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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 13
-ɪᴄᴇ ᴄʀᴇᴀᴍ-

Después de dicho incidente, los días siguieron pasando con relativa tranquilidad.

HoSeok y YoonGi no se hablaban más allá de lo meramente necesario, preferían seguir con su rutina y evitarse lo más posible.

Con la pequeña diferencia de que ahora compartían techo, lo que hacía dicha misión un poco más compleja.

Hobi acostumbraba despertarse más temprano, preparaba algo de desayuno y su almuerzo para la lonchera ya que, con la gestación, la comida de la cafetería habia comenzado a parecerle repuganate.

Al preparar los alimentos siempre solía dejar el equivalente a una porción extra en el sartén, excusándose con que no había medido bien los ingredientes y que por ello había sobrado. Intentando engañar a su subconsciente de lo obvio: lo realizaba a propósito.

Lo hacía porque, aunque nunca lo admitirá en voz alta, quería asegurarse de que YoonGi no se fuera a la escuela con el estómago vacío.

Después de ello el omega tomaba su mochila y partía en dirección a la parada de autobuses, dispuesto a tomar el transporte que lo dejaría fuera de su plantel escolar.
Una vez Hyuna —la hermana mayor de YoonGi— le había renegado por ello, aconsejandole de forma amable que comenzará a irse junto a su hermano en la moto.

Hobi, con la cara roja por la timidez, le contestó que no había necesidad de ello. Poniendo de pretexto que un viaje en moto le pondría muy mareado y seguramente lo haría vomitar. Una verdad a medias, pues sí bien lo que decía era algo cierto, en su interior sabía que era porque no estaba dispuesto a estar tan cerca del alfa nuevamente.

Así que optaría por seguir tomando el transporte público.

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—Hobi, por favor deja de patear mi asiento.

—Uh, lo siento Namjoon-ah— se disculpo apenado el pelicastaño. Realmente estaba muy inquieto desde hace rato, sentía que la vejiga le iba a estallar y las tripas le gruñian de hambre.
Se encontraba sentado detrás de Nam, en su clase de inglés, y realmente no había notado que estaba moviendo su pie rítmicamente sobre la parrilla del mesabanco contrario.

Deseaba salir huyendo del salón, pero lamentablemente todavía quedaban 10 minutos para ello.

No sabía con exactitud en qué momento es que el embarazo comenzaba a tornarse cómodo y bonito, pero estas primeras semanas definitivamente lo estaban torturando.

—Todo conlleva un proceso de adaptación, es normal que al principio los malestares te parezcan demasiados ya que no estas acostumbrado- le había explicado con paciencia su madre cuando le platico al respecto.

Esperaba que esa adaptación llegara pronto, porque no podía seguir saliendo a mitad de todas las clases debido a las repentinas ganas de vomitar que le daban.

—Eso es todo por hoy, jóvenes. Pueden retirarse— les indicó el profesor a la par que comenzaba a borrar la pizarra.

El omega guardo rápidamente sus cosas, colocandose su bonito bolso escolar sobre el hombro.
Le dijo una rápida despedida al alfa moreno y se retiro del aula.

Hobi caminaba apurado en el pasillo, esquivando cualquier cuerpo que pudiera chocar con el suyo. Inconscientemente envolvía ambos brazos sobre su, aún, plano vientre, protegiendo de cualquier peligro a su cachorro.

Anotación errónea [ʏᴏᴏɴꜱᴇᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora