seis.

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Senju;

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Senju;

Estaba desayunando con Takeomi, mi hermano mayor.

Él mira el diario, mientras con su mano izquierda sostiene su taza de café, parece un viejo de ochenta años.

Me río de lo que pienso y él me ve raro.

- ¿Qué te pasa a vos?- pregunta elevando su ceja.

Me tiento por la cara que hace y me ahogo con la chocolatada, casi se me sale por la nariz, que horror.

Luego de toser como por cinco minutos, lo miró y más calmada le hablo.

- Nada, que ya pareces un viejo choto con diez hijos.

Arruga el entrecejo y me reprocha con la mirada, me vuelvo a reir.

- Vos pareces un viejo con diez hijos.- contradijo con una sonrisa.

Me hago la indignada llevando una mano a mi corazón.

- ¿perdona? ¿Yo?- niego con la cabeza en desaprobación.- Estos pendejos de hoy en día.

Nos largamos a carcajadas, él es un adulto y todo, pero que bueno no es tan ortiva.

Se detiene de golpe, poniendo una cara seria.

- ¿Y Haruchiyo?- pregunta, yo levanto mis hombros en seña de no saber.

Porque es la verdad, no lo sé.

Y el bichito de la curiosidad me pica, pidiendo que averigüe porque mi hermano del medio no está en casa.

- Creo que salió ayer temprano..- menciono dudosa, no estoy segura de la hora, pero salió muy arreglado.

Que raro en Haru, siempre se pone lo primero que encuentra y se la pasa en casa, boludeando en la Play o jodiendo con sus katanas.

- ¿Se habrá metido en quilombo?- habla Omi-nii al aire, pensativo.

- No creo, últimamente vuelve muy sonriente...- murmuro.

No decimos nada por unos minutos, y la puerta principal se abre. Por ella, ingresa el Rey de Roma.

Haruchiyo tiene una sonrisa re boba en la cara, parece que anda re en su nube de pedo.

- Buen día, Haru. ¿Todo bien?- cuestiona mi hermano al verlo entrar al comedor.

El aludido nos observa y asiente, con esa curva en sus labios y los ojos cerrados.

- Todo joya.- afirma, agarrando la caja de chocolatada fría y bajándose lo que quedaba.

- ¡No tomes del pico, sucio de mierda!- me quejo, Haru me sonríe y me saca el dedo medio, terminando toda la cindor.

- Obligáme, hormiga pálida.- me pongo roja de la bronca, nadie puede joderme con mi altura.

Le iba a pegar, cuando Takeomi se pone entre nosotros con un aromatizante en manos.

- Huele a niños inmaduros.- dice, rociando la cocina con olor a vainilla.

Haru se tapa la nariz, a punto de estornudar.

- La.. - estornudo- concha..- otro más- de tu madre..- y uno final.

Yo me le río, y después se me contagia el estornudo.

- Mierda.- sorbo mi nariz y Omi-nii me mira con asco.

- Sonate la los mocos, repudio galáctico.

Mi hermano del medio se me ríe.

- ¿'Taban ricos? Minion berreta.

Antes de poder pelear con él, se da la vuelta yendo para arriba.

- ¿Qué hiciste que tenés esa cara de que recién te la ponen?- pregunto ante la sonrisa idiota que se instala en su cara.

- ¿Qué no hice..?- y se fue.

Takeomi me mira elevando las cejas. Wtf ni yo entendí que acaba de pasar.

- Haru anda mucho afuera ¿Lo seguimos, Omi-nii?- pregunto en un susurro.

- Eso está mal, Sen..- dice del mismo modo.

- Seguro se está viendo con alguién, ¿no querés saber quién es tu cuñada?- cuestiono picando su hombro.

Él me mira, y lleva su mano a su mentón, colocando su mejor cara de simio pensante.

- Dale, cuando salga de nuevo, lo seguimos,.- confirma, yo sonrío con malicia.

Descubriremos que ocultas, Haru-nii.

Descubriremos que ocultas, Haru-nii

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salidas || SanGry. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora