Capitulo 1

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En algún momento nadie pensó en las consecuencias de sus acciones, todos quedaron cegados por sus ardientes deseos y este fatídico error se convirtió en el detonante de innumerables tragedias

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En algún momento nadie pensó en las consecuencias de sus acciones, todos quedaron cegados por sus ardientes deseos y este fatídico error se convirtió en el detonante de innumerables tragedias. Aquello no era una novedad, ya que a lo largo de los tiempos, el ser humano ha sido presa de su egoísmo, dejando de lado el deber de preservar el bien común por encima de sus intereses personales.

Fue como si una sombra persistente, tejida por la codicia y la ambición desmedida, se hubiera cernido sobre los corazones de las personas, oscureciendo la claridad de la compasión y la empatía.

Aun así, la vida siguió su curso con aparente normalidad. Lentamente, los sucesos quedaron relegados al olvido y las personas volvieron a depositar su confianza en una ilusión efímera de paz ... La pequeña niña de ese entonces se preguntó ¿Acaso el sacrificio y la muerte de los involucrados, valió de algo? ¿Cuánto tiempo tomará hasta que esos sentimientos corruptos vuelvan a estallar y expandirse de nuevo?, luego miró a su acompañante. 

La de cabello rosado le sonrió de forma amable mientras sujetaba su mano firmemente transmitiendo calidez y seguridad. A pesar de que estaban caminando por un sendero de sangre parecía que ya se había acostumbrado,  por lo que no sabía qué decir o qué expresión hacer en ese momento, pero podía asegurar una cosa y aquello era que no sentía miedo; sin embargo deseaba que la decisión que tomó fuera la correcta, porque incluso ella estaba dejándose llevar por sus propias emociones e inconscientemente se sumergía ante el panorama efímero de la sociedad


Era finales de Agosto en el año 1851 (periodo Edo), al ser la temporada entre el verano y otoño. El entorno presentaba un descenso de temperatura y como era de esperarse cambios en el color de sus paisajes, los árboles que antes lucían exuberantes y verdes ahora se cubrían de tonos rojizos y dorados, que comenzaban a despojarse de cada una de sus hojas, las cuales se esparcían en el suelo, por la pronta llegada de la penúltima estación del año.

En aquellas semanas, la región se sumía en una persistente y agobiante temporada de lluvias. El cielo se mostraba opaco, cubierto por densas nubes grises que arrojaban sin cesar su carga de agua sobre la tierra, lo que se había convertido en una situación común para todos los habitantes.

Ese viernes por la tarde fue lo mismo, la calma aparente se desvaneció y dio paso a una tormenta descomunal, mucho más feroz de lo que nadie había anticipado. El viento aullaba con furia, azotando sin piedad todo lo que encontraba a su paso, los cimientos se resquebrajaban, los techos se desprendían y las paredes crujían ante la fuerza de la naturaleza. Los ciudadanos de Japón atemorizados, se refugiaban en sus casas, buscando protección y los negocios en un intento de preservar lo poco que quedaba de su integridad, cerraban sus puertas más temprano de lo habitual.

Quizás debido al terror y a la urgencia de buscar refugio. Nadie se percató de que una luz deslumbrante apareció repentinamente en las calles y desapareció en unos pocos segundos sin dejar rastro, dejando a una niña de aproximadamente 7 u 8 años, tendida en el suelo frío y empapado y de igual forma que el destello, ella paso desapercibida.

Lycoris Radiata DT (Okita Souji x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora