demasiado en ello-

-Nadie salió herido, así que en caso de que hayas sido tu no tienes mucho de que preocuparte.

Me gustaba ser tan transparente para el, tampoco es como que me esforzara en ocultar mis preocupaciones, pero el se aseguraba de hacerlas desaparecer.

-Si hago este ritual para ser la nueva directriz del infierno ¿Qué cosas van a cambiar sobre mi?

-Bueno, hay muchos poderes que vas a obtener -Dijo moviendo su cabeza de un lado al otro- Pero sé que te estarás preguntando si alguna cosa en tu interior va a cambiar, la cosa es que la única que puede decidir si vas a cambiar eres tu dulzura, puedes dejar que el poder te consuma, que la idea de que el infierno tenga que estar relacionado con la maldad cree maldad dentro de ti, o puedes seguir siendo tu, que en mi opinión sería la mejor decisión que podrías tomar.

Me aliviaba saber que no tendría que cambiar, aunque sonaba más como algo de fuerza de voluntad y me preguntaba que tan resistente sería mi voluntad como para no ceder ante el poder, pero también tenía en cuenta que habían pasado años desde el incidente y ni una sola vez intente probar si era un poder que me pertenecía y podía beneficiarme, así que de cierta forma tenía confianza en mi misma.

-¿Luego de esto cual es el siguiente paso? -Pregunté porque en realidad no tenía muchas dudas-

-¿El siguiente paso? ¿No tienes más preguntas que hacer dulzura? -Negué con la cabeza-

-No soy una persona muy curiosa en realidad y creo que con tu explicación me ha bastado.

-Y yo debo ser el ser con más suerte en la tierra -Dijo con una sonrisa levantándose del suelo y ofreciéndome su mano, la que tome sin dudar-

-No sé porque pensé que tocarte dolería -Dije sin soltar su mano-

-¿Por qué pensarías eso? -Dijo con el ceño fruncido, como si lo hubiera ofendido, aunque por supuesto era lo último que buscaba-

-Porque eres algo parecido a una rosa, eres precioso de ver pero parece que tuvieras espinas por todos lados.

-Voy a tomarlo como un halago Nara, porque cualquier ser en la tierra tendría que estar muy preocupado si recibe un insulto de alguien tan puro como tu -Le sonreí-

-Y ahora tu me estás halagando -Ladee la cabeza- Andando, debo hablar con Sor Kya para poder irme sin que parezca que estoy huyendo.

-¿Sabes que podría hacer que nunca hubieras existido para ellos con solo chasquear mis dedos? -Hice un puchero algo insegura-

-No creo que quiera no haber existido nunca en sus vidas, he pasado la mayoría de la mía con ellos y si voy a recordarlos quiero que ellos lo hagan igual, dejar alguna huella de mi vida como persona en el mundo.

-¿Algo como la inmortalización? -Negué con la cabeza mientras salíamos de la pequeña casa del árbol-

-No soy tan importante como para ser inmortalizada, solo quiero ser recordada tanto como pueda.

-Supongo que no puedo entender tus deseos porque nunca he vivido una vida humana, pero aún así los respeto, así que simplemente haremos lo que quieras, y no creas que esto se trata de seguir tus ordenes por ser tu subordinado.

-Estoy segura de que va a pasar mucho tiempo para que le de una orden a alguien -Dije negando con la cabeza, la idea me hacía sentir un poco incomoda-

-Ya llegará el momento en que te salga naturalmente -Dijo balanceando nuestras manos entrelazadas en el aire con suavidad- Prácticamente naciste para esto.

-Yo creo que nacimos para esto -Dije mirándolo- No voy a poder hacer esto sola Jimin.

-No vas a estar sola -Dijo alumbrando el camino con su aura brillante- Yo voy a estar a tu lado, no solo porque es prácticamente mi obligación -Dijo con una sonrisa- Si no porque sé que te sentirás mejor si hay alguien a tu lado.

-Bueno, no creo que se trate de tener a alguien a mi lado, creo que eres el único que me va a hacer sentir segura, no creo que cualquier otra criatura sobrenatural me hubiera explicado todo como tu.

-Bueno, tienes razón en eso, Taehyung probablemente te amarraría a una silla y Jungkook te diría que es todo por el bien y hablaría sobre dios -Dijo rodando los ojos-

-¿Ellos son tus amigos? -Jimin dudó-

-Son lo más cercano que tengo a lo que los humanos llaman una familia, no nos une la sangre y mucho menos pertenecemos a la misma especie o reino, pero de alguna manera hemos pasado tantos años juntos como para comparar nuestra relación con la de una familia.

-Espero que con el tiempo yo también pueda tener una familia por primera vez -Dije mirando hacia el frente incluso cuando sentí su mirada en mi perfil- 

Apretó mi mano con suavidad y tenía que admitirlo, a pesar de que no era una persona y no estaba en lo que el había llamado "Su cuerpo terrenal" Era la primera vez que no me sentía sola incluso cuando estaba acompañada, porque a menudo solía sentir un vacío aún estando en una habitación llena de gente, pero ahora me sentía comprendida, sentía que podía llegar a pertenecer y estaba dejando que este demonio junto a mi se adentrara en mi alma incluso si eso significara que llegará a arde en llamas.

La leyenda del sol |Maknae line|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora